miércoles, agosto 31, 2005

One of my turns

Bye, bye... Agosto...

Day after day, love turns grey
Like the skin of a dying man
Night after night, we pretend it's all right
But I have grown older and
You have grown colder and
Nothing is very much fun any more.
And I can feel one of my turns coming on.
I feel cold as razor blade
Tight as a tourniquet
Dry as a funeral drum,
Run to the bedroom,
in the suitcase on the left
You'll find my favourite axe
Don't look so frightenedT
his is just a passing phase
Just one of my bad days
Would you like to watch T. V.?
Or get between the sheets?
Or contemplate the silent freeway?
Would you like something to eat?
Would you like to learn to fly?
Would you like to see me try?
Would you like call the cops?
Do you think it's time I stopped?
Why are you running away?
R. Waters, (1978)

Cold as razor blade



Todo va bien, deliciosamente bien, ¿por qué colgarse entonces de un bajón?, ¿será que es necesario abrir la puerta al oxido de acero en las venas de ves en cuando?
Esta alegría debe beber el color de escupitajos secos, el aroma que produce cerrar los ojos con la espalda fría y dejar que la rabia lo nuble todo.

Si, todo esta bien, hasta las endorfinas inundan la piel y tengo ganas de caminar el parque buscando semillas. Todo esta bien pero Nina Simone, grita con furia un blues roto y un baile seco.

No olvidar el dolor es la consigna, mis pies necesitan caminar en el barro, mi piel grita por volver al encierro, a mil colillas por el suelo y a ventanas cerradas.


Estoy volando muy alto y sin paracaídas, la caída será inminente tarde o temprano

martes, agosto 30, 2005

Pajitas en flash II

Caminar despacio por mis calles a finales del invierno, tiene el ritmo de un adagio con resaca, de esos que te mecen sin quererlo y de golpe el ritmo cobra otro sentido con el ruido de la gente, los autos, la vendedora de periódico, la lucha de transportes públicos.
Me anda doliendo el pié, debe ser la concentración de cebada que se alojó en el dedo gordo, me cuesta caminar y me preguntó que sentirán los que usan un bastón.
Andrés fue escogido al azar en la compu y me grita, "con tanto colchón me pierdo, conozco el camino pero me pierdo".
Hablaré de letras hoy, con un café, con aquella flaca de la U, que ahora tiene su proyecto literario.

Este papel arrugado que rescaté del tacho me mira y me hace un guiño desde un pedazo roto, para recordarme que hay pega acumulada..

lunes, agosto 29, 2005

Pajitas en flash I

Unas bolitas inflables como naftalinas color mar, pequeñas y se disuelven en mi lengua, se llaman Ice Breaker, un baño de espantajos en la lengua, así como caviar azul...¿te acuerdas del regaliz del abuelo?, pica igual, pero es más cool.

...Tengo tos, ya van 45 días que no se pasa, el sol en la nuca y un taller en la cabeza que no se por donde empezarlo....acaba de entrar al MSN y busco como loco una llamada suya en la contestadora.

La rodilla duele, la ergonomia no funciona, el monitor 10 cms por debajo de los ojos, las cervicales en angulo y adoro el balanceo de mi silla.

Tengo ganas de una Iglu y de ver Sena quina, aunque me contaron que es re mala....

Fin de mes....


Oficio de no dar lo dado y gritar lo sin nombre
Dejando que el pincel de versos espante espectros

Escriba prestado y cronista de esquina,
El tiempo y el silencio añejaran lo no dicho
Y en un baile de furia escupirás tu vino añejo

sábado, agosto 27, 2005

Sharon Olds (The Father) III

EL CUERPO MUERTO

No soportaba dejarlo solo en la habitación después de que murió.
Durante meses siempre hubo alguien con él,
estuviera dormido,despierto, en coma, siempre alguien,
pero después nos quedábamos fuera y él dentro,
solo: como si lo único importante fuera su conciencia,
ese hombre que tuvo tan poca conciencia, que fue 90% cuerpo.

Yo no soportaba esa forma de tratarlo como basura,
íbamos a quemarlo, como si sólo importara el alma.
Quién era ése si no él, tirado ahí, seco y abandonado.

Me enfrentaría a quienquiera que no respetara ese cuerpo:
que viniera un estudiante de medicina
y se atreviera a hacer un chiste sobre su hígado y lo derribaría.
Hubiera sido tan bueno tener a quien derribar

.Y si lo íbamos a quemar, quería quemarlo entero, no ver
su brazo mañana en el cuerpo de alguien
en Redwood City, o que le arrancaran
la lengua para transplantarla, o ese ojo renuente.
Y qué si su alma ya no estaba,
yo lo conocí desalmado toda mi infancia,
lo veía acostado en el rincón más oscuro de la sala
con la boca abierta en el sofá y ahí no había nada más que su cuerpo.

Así que en el hospital, me quedé a su lado,acaricié sus brazos, su cabello,
no pensaba que estuviera ahí
pero igual ése era el hombre que yo había conocido,
un hombre hecho de sustancia espesa,
un hombre crudo, como esos seres primitivos
que poblaban el mundo
antes de que Dios tomarasu peculiar arcilla
y creara a su propia gente.

SENTIMIENTOS

Cuando el médico residente auscultó el corazón detenido
yo lo miré, como si él o yo fuéramos salvajes,
fuéramos de otro mundo:yo había perdido el lenguaje de los gestos,
no sabía qué significaba para un extraño
levantar la bata y ver el cuerpo desnudo de mi padre.

Mi rostro estaba mojado, el de mi padre
apenas húmedo con el sudor de su vida,
esos últimos minutos de trabajo duro.

Yo estaba recostada en la pared, en un rincón, y él estaba echado en la cama,
los dos hacíamos algo, y todos los demás creían en el Dios Cristiano,
llamaban a mi padre la cáscara sobre la cama,
sólo yo sabía que se había ido del todo,
sólo yo le dije adiós a su cuerpo
que era todo cuanto él era.

Sujeté con fuerza su pie, pensé en ese anciano esquimal
que sostiene la popa de la canoa mortuoria,
y lo abandoné suavemente al mundo de las cosas.

Sentí la sequedad de sus labios en los míos,
sentí la levedad de mi beso mover su cabeza sobre la almohada
así como se mueven las cosas como por su propia cuenta en el agua mansa,
sentí sus cabellos de lobo en mis dedos,
se tambalearon las paredes, el piso,
el techo giraba como si no estuviera yo saliendo del cuarto
sino el cuarto alejándose de mí.

Me hubiera gustado
quedarme a su lado, cabalgar junto a él
mientras lo llevaban al lugar donde lo cremarían,
verlo entrar a salvo al fuego,tocar sus cenizas tibias,
y después llevarme el dedo hasta la lengua.

A la mañana siguiente,sentí el cuerpo de mi esposo
aplastándome dulcemente como una pesa sobre algo blando,
una fruta, su cuerpo asiéndome a este mundo con firmeza.

Sí, las lágrimas brotaron,como el zumo o el azúcar de la fruta.
Se adelgaza la piel, se rompe, se rasga:
hay leyes en este mundo y según ellas vivimos.

MÁS ALLÁ DEL PELIGRO

Una semana después de que murió
de pronto entendí que su amor por mí estaba seguro:
ya nada lo podría alterar.

A veces, durante el último año,
su rostro se iluminaba cuando yo entraba a su habitación,
y una vez, medio dormido, sonrió al pronunciar mi nombre.

Respetaba mi arrojo: la vez que me ataron a la silla,
ataron a alguien que él respetaba, y cuando
dejaba de hablar durante semanas enteras,
yo era uno de los seres a quienes no le hablaba,
alguien con un lugar en su vida.

La última semana lo dijo sin querer:
entré a su cuarto y le pregunté“Cómo estás,”
y contestó, “Yo a ti también”.

Desde entonces, temí perder esas palabras.
Hasta el último momento podía equivocarme, ofenderlo.
Bastaría una de sus muecas de disgusto para que volviera a joderme la vida.

Intenté no pensar demasiado, ayudaba a cuidarlo,
le limpiaba el rostro, lo acompañaba.

Pero un rato después de que murió,de pronto pensé,
con asombro, ahora siempre me amará,
y me reí: estaba muerto, ¡muerto!

jueves, agosto 25, 2005

Sharon Olds, The poet of the body


Un amigo por azar dio con el blog de un escritor argentino Gustavo Nielsen en el cual se encuentra una traducción de algunos pasajes del libro “The father” de la poetisa de San Francisco Sharon Olds (1942).

El primer poema de The Father, "The Waiting" muestra varias ideas e imágenes que luego son recurrentes en el libro. La muerte del padre, y la relación padre-hija, pasado y presente son el eje central del libro.

Los libros de Sharon Olds’ “el trabajo del cuerpo” fueron dominados por la relación con su familia, especialmente su padre. Fue conocida como la poeta del cuerpo, admirada y criticada por su modo directo, dolorosamente honesto e incluso crudo de representar aspectos de la vida familiar y las relaciones personales.

La poeta del cuerpo, logra de una forma audaz e intima, más que generar un shock, confrontarnos con los duros hechos de la vida física, como una forma de reconciliación y aceptación. A su vez sus metáforas vienen cargadas de una fuerte dosis de reflexión en sí mismas.

Sharon Olds nos dió también en sus libros una epistemología sobre el hecho de tocar, en todas sus formas. En síntesis ella es conocida de momento como una de las más grandes jóvenes poetas norteamericanas, junto a Mary Oliver y Rita Dove entre otras, sin duda vale la pena leerla.

A continuación el extracto de dos poemas del libro “Dead and living”
(en ingles para no perder su sentido):

Hitler entered Paris
the way my sister entered my room at night,
sat astride me, squeezed me with her knees,
held her thumbnails to the skin of my wrists and
peed on me,
knowing Mother wouldnever believe my story . . . (Dead and Living, 44)

Say shit, say death, say fuck the father,
Satan says, down my ear.
The pain of the locked past buzzes
in the child’s box on her bureau,
under the terrible round pond eye
etched around roses, where
self-loathing gazed at sorrow. (3)

Unos links sobre Sharon:

http://www.poetsforum.com/papers/213_1.html
http://www.english.uiuc.edu/maps/poets/m_r/olds/olds.htm

Nota los primeros textos de "The Father" van a continuación en los posts puestos antes de este.

Sharon Olds (The Father, On the waiting) I

Les paso, gentileza de Gustavo Nielsen http://www.milanesaconpapas.blogspot.com/
la traducción de algunas fragmentos de “On the waiting”.

En ellos se muestra a partir de descripciones cargadas , imágenes fuertes y metáforas, muy bien logradas, la relación de una hija con su padre ausente, los últimos días de su vida. Aquel padre que nunca estuvo para cuidarla y que por azares del destino es ahora ella quien debe cuidar, velar en vigilia, los últimos días de su muerte. Muestra como en ese tiempo, pese a a todo se muestra que el vínculo padre-hija no se rompe.

Esta serie de poemas y prosemas muestra de manera cruda lo frágil de la materia y nos confronta con la pregunta de la trascendencia más allá de la vida. Son también escritos sobre el perdón, sobre el poder del amor, sobre la relación padre-hija que pase lo que pase está ahí, por toda la vida.

Habla también sobre aquel padre, simbólico, en discurso, aquel que queda luego de muerto en cada acto en cada palabra, aquel que con su presencia o ausencia de una u otra forma determina nos define y determina y nos hace por último "sujetos deseantes".

Por último nos recuerda que loo que no construiste en vida no lo harás en unos días y ser padre es sembrar día a día en los hijos y no esperar a estar muriendo para aquello.

OJO:

Quien haya vivido de cerca la muerte de un ser querido, tal vez encontrará muy crudo y fuerte el material, pero si es capaz de sobrevivir al impacto inicial de la descripción, entonces entenderá el verdadero sentido del mismo, la historia de amor, perdón y redención mutua entre un padre y una hija.

Gracias Mauro (http://levedadocre.blogspot.com/) por el dato del Blog y gracias a Gustavo http://www.milanesaconpapas.blogspot.com/) por el gran trabajo de traducción y haber hecho público el mismo.

Ahí van los textos.


Sharon Olds nació es hija de un padre alcohólico que nunca se hizo cargo de ella. En los últimos meses de vida de ese hombre, la que se hizo cargo fue Sharon. Lo tuvo que cuidar como a un bebé, aunque lo había odiado toda la vida. Y se propuso escribir sobre cada detalle de su padre enfermo. Sin borrar. Poema que salía, poema que quedaba. Con frialdad periodística hizo una crónica de la muerte en 54 poemas. Entre los primeros, dice:



THE FATHER

“Creo que en algún momento miré a mi padre y pensé
‘Está lleno de mierda’.
¿Cómo sabía que otros padres hablaban con sus hijos, los besaban? Sabía…”

Jalando

Cada hora, ahora, el está cambiando,
Dejando alguna vieja habilidad
Rodillas arriba, cuerpo coloreado de estaño
Cabello negro y gris, grueso con
Grasa como un ungüento ritual,
Mi padre se mueve hora a hora,
la cabeza primero, hacia la muerte,
Siento cada pulgada de él moviéndose
A través mío, hacia eso, como cada niño
Se movió, lento, bajando, a través mi cuerpo.
Como si yo fuera Dios sintiendo los ríos
Empujando constantemente a través, el universo
El mismo arrastrado a través, del universo
El mismo, arrastrado a través mío, pesadamente, fácilmente,
Dibujado a través de mi cuerpo,
Como una servilleta pasando por una argolla
Como si mi padre podría vivir y morir
Tranquilo y seguro dentro mío
Tranquilamente dentro mío
EL VASO

Recuerdo el vaso con asombro:
todo el fin de semana lleno de moco y pus sobre la mesa,
frente a mi padre.
El tumor crece rápido en su garganta estos días,
destila pus como llamaradas el sol,
lenguas ardientes que lo hacen carraspear,
toser y escupir bocanadas de sustancia espesa en el vaso.
Luego se limpia los labios-para eliminar hasta el último rastro—,
apoya el vaso en la mesa y ahí queda,
como un vaso de cerveza dorada, espumosa, brillante,
hasta que diez minutos después vuelve a toser,
coge el vaso, echa fuera el esputo lleno de burbujas,
como levadura viviente:
es un dios creando comida en su propia boca,
él, que ya no come nada,
a veces un sorbo de leche diluida en agua,
que ni siquiera así logra pasar más allá del tumor,
luego la saliva asciende tan viscosa
que debe hacerla girar todo un minuto en la garganta
para regurgitar una esfera en el vaso de flema
que se pasa las horas llenándose lentamente de glóbulos complejos,
lo vacío y vuelve a llenarse,
resplandece sobre la mesa
hasta que la habitación parece orbitar en torno suyo
como el sistema solar en torno al sol:
mi padre la tierra,
una vez centro del universo,
ahora gira con nosotros en torno a su muerte,
el vaso de esputo radiante sobre la mesa,
sus últimas bocanadas.
SU OLOR

Durante sus últimos días de vida
quise encontrar un nombre para su olor:
como levadura, catalizador ocre alimentándose de líquido,
ingiriendo malta, excretando arrope,
fermento agrio, embriagador, exultante,
la bebida fuerte del sudor de mi padre.
Me inclinaba sobre la cama del hospital y lo olía.
Era cemento húmedo, era acera de granito triturado,
era cuarzo y esquisto jurásico,
o el olor agrio del humidificador de cobre lleno de humedad,
era la puna, eran hilachas ennegrecidas de tabaco;
era el recuerdo del cloro en el piso del vestuario de la piscina durante el verano;
el tenue olor a moho de la alfombra de su casa,
el esputo mordaz que huye de las fauces nubladas de un borracho.
Era también la cavidad de un zapato de cuero, rancio,
mezcla de betún y medias ácidas:
en su olor, siempre, esa sensación de mancha
y la atracción de la mancha,
la armonía del aceite y el metal,
como si los mundos de la manufactura y de la industria
hubieran decidido usar su cuerpo como glándula para sudar.
El último día, se alzó en su frente, una esfera de sudor compacto,
la tomé en mis labios.
Después de su último aliento,
yacía ahí, tendido de costado,
inmóvil, sin respirar,
sin proferir sonido,
pero su olor era el mismo, ese olor viciado
fresco industrial doméstico varonil,
oscuro, reflejando puntos de luz.
Alguna vez pensé que al final sería una palabra,
una mirada, la presión de su mano.
Nunca, que él moriría
y yo, después, me inclinaría para olerlo,
respirándolo como se respira el aire,
profundamente,
antes de partir hacia el exilio.

Sharon Olds (The Father) II

EL ÚLTIMO DÍA

El último día de la vida de mi padre
lo bañaron por la mañana, doblaron la sábana a su cintura,
yo me senté con ellas y lo lavaron,
clavículas, hombros, costillas, pecho, la piel ocre, irregular.
Por la ventana veía la montaña de California y sus pliegues
y pensé cómo habrá sido cuando fue hecha, suave,
tibia, maleable, pensé en mi padre antes,
casi líquido, insignificante, dentro de su madre.
Enjabonaban los ángulos de su cuerpo,
yo miraba la montaña, sus grietas,
sus sombras, sus luces:
siempre he querido creer cuanto ven mis ojos.
Doblaron la sábana hasta su cadera,
su muslo no era más que el fémur,
la piel como papel de carnicero envolviendo un hueso para un perro.
Lo secaron y el pelo de su pecho se erizó,
salieron de la habitación por un momento y quedé sola con él,
su pezón como un puñadito de guijarros,
trajeron una manta de algodón, tibia,
y giraron su cabeza hacia la ventana.
El amanecer resplandecía en su boca,
y en cada aliento yo veía una brasa diminuta,
una figura desmembrada temblar sobre su lengua.
Los lados de su lengua estaban salpicados de óvalos mucosos c
omo discos de marfil suave,
ahí sentada, yo miraba dentro de su boca,
nunca había entendido y tampoco entendí entonces, el cuerpo y el espíritu.
Con la noche su respiración se hizo más corta,
la niebla caía azul, poderosa, sobre casas y secuoyas,
apoyé mi cabeza en la cama en el camino de su respiración y la respiré,
aún dulce con su vieja dulzura mancillada
como la tierra húmeda con olor ácido y limpio a la vez.
Comenzó a oscurecerse una hora antes de morir,
su respiración se detenía por segundos
y volvía a empezar.
Su cuerpo se arqueaba,
alejándose de la ventana,
su piel era de un amarillo vidrioso,
respiraba, y se detenía, respiraba.
Pasé mis dedos por su cabello
y besé las comisuras de sus labios resecos.
Respiró,
Yy su mujer y yo nos quedamos inclinadas esperandola próxima respiración.
Estaba volteado hacia mí,
la boca abierta y el cabello ondeando hacia atrás
como un hombre parado de cara al viento,
esperábamos y esperábamos la próxima respiración.
Luego la enfermera levantó sus párpados
,y en lo blanco, bajo cada iris, había aparecido una línea oscura.
La enfermera le alzó la bata,
vi su abdomen relajado y gris,
cubierto de pelo como una promesa de bondad animal,
apoyó el estetoscopio contra su corazón
y esperó, luego bajó la bata
y dio un paso atrás, me miró, y asintió,
y entonces miré a mi padre,
su cabeza demacrada, su espalda arqueada
como para lanzarlo fuera de este mundo.
Puse mi cabeza en la cama al lado de la suya
y respiré pero él no respiraba, respiré y respiré pero él se oscurecía,
mi padre.
Apoyé mi mano en su pecho
y lo miré, miré sus pestañas,
los poros de su piel, las grietas en sus labios,
los pelos de su nariz.
Entonces acomodé su cabeza sobre la almohada,
se movía tan fácilmente, y su oreja,
aplastada durante la última hora
se desdobló en el aire
abriéndose como una flor.

EL MOMENTO EXACTO DE SU MUERTE

Era él cuando respiró por última vez, mi padre,
aunque había cambiado tanto
que nadie que no hubiera estado con él
durante la última hora lo hubiera reconocido:
su piel, corpórea, como grasa animal,
los ojos hundidos en la cabeza,
la nariz adelgazada, la boca abierta
con esa lengua dentro como afirmación de la muerte,
una lengua seca, ondulada, oscurecida.
Podíamos ver la flema crecida al fondo de su boca,
pero aún así era él, los brazos enormes, pesados,
las manchas de sangre bajo la piel,
negras y precisas, hasta ahí lo acompañamos
en cada paso, era él, su última respiración fue suya,
no inhalada como fruto del deseo,
pero suya, ligera como una semilla de algodoncillo,
huyendo de su boca y flotando en la habitación.
Y cuando la enfermera intentó oír su corazón,
su vientre plateado era su vientre,
y cuando se quedó parada y asintió, por un instante era plenamente él,
mi padre, muerto pero él,
un hombre con la boca abierta y
manchas oscuras en los brazos.
Parecía alguien muerto en una lucha sin sangre:
tensos el cuello y la base de la cabeza,
como halando hacia atrás con violencia.
Parecía estar quedándose quieto, luego la piel
se tensó levemente alrededor de su cuerpo
como si lo puramente material lo reclamara,
y después, ya no era mi padre,
no era un hombre, no era un animal,
acaricié su cabello lentamente,
alzando mis dedos por sus ondas grises,
la materia sin vida y radiante,
la materia del mundo.

martes, agosto 23, 2005

El Marinero y el Capitán


En un boliche de tantos conocí a Paola, quien, tremendamente angustiada, me dijo que no podía dormir hacía noches porque faltaban dos aviones más. Me explicó que su preocupación se debía a que en el último mes se accidentó un avión en Turquía.
Hasta ese momento creí que se trataba de una beata preocupada por los desastres en el mundo.

Ya entrando en tema entendí la razón de su aflicción cuando me contó que su ex marido, piloto comercial de avión, le confesó una noche que una vieja tradición cuenta que siempre que hay un accidente aéreo seguro habrá dos más, si eso no ocurre el tema se convertirá en una maldición. Le dijo que estaba nervioso y temiendo por su vida, ya que hace dos meses un avión ruso había sido derribado por un misil y tenían que caer los otros dos faltantes para evitar la maldición. Si esto no ocurría pronto, no iba a poder trabajar tranquilo y su mal humor y ansias iban a derivar en serias dificultades en la intimidad conyugal.

Paola me decía que, el cuerpo del capitán, pese a todos los conjuros realizados, se negaba a dejarla y al igual que aquella noche, hoy era ella quien esperaba ansiosa que en algún lugar caigan dos aviones más para dormir tranquila.

Esa misma noche me encontré con Gretta, una amiga austriaca, que hace un año vino a La Paz y conoció a un yungueño que baila saya y la enamoró. Ella, al ver que yo encendía mi L&M con la vela, me dijo asustada que una antigua tradición europea contaba que cada vez que alguien enciende un cigarro con una vela, mata un marinero.

Me quedé pensando en esa extraña causalidad y, como no creo en rituales, encendí nomás mi pucho.Volví a casa esquivando baches y gatos negros, pisando todas las líneas de la acera, lanzando sal tras mi espalda y gritando mi canción preferida.

Entre conjuros de marineros y capitanes, concluí con certeza que no por mi adicción a la nicotina algún pesquero noruego se hundirá y que es increíble cómo tantos determinan su existencia por causalidades mágicas.Pensé también en cómo nos influye la superstición de aquella que duerme en nuestra cama, cuanto de sí nos deja al irse, el hábito y malditos rituales.

Al final concluí, orgulloso, que la susodicha me habrá dejado hábitos pero nunca supersticiones.Así agarrando con fuerza la pata de conejo que guardo siempre en el bolsillo, llegué a salvo a casa, gracias sin duda a que para caminar me colgué el Rosario de mi abuela con vista a mi espalda y antes de salir dejé, junto a los ajos frescos, una escoba tras la puerta.

(Nota: Es irónico, al terminar esta crónica me enteré de que el tercer avión cayó en Venezuela, el segundo había caído días antes en Grecia).

lunes, agosto 22, 2005

19 de Agosto, 1936

Hace 59 años, el poeta Federico García Lorca, moría bajo la mano de la intolerancia y el facismo. Lorca había muerto, el surrealista, hombre de tablas, romancero, músico de pluma en letras, el amigo de Buñuel y Dali, había sido callado a tiros.

Lorca no era de ningún partido político, pero en la guerra civil, un artista moderno era, por definición (se piensa al concepto del 'arte degenerado'), un enemigo para el régimen autoritario, el mismo que interrumpió el discurso del rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, por gritos "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!".

García Lorca intuyendo su destino huyó de Madrid a Granada, por que era tranquila, por que era su casa pero fue ahí donde encontró la muerte. Después de una denuncia anónima fue arrestado por milicias nacionalistas, el 19 de agosto fue asesinado y echado en algún barranco de la Sierra Nevada.
Les comparto uno de mis poemas favoritos de Lorca, del libro Poeta en Nueva York, escrito entre 1929-1930 cuando el poeta era estudiante en ColumbiaUniversity.

POEMA DOBLE DEL LAGO EDEM
Nuestro ganado pace, el viento espira
Garcilaso


Era mi voz antigua
ignorante de los densos jugos amargos.
La adivino lamiendo mis pies
bajo los frágiles helechos mojados.

¡Ay voz antigua de mi amor,
ay voz de mi verdad,
ay voz de mi abierto costado,
cuando todas las rosas manaban de mi lengua
y el césped no conocía la impasible dentadura del caballo!

Estás aquí bebiendo mi sangre,
bebiendo mi humor de niño pesado,
mientras mis ojos se quiebran en el viento
con el aluminio y las voces de los borrachos.

Déjame pasar la puerta
donde Eva come hormigas
y Adán fecunda peces deslumbrados.
Déjame pasar, hombrecillo de los cuernos,
al bosque de los desperezos
y los alegrísimos saltos.

Yo sé el uso más secreto
que tiene un viejo alfiler oxidado
y sé del horror de unos ojos despiertos
sobre la superficie concreta del plato.

Pero no quiero mundo ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!

Esos perros marinos se persiguen
y el viento acecha troncos descuidados.
¡Oh voz antigua, quema con tu lengua
esta voz de hojalata y de talco!

Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.

Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.

No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.

Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscandoallí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios

Federico García Lorca (1898 - 1936)

jueves, agosto 18, 2005

La Paz 7:45 y la luna de queso me rompe el cerebro


De frente en espejo la mirada rota, la pantalla clara en blanco silencio
Cuerpo que responde a impulsos en mi lentitud adormecida.
El monstruo retorna, en letras de soga y perfora el aire en densa penumbra

La luna de frente, plata en camino negro que por ti mira
Lilith vuelve al viento, se ríe en la sombra que celebra mi huida

Noche y ceremonia, aquella de encuentro y serena huida,
la de astros rotos, la de espinas turbias en esperas finas.

La luna en esfera, con sombras y llagas, aquella que inunda la voz de mi furia

miércoles, agosto 17, 2005

"Por la razón o la razón"


En estos días de feria, habrá que leer nomás el libro que presentará el Chileno Patricio Jara,
” Mar Enterrado”, obra basada en un personaje paceño, en el pacífico, antes de la Guerra.
Pocas veces chilenos se animan a escribir desde la visión de un boliviano sobre la Antofagasta boliviana.

Sobre el tema, esta mañana desperté con recuperemos nuestro mar, en la tele, con ese aire patriotero de 23 de Marzo, nuestros marineritos, celebraban el día de la bandera cantando “recuperemos nuestro mar, recuperemos el litoral”, el como lo haremos es otro tema que requiere muchas discusiones.

Al respecto y sobre ambas referencias, navegando en viejos papeles, encontré esta historia inspirada en una chilenita, la cual les comparto.

La Paz 24 marzo, 2004

Nosotros los de entonces, ya no somos
los mismos, estoy muerto, estoy
asesinado, estoy naciendo
(Pablo Neruda)

Hola Viole:

Hoy desperté con ganas de contarte que tu y yo no somos los mismos que años pasaron, pero lo bueno como diría el poeta, estamos naciendo.

Como bolivianos, tampoco somos los mismos, firmes en nuestro inconsciente colectivo, habrá que ver si no es solo catarsis, si no es solo una forma de tapar el hambre, habrá que ver.

No somos los mismos, diez años son no más 10 años en nuestras vidas, igual que en Antofagasta no son los mismos, aquellos que hace 125 años escapaban de las turbas chilenas quemando banderas bolivianas.

No somos los mismos de 1977 cuando escuchábamos los entretelones del circo de Charaña. No somos los mismos Bánzer está muerto, Pinocho vegeta en Las Condes y el mundo hoy no es el mismo.

Hoy me acordé de ti, de tu mirada regalándome esa postal con “La Sebastiana” en Viña y volví al día, cuando jugábamos a echar monedas al aire., la tuya, la mía jugando en el aire en un coqueteo largo en la brisa, una danza furiosa de cobre y estaño.

Por la razón o la fuerza en aquel cobre de 100 pesos, la unión hace la fuerza en el estaño y aluminio de 1 boliviano. Las dos volando en aquella madrugada de luna, no importó la política y con menos razón que impulso, nos enredamos por la arena, con la luna fotografiando el baile de pieles, chileno-boliviano.

La unión hace la fuerza, mi moneda de 1 boliviano, yo paceño, del Bolivar, el único gil de mi curso que levanto la mano cuando el profe pregunto quien usa ropa nacional.

Tu paceña de herencia y chilenita de tradición, creciste entre poemas de Neruda y la memoria de Allende en la casa de tus viejos, ese recuerdo escondido con vergüenza. Creciste leyendo a Fuguet y Bolaño, con los Prisioneros y el baile de los que sobran.

Violeta como la Parra, clara en sueños y convicciones, hoy mujer de batalla, sigues viva en algún rincón de Santiago y sin embargo estamos hoy tan muertos uno por el otro.

Hoy cada quien en su pedo y en su juego, cada uno con su historia, con sus héroes, con eso de “la patria a cuestas”. ¿Te acuerdas cuánto teníamos de bueno juntos, de chicos, pololos, ¿te acuerdas, cómo enterrámos en la arena a O¨higgins y Daza?, ¿cómo conjurábamos a Melgarejo y Pratt a plan de porros, beso y fogata?

Luego de los años, despierto con un sabor nuevo, aunque sigo muerto en tus fantasmas, cuando re leo el Althazor o recuerdo tu Nerudiana forma de mirarme, nuestras caminatas por el mercado y nuestra sopa de mariscos.

Hoy te leo por mail, de mes en cuando, ¿será por tus líneas de ayer que volviste intensa en la memoria?. Me contaste que leíste en La Tercera, aquello del mar y las ganas de Mesa de gritar hasta el cansancio que tenemos algo pendiente con Chile. Te preocupa eso de Viva Bolivia Muera Chile y banderas chilenas por el piso, te preocupa eso de fragatas y discursos agresivos, palabras que luego de un año, seguro que nadie ni aquí ni allá las recordará me dijiste.

Me escribiste desde tu vació decorado con canciones de Inti Illimani y despertaste cercanías, con ese aire tan snob de Santiaguina que aún te queda. Me contaste de tus hijos que viajaron a Calama para el festejo de sus 125 años y de toda esta incoherencia patriotera que renace. Sobre nuestra botella de Undurraga, cómplice de aquella noche con la luna en la piel.

24 de marzo 2004, tengo el rostro más ajado y vuelvo a los versos del poeta y a tu recuerdo en el espejo, ahí toda dormida, esquivando la luz seca de una La Paz adormecida. Te miro durmiendo ahí, a mi lado, hija de chilenos nacida en La Paz, la que sufre de asma en el smog de Santiago, la que odia los bichos y el calor de Santa Cruz, la que al final siempre fue más paceña que el Chuño.

¿Te acuerdas?, ese viaje de la U a Viña?, bebiendo vino en caja y gritando en una playa de Reñaca ¡éste es mi mar carajo! y luego reírnos del gordo Hinojosa mojando sus calzones en una playa más chilena que el pisco. Gritando ¡devuelvan el mar! Y luego todos a consolar al cuate, por que vaya a saber en que rincón del sur acabaron sus botas gastadas, que caprichosamente una ola tomo de prenda.

Sí me acuerdo de eso y más, de la frase de algún paceño en Santiago “Lo bueno es que acá te sientes como en La Paz, todo es chileno”. Me vuelven imágenes de Gladys y su socialismo trasnochado, de pescadores en las playas Bolivianas, de aymaras dejando la vida en salitreras, de un prefecto boliviano adormilado por el pisco en Antofagasta de1879.

Así es Violeta, todavía me queda la resaca de un 23 de marzo, patriotero y emotivo, de quema de banderas y gritos amenazantes. Aún me queda el vino en el cuerpo, ese tan nuestro, tal vez por eso el Undurraga no sabe igual sin tus labios.

Me acuerdo de ti, pero no puedo evitar mirar con bronca, las palabras de aquel Presidente cayendo a vacío, llamando a unidad, arando en oídos regionalistas, la vergüenza del amigo que imita el acento chileno en Arica, del que compra ropa boliviana, con etiquetas made in Chile.

Tanta incoherencia junta y patriotero ensayo, todo me viene a la cabeza nuevamente, preguntándome ¿Cuánto durará el chaqui de la farra del 23? ¿Antes de volver a esta patriotera identidad que come chileno y grita muera chile?, ¿antes de ser otra vez patriota de Estadio y plaza Avaroa?

Así es chilenita, antes que mi paceña despierte, te escribo rápido y me acuerdo que tengo que guardar plata para el partido Bolivia vs Chile que “Hay que rompérselas, haber si así nos desquitamos con la pelota de las batallas perdidas.

Ahora que te leí, prometo escribir más seguido, cuídate, comete unas empanadas en mi nombre y por sí te preguntas, todavía guardo tu moneda entre mis cosas, testigo de esa noche en que la piel se cagó en la política.

Te escribo fija más tarde, de momento a aguantar el frío en esta peluquería de a luca y seguir leyendo mi Condorito, luego guardaré mi moneda de “la unión hace la fuerza” que necesito lustrar mis “guante” que compré en Iquique.

Un beso como abrazo de sal

Piedra Negra sobre una piedra Blanca




Me moriré en París con aguacero,un día del cual tengo ya el recuerdo.Me moriré en París -y no me corro talvez un jueves, como es hoy de otoño.

César Vallejo, Piedra Negra sobre una piedra Blanca

lunes, agosto 15, 2005

Momia Muerta (Onírica deja vu II)


Así en fresquito, como viene, como llegan las palabras a los dedos mañudos y caprichosos, vuelvo a este espacio luego de un silencio mudo y de una catársis de diván para gritar lo que pasa en este instante, lo que duele en este cuerpo.

Siento el deseo compulsivo de registrar el diálogo de diván, como un exorcismo, como una escena histriónica (no olvidar que este es un espacio público). Tengo que dejar esto escrito, antes de que la represión duerma las palabras.

Vuelvo a lo planteado en Onírica Deja Vu, desde el diván esta ves, y me encuentro con el lapsus redundante de querer sellar y afirmar lo que soy en la cómica frase “momia muerta esperando que la dejen hablar”.

Vuelve el tema de mirar de palco, de esperar la escena del dolor como espectador, como aquel que no se hace cargo de nada. Posición dura de no vivir o no querer hacerlo, esto de ser una momia, podrida por dentro. Un espectro que camina, teniendo control de su entorno, de ese su largo letargo y que se mantiene en la paradoja de volver a la vida o estar muerto del todo.

Pero esa muerte es de libreto, imaginaria es una pausa necesaria de silencio, para encontrarme con mis fantasma, un falso equilibrio creado en el que tengo el control de un universo de silencio y letras, en el que solo hablo con espectros.

El golpe de vida llegá con risas a montones, es el hilo de sangre en su risa, su caricia, su abrazo firme que clama por no separarse. Su presencia es la vida, la real, que me limpia de sudores y olores acostumbrados. Es ella entonces en su amor puro y liberador, por encima de la escena mental, la película de palco, está viva y me obliga a estar vivo y hacerme cargo. Benditas cadenas de vida entonces, las de su presencia, por que son la energía liberadora.

Cuando no esta, sin embargo, es cuando se cierran los ojos y cuando la piel se va secando y vuelvo a pudrirme. Tome conciencia clara de este hecho, el cansancio es claro y la conclusión una, busco el olor a muerte que destilo, esperando despertar a golpes por la vida. Más allá de todo estoy en pie y vivo, lo cual tiene miel y duele, pues así no más es.

miércoles, agosto 10, 2005

Varada en La Paz


" Antes de un descanso necesario, los dejo con la historía de una amiga, porteña de sueños de mochila, si la ven en el semáforo de la Plaza Avaroa, denle unas monedas, en mano propia y no se les ocurra hablarle de La Maga de Cortazar que le revienta". Me tomaré un silencio de esponja, de esos que recogen experiencias y vivencias y un respiro para quien lee estas líneas. Nos vemos en unos días

Blanca como leche Arcor me dijo el Peter, aquel Punk de ganchos oxidados y botas rotas . Le achuntó, era blanca de piel y paisana de las vacas gauchas. Estábamos hablando de que el país se partía y nos daba bronca que “Los Prisioneros” habían suspendido el show. Esperábamos que las cosas se pasen, que esta ciudad sea menos dura y que los rollos dejen de llenarnos el estomago de huecos.

De pronto llegó ella con sombrero naranja escondiendo los ojos y chamarra de cuero prestada a cambiar en el bar unas monedas. Trenzas de colegiala, mirada azul, muy clara en ojos blancos, muy liquida y cristalina para esta ciudad, labios de dulce sonrisa, un diente rebelde en ángulo y mil pulseras en las muñecas.

Diecinueve años, clase media muy al estilo Mafalda, de viejo laburando 12 horas diarias de sol a luna, para luego pagarse la vacación en Mar del Plata. Llegó a dedo, lo último que supieron los viejos era que se iba a Salta donde su prima. Paró en el norte si, pero sobre la carretera, de noche mientras la pareja de granjeros que la llevaba dormía, sólo por cinco minutos para buscar un baño entre ñandúes dormidos y paja brava.

Llegó a Villazón un lunes de mayo con 50 pesos argentinos y 200 Bolivianos para el bus. Con la mochila cargada de hilos de esperanza y su viejo cuaderno de notas. “El cuento del tío es invento nuestro, los bolitas son un poco lentos así que no pasa nada” se dijo. Comió una milanesa en un boliche y en dos segundos perdió pasaporte, hilos, agujas y todo, decidió llegar a La Paz de cualquier modo, dice que es de la que no deja una idea a medias, ahora no le quedó otra que construir este exilio forzado en las alturas.

Tres meses después la miro de reojo desde la esquina de la Plaza, esperando ansiosa el rojo del semáforo, pasa el sombrero, recoge las monedas y se muerde la bronca porque malabaristas italianos, usan su sonrisa en diente rebelde.

Necesita plata, ahorrar para saltar al Cuzco y terminar el plan, por eso se banca el frío, la poca plata. Quiere también volver a casa, a la playa que con esto de la altura y el sol paceño su piel de leche se está partiendo en mil.

Me contó esa noche su bronca con los Italianos que se acaban la plata del mes, las monedas que su sonrisa compra en el semáforo, que se gastan cada peso ganado en esa droga que llaman Cristal y que también llegó a La Paz. Me habló de que perdió todo en la frontera, de que tiene 19 años, que hace algo de teatro y escribe. Le gusta mucho Girondo y Stormi, los leyó en el Cole, le cae mal la maga de Rayuela por que le robó todas las ideas y eso de coleccionar lanitas, que quiere hacer cine, que La Paz le da frío, que la gente es tacaña y tiene fiaca de todo, hasta de mirar a su propio país.

Me miró y me dijo, “viste acá me tenés, varada en La Paz, sin un mango, todo lo que gano en ese semáforo se lo inyectan los italianos”. Me gusta La Paz, pero El Cuzco sigue pendiente y luego veré que pasa, ¿no me dás unas monedas”?.

Me había puesto mi Jean sucio aquel día y traía una pinta de miércoles estirado a viernes en la noche, con mirada roja y sequedad de cebada en el pecho. Tomamos un vino, intercambiamos miradas, no historias, ella insistió pagar con sus monedas y luego volvió al semáforo ¿yo? a lo de siempre.

Hoy bajó en el auto con uno de los clásicos hastíos paceños y me para el semáforo de la Plaza, entre malabares y traga fuegos, aparece ella de nuevo, ya los rollos de Junio pasaron quien sabe por cuanto tiempo y ahí me mira, esta ves con los ojos rojos e inyectados de humo verde, me mira ya no como la noche del vino y en lo que tarda en cambiar el semáforo escucho ¿“no me dás unas monedas”?


Mirada esmeralda de falso encargo
El tacto terciopelo en piel dispuesta
Ella oficio y espalda desgarrada
Se levanta firme sobre montes muertos

Geografía de humedades tibias
Conoces bien el arte, mejor aún el encargo,
No esta permitido mirarte con luz de día
ni beber la esperanza en tus labios

AL PASAR UN COMETA

A ti pequeña mía el poema de Sáenz, a tí que en tu inocencia no tienes idea aún el dolor y furia de mi lucha, a tí que tienes que saber más temprano que tarde que el egoísmo te tiene presa. De momento no decir nada y cultivar con paciencia el lazo de sangre que nos une es la estrategia
AL PASAR UN COMETA
En lo alto de la ciudad oscura
(Jaime Sáenz)
Una noche en una calle bajo la lluvia en lo alto de la ciudad oscura
con el ruido a lo lejos
es seguro que suspirará
yo suspiraré
tomados de las manos por un gran tiempo en el interior de la arboleda
sus ojos claros al pasar un cometa
—su cara llegada del mar sus ojos en el cielo mi voz dentro de su voz
su boca en forma de manzana su cabello en forma de sueño
una mirada nunca vista en cada pupila
sus pestañas en forma de luz un torrente de fuego
todo será mío dando volteretas de alegría
me cortaré una mano por cada suspiro suyo me sacaré un ojo por cada sonrisa suya
me moriré una vez dos veces tres veces cuatro veces mil veces
hasta morir en sus labios
con un serrucho me cortaré las costillas para entregarle mi corazón
con una aguja sacaré a relucir mi mejor alma para darle una sorpresa
los viernes por la tarde
con el aire de la noche cantando una canción me propongo vivir trescientos años
en su hermosa compañía.

martes, agosto 09, 2005

Mis amigas.......


Vomitan al viento sus deseos
las muy mañudas, beben de mis muelas
Saltan en mis ojos, mi cuerpo, mis yemas
Certeras, rompen el eco de mis líneas
Se agolpan, empujando nudos ciegos
Se levantan rompiendo triángulos al cuello

Taladran cada furia, cada espera
Con espuma y sal en el vientre
Con rabia y tacto de limón
Uñas negras de la china, tentáculos de furia

Deshojan cada línea no dicha del cuerpo
Se alimentan de vísceras sintácticas
Me duermen de un combazo
Me secan de un toque
Liberan muertes y espuma
Mis amigas....
las palabras

lunes, agosto 08, 2005

La Marilyn

Sobre esto de los affaires, los reales e imaginarios, viene a mi mente luego de hablar sobre el tema con una amiga, una historia que escribí hace un tiempo ya.

Recuerdo todavía a la propietaria de la inspiración. La Paz aire de otoño en la niebla, canela en luces rojas, madrugada con hierba buena, tabaco y cumbia villera. Ella piercings, por el cuello, por el suelo, por la alfombra del deseo, en fin como diría Joaquin "ella, lengua de gato, bicarbonato con porcelana, dolor de muelas, pan de zenteno, hasta las suelas de mis zapátos te hechan de menos".

Una historia de seducción con fantasmas me dejó la pregunta de ¿cuan cierto es que la piel que no se toca, tiembla aún más que la que es mordida con ansias? Todavía me paro en la esquina de aquella gasolinera para verla...¿vendrá? .
La Marylin

Eusebio destilaba sal, la humedad que se vierte de poros mal labrados, permanecía en pie mirando ríos negros brotar de los ojos de aquella que le brindaba su pecho blanco cada noche. Ella, cabello gastado de tanta resolana, labios testigos de mil humedades, ella, La Mary como la conocían en la casa, amiga fiel y testigo de orgasmos de alquiler, esperaba paciente en la ventana de aquel caserón verde, el tacto cobrizo y la sed morena en la lluvia.

Llegó como siempre a la esquina, puntual al cigarro, dispuesto a los labios, firme en su risa. Ella con la seda tersa en piel, insinuando los montes fresa, la ruta húmeda al tesoro guardado. El en un vuelo lineal y ciego encausó la furia a su imagen. La húmedad de vapores claros, el tacto y los ojos bebiendo poco a poco la tibieza de su lengua, la sedienta línea roja, sutil río partiendo en simetría exacta sus mitades, frontera clara separando pezones rosa, su lengua de gato y su carmesí sudor en piel.

Eusebio caminaba acelerando el pulso, viendo el conteo elevarse preciso en segundos y liquido emergente. Llegaba al punto sin La Mary presentirlo, con un tacto preciso el bisturí cilíndrico vertía con furia la fuerza contenida. El volcán de acero derramaba lava en sus ojos, en los de Mary en su piel de ajenjo.

La humedad volvía a taladrar la espina seca de Eusebio, su vientre celebraba el viaje nocturno a su sexo. El encuentro era breve, su piel bebía el humo de María, gota a gota en cada poro.
La fuerza empapaba su vientre, volaban muertos vivos en el semen contenido. Gota a gota el canal rojo bebía el magma de placer, el humo retornaba y los ojos se mojaban de añoranza.

Maria con un beso de encargo agitaba la mano, esperando un nuevo tacto en su pecho, Eusebio apretaba con fuerza y brotaba firme por los labios, por su vientre, por el enterizo manchado, el tibio almidón de sus entrañas, la gasolina disolviendo la humedad en sus manos frías, el humo de La Mary.

La gasolina desbordó el tanque del auto rojo y bebió con placer la lluvia, mojo sus partículas en un coito de cloaca. El orgasmo fue quedo, mudo, solo basto una chispa. El auto estaba vacío, el dueño meaba frente al burdel de la esquina, la explosión fue sorda y seca, poco quedo de Eusebio, firme eso sí la manguera en su mano, apretando con fuerza el gatillo, firme el pucho en la otra y los ojos secos, fríos con restos del humo de Maria en la ventana.

sábado, agosto 06, 2005

ENOLA GAY


Va un extraco de esta canción de Andrés Calamaro para los Cowboys del norte, todavía recuerdo haberla disfrutado en mi Discman, con un pucho Derby boliviano, sentado en las gradas del Capitolio, cuando estuve por esos lares...

Where the hell is Argentina?
I´ve never seen that in a map
As a matter of fact,
I´ve never seen a map in my life

Lady, do you know how the tango is?
so have a mango, have my mango please
So you will start to have an idea how the tango is

Creo que si fuera mas latino americano seria mas yanqui
Do I so proud?
Am I talking loud enough?
Who the hell is Oprah no se qué?
Who the hell is Leno? (Jay Leno)
I like Leno
He´s like the facha bueno

Y América silenciosa como decía Dick es otra cosa, es otra cosa,
es un montón de autopistas y ni puta idea que...
Supongo que siendo un pedazo de mierda, sad american born
eso me convierte en un brother en un carbón, en un negro cabrón,
good shit men!!!good shit men!!!good shit men!!!good shit men!!!

Walt Disney congelado ¿se habrá acordado de llevarse el Acapulco dorado?,
push it me, push it me
Boy George, Michael Jackson,
Brawn Jordan, Steve Jordan, Steve Mc Queen,
Los judios que se cambian el apellido, algo huele a podrido,debe estar prohibido,

y no pierdas de vista a los turistas, put an eye on them
con sus Cannon, Leika, Sony, JVC y Panasonic, Nokia,
camaritas y su puta madre,
¿De dónde saldrá la ensalada de tuna fish?
¿Dónde la tendran guardada?, guardada la ensalada

uuuhhhI love America, I really love it
maybe the place where I have to live (some day)
Some Some Some some day, Sammy Davis,

Hay de todo y el Enola Gay,
hay de todo y el Enola Gaydo
Dp you know what the hell the Enola gay is?
es el avión que tiro la bomba sobre Hiroshima,
es el avión que tiro la bomba sobre Hiroshima!!uuuhhh

Disney world, Dysney Land, por el culo te la dan,
Hermano yanqui, dame la mano, I´m a sick hispano
brother of my, give me your hand,
I´m hispano puto loco blanco y chiflado,
brother of my, give me your hand,
I´m hispano, puto, loco, blanco y chiflado,
show me your shit
show my your shit again
And drop a bomb over B.A
please drop a bomba over B.A.
but do it now!

Hay que sacarse el sombrero,
¿en serio fueron a la luna?,
¿para que fueron a la luna?
¿y cuantas bombas tienen capaces de hacernos mierda???

Andres Calamaro, El Salmón

jueves, agosto 04, 2005

The delicious art of stab



The Revenge is a good dish served cold.....Remember me always

¿Dónde quieres el sablazo?
por hoy mil sonrisas huecas
Al final tiempo es lo que más hay
luego llegará el golpe exacto
El ojo por ojo deja al mundo ciego (M. Gandhi)

miércoles, agosto 03, 2005

Miercoles 8 PM, el Borgoña entibiando



Media semana y esta hora es la clásica, la tipica del no me da la gana, de no quiero a nadie, de buscar una buena peli y sentirme totalmente improductivo en casa. La hora de empezar a leer, por que terminar tal vez nunca, la edición 400 años del Quijote que me autoregale hoy.Me pongo a pensar en esto de forzarme una vida de ermitaño que me dará sin duda con el tiempo “flojera emocional” a la gente y mi tolerancia bajará a un nivel cero: Lo cual si que esta peligroso, si algún día ella, la sin nombre, decide redecorar mi sala y poner sus bragas junto a mis medias blancas.Por ahora escucharé al viejo Lou y pondre ritmo melancólico a los fantasmas que viajan conmigo. Hoy miércoles es un buen día para un Borgoña en el Lounge Café y tal vez así con la mente un poco masajeada llegar a casa a dormir pensando en que mañana será, pues el fucking hoy que me aburre…a ver si entre vinos, algo así muy onda Sideways, puedo tejer palabras con unos labios miel.....quien sabe, todo puede pasar en un miércoles paceño. Ahí va la canción para el coche, la música va por cuenta tuya.

Perfect Day(Lou Reed)

Just a perfect day,
Drink Sangria in the park,
And then later,
when it gets dark,
We go home.
Just a perfect day,
Feed animals in the zoo
Then later, a movie, too,
And then home.
Oh it's such a perfect day,
I'm glad I spent it with you.
Oh such a perfect day,
You just keep me hanging on,Y
ou just keep me hanging on.
Just a perfect day,
Problems all left alone,
Weekenders on our own.
It's such fun.
Just a perfect day,
You made me forget myself.
I thought I was someone else,Someone good.
Oh it's such a perfect day,
Perfect Day
Just a Perfect
I'm glad I spent it with you.
Oh such a perfect day,
You just keep me hanging on,
You just keep me hanging on.
You're going to reap just what you sow,
You're going to reap just what you sow,
You're going to reap just what you sow,
You're going to reap just what you sow...

EL CHE MODELO 2005



En este instante el Señor Ernesto Guevara, argentino de nacimiento y cubano de adopción descansa en un mausoleo de Santa Clara Cuba. Duerme en una urna hecha probablemente en la China Comunista. Sus ojos ya no ven Utopías y menos al mundo en motocicleta, su frente prominente no elabora más revolucionarios discursos, sus huesos son el parque en que gusanos juegan a las escondidas por sus orbitas huecas. Al mismo tiempo se estrena en La Paz sin muchos bombos o platillos “Di buen día a Papá” opera prima de Fernando Vargas y con guión de Verónica Cordova.

Primer día de función, me apuro en llegar al cine con temor a partirme el cuello en las primeras filas o no disfrutar de cerca el paisaje desde la fila 25. Compro la entrada, veo la taquilla y solo están salpicadas algunas entradas por ahí, ¿primera señal del nuevo siglo? No se.

La película transcurre a mi gusto con el ritmo exacto, con buen sonido y mejor fotografía aún y termina como debe ser. Cuando se prenden las luces, busco por ahí a mi amiga Vero, aquella del 92 con el rostro lleno de Benedetti, la que planeaba la caravana del Che 25 años. La Vero no está, Lucho Espinal ya no aparece en las paredes de la Católica. Salgo del cine con sabor amargo de sueños, con ese conformismo que decía el Lucho, que al final de cuentas acabo llegando no más.

El Che hoy es fashion, aparece en camisetas y es cool llevar un tatuaje suyo, su imagen se vende por Internet como estampita en Vallegrande. Si Vero, te cuento que fui a ver tu peli, el guión seguro quedó como lo soñaste.

Luego de la película me fui caminando por la 6 de agosto, como en los tiempos de planear sueños en el Café Oro y fui recogiendo imágenes de la noche de estreno. Se te dio la peli Vero, un Che globalmente cool de tatuajes y estampados fue conjurado al menos en hora y media.

Si Vero el Che está muerto y es puro hueso en los corazones de quienes por ahora viven su vida Light, en la juventud paceña que lo compra de rebote en ropa GAP, que toma cerveza en la 21 que manda SMS, entra al MSN, ve MTV y se va perdiendo así en un mundo de siglas y mercado.
La peli me dejó ese sabor a esperanza y muerte, a la necesidad de creer y cerrar círculos aunque me voy preocupado por que no sea otro círculo cerrado, en ti en tu tiempo, en nosotros. El Che se fue, de Vallegrande, quedó el cinturón y un altar en el árbol, eso basta, al final la esperanza o la muerte es cosa de uno no más.

El Che aunque muerto me dejo en la película ese sabor trasnochado de ser pueblo, de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en el mundo. Los changos no fueron estaban chateando, no se acuerdan del Che, no tienen tiempo entre tanto Evo y Nación Camba

Me quedo con el juego doble de esperanza y enterrar muertos que nos da la película. Al final así es, ante un mismo hecho uno decide que nombre darle, decide enterrarlo y dejarlo partir o aferrarse a su esencia y hacer que nunca muera.

Si pues changa, había pocos “loros” en el cine, La Alison, estaba acullicando, tres gringos que se han debido rayar por no haber subtítulos. Estaba yo, buscándote a escondidas en la noche, por si en algún lugar estabas esperando el aplauso final, ese tan chistoso, seco y corto que nadie en la pantalla escucha. No importó el aplauso tímido de 10 palmas trasnochadas, valió la pena aunque en el fondo sepa que el Che modelo 2005, es Light y cada vez que quiere hablar en el atrio, encima su mural le pintan otro gran anuncio de Coca Cola que le acaba meando la boina.

Por si les interesa más de la película

http://www.buendiapapa.com/
http://www.pagina12web.com.ar/diario/suplementos/radar/9-1508.html

Secando Mares


Nada que decir, sólo restos de mar rompiendo las paredes.
recuerdos que se filtran en cascadita de ausencias,
en surcos abiertos por arañazos de piel.
Se anda escapando la memoria chorro a chorro,
en cada silente homenaje secando el cuerpo de roca,
en cada tacto cristalizado en la piedra.
Por suerte el pecho es de granito
y es invierno
y hace sol
y el aire esta seco
y no llueven aromas.
Las grietas de julio sanan con Mentisán.

La Virgen del Pollo Frito


Por azar o efecto cadena, aún no lo sé, tropecé en la oficina, con un ejemplar de un excelente comic al óleo, elaborado en Colombia por Beccasino y Maldonado. El mismo tiene el sugestivo título de “Protégenos, sálvanos Nuestra Señora del Pollo frito”. Primero pensé que me encontraba ante un nuevo fenómeno religioso producto de una de las tantas sectas que ofrecen desmayos y convulsiones gratuitas y garantizan curarte de cualquier adicción visitando sus templos.

Luego de convencer a la propietaria que me pueda facilitar el tan mentado ejemplar, disfrute en una fugaz lectura nocturna el manejo visual del cómic, los textos bien logrados y el estilo gráfico muy a lo “manga japonés” . Ahí cobró sentido el comentario en la solapa de Ray Machado de que más que un cómic se trataba de una profunda reflexión sobre la fe popular.

Sigo escribiendo y frente a un monitor, disfruto de un masco de mi pollo Copacabana y me entero que la Virgen apareció en una pata de pollo frito en un local de Bogota. No se si santiguarme 3 veces, si asumir que debajo del rebosado esta la carne divina de Dios o creer que si por ahí en algún tendón esta no más un bigote de Cristo. Sea como sea si es así en todo caso me alimentará más que la panza el alma.

La historia cuenta que cuando un colombiano se aprestaba a morder su pierna de pollo frito la Virgen, sin más ni más, se le apareció en la carne, luego a medida que los fieles crecían apareció también en la telita de un huevo, por eso ahora su imagen lleva una pierna irradiando luz en una mano y un huevito con alas en la otra.

Poco a poco voy leyendo la historia y pienso en esto del imaginario popular y el sincretismo de nuestros pueblos. Hoy por hoy, leyenda urbana o realidad, no lo se, pero dicen que la Virgen es conocida como patrona de sicarios, narcos y magdalenas de esquina, intercesora, de todos aquellos que dizque por necesidad y nada más no tenían otra que caer en la delincuencia.

Así como en Bogota, en La Paz necesitamos que nuestros ojos miren señales, que alimenten esperanza, aunque sea en la comida chatarra, tenemos que ver no más para creer, convencernos de que fue nuestro muertito quien comió la tantawawa que le dejamos en todos santos y no las palomas.

Vírgenes en el pollo frito, Cristo sangrando gotas de aceite en el teflón, médicos muertos que te operan la vesícula, la silueta de la Virgen de Copacabana en una nube de gas lacrimógeno en San Francisco, en fin la lista sigue, como sigue la desilusión y la falta de esperanza, como las ganas de que Dios nos mande pues más señales aunque sea por mail.

El marketing mediático sin duda, ayuda a construir nuevos iconos, nuevas imágenes. En la historia que les narro, todo empezó con un locutor de radio que dijo….”Que pasaría si antes de morder tu presa de pollo, una virgen se apareciera impresa?..." De ahí en más el resto fue pura publicidad e imaginario popular.

La fe en imágenes es creada a partir de eventos cotidianos y gracias al corre ve y dile es luego agrandada y sostenida. Luego sin darnos cuenta acabamos elevando altares en lugares inimaginables. ¿Será que la fe esta venida a menos en nuestros pueblo?, ¿qué necesitamos ver?, ¿qué estamos hambrientos de milagros?

Debe ser así no más, queremos la sorpresa inexplicable que surge así mágicamente, no como accidente, no como producto del juego del aceite en la olla, sino como sorpresa, como mensaje divino que llega cuando más jodidos estamos para decirnos, acá estoy yo, te estoy mirando, te estoy diciendo para que lo cuentes, para que se multipliquen los creyentes.

Me quedo pensando en esto del Comic, de la intensidad de sus imágenes, de que hay vírgenes y santos para cada fin. Me acordé del escapulario en el tobillo del sicario para correr rápido, en esa seguidilla de dioses a medida, en el hincha brasilero que le reza al Cristo del Corcovado antes del fútbol.

Uno cree al final en lo que le da esperanza y le ayuda a aguantar el frío, el del alma y el de la calle. Mientras Dios este dentro, mientras mantengamos la esperanza viva, más allá de imágenes pululando por el desesperado mundo vale la pena.

Putas, y clientes le rezan al mismo Dios y por estos días El Vaticano se saltará procedimientos para hacer santo al Papá recién muerto. Seguro que pronto mil milagros callados tímidamente por años, se harán hoy públicos y su imagen volará de Roma a miles de sartenes y cortezas de árbol por el mundo.

Me quedo en la pregunta de esto de la fe popular, en que la Virgen apareció más veces en los dos últimos siglos en más lugares que cualquiera, en esto de que uno construye milagros por que los necesita para estar vivo.

No quedó claro nunca en la historia de Bogota si la virgen tenia “abrigo para la lluvia o capa larga, algunos dice que era bajita, otros que era más bien alta y rubia, otros los más que era un poco bizca y que tenia el cabello castaño. Al final poco importa, si cada quien ve lo que quiere ver y cuando necesita verlo.

Por si acaso de acá en adelante miraré bien la comida antes de cometer algún sacrilegio y si por descuido le muerdo el ala a un ángel de mi hamburguesa o Dios me castiga por no retransmitir por mail alguna cadena de oración clarito será.