jueves, julio 31, 2008

Trajines y Haceres



Después de cinco años en que esta juntucha se fue armando, caminando la ciudad, bebiendo sus calles y su gente. Después de cinco años de escribir en servilletas, libretas, espaldas, ojos, ombligos, paredes, minibuses, plazas, baños de antros, catres de otros antros.

Después de todo este tiempo, esta mescolanza paceña con sabor a sus calles, su gente, sus lugares, sus intimistas memorias, verá la luz transformada en libro. La cita el 5 de agosto en el Café Café Cultural de la Calle Campos esquina 6 de Agosto a horas 19:30.
Están todos invitados a la presentación oficial y a la informal durante todo el 6 de agosto, los espero........


La Paz ha encontrado su cronista contemporáneo. Paul Tellería Antelo se define a sí mismo como un turista de su propia ciudad. Sin embargo, si recordamos a Paul Bowles en El cielo protector, habría que decie que Tellería es más bien un viajero. El turista pasa por los sitios con un aire efímero, sin dejar huella; el viajero puede quedarse muchos años en un lugar, y se va adueñando del alma de las ciudades y paises que visita. En Trajines y Haceres, el cronista discurre por toda la cartografía de la ciudad, la hace suya a través de viajes en trufi o caminando. Vale la pena acompañar a Tellería: lo que nos entrega es una La Paz íntima, entrañable. (Edmundo Paz Soldan)


viernes, julio 25, 2008

Amourous I

Johnny no es una víctima, no es un perseguido como lo cree todo el mundo, como yo mismo lo he dado a entender en mi biografía (por cierto que la edición en inglés acaba de aparecer y se vende como la coca-cola). Ahora sé que no es así, que Johnny persigue en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo en la vida son azares del cazador y no del animal acosado (Extracto del perseguidor, Julio Cortazar).

¿Qué persigo, con la palabra, con la traducción de anécdotas con el capturar improntas de imágenes cotidianas y traducirlas en relatos en remedos de crónicas, en prosas mal tejidas?. No lo sé, será ese tema del desear, como decía bien Cortazar en El Perseguidor …¨En su caso el deseo se antepone al placer y lo frustra, porque el deseo le exige avanzar, buscar…¨ , refiriéndose a la búsqueda de Jhony o siendo claros de Charly Parker, del músico, del artista, en últimas de cualquiera que quiera romper la burbuja predecible.

Amplias discusiones sobre esto de escribir y vomitar la anécdota, en contraposición a la ficción, han sido las que me han llevado a reflexionar hoy sobre perseguir o ser perseguido. Es cierto, algunos persiguen sistemáticamente algo tan volatil como el éxito, la fama. Otros persiguen de forma errática y ansiosa, desesperada, terca y sin plan. Esto los lleva a perder el tren, a publicar al reves su obra, a fallar en el momento exacto, a meterse autogol cuando están apunto de ganar un partido. Persiguen con la necesidad de siempre encontrar el error preciso que anule su éxito.

Vuelvo a la pregunta de ¿qué busco en esta clase de purga? No es oficio, está claro, esto de sacarle tiempo al tiempo para escribir y querer juntar todo lo escrito a fuerza de angustia para lanzarlo como balde de tinta en la cara de los lectores. No es riguroso esto de hacer literatura a empujones lo sé y en mi persecusión sigo haciéndolo.

Reflexiono mientras escribo este borrador de ensayo desafinado, valga la analogía, la burda comparación literaria y en mi redundancia me encuentro pensando en el numero de páginas que aún mi editor debe corregir antes de que mi libro "juntuchado" este listo. Mientras escribo interrumpe mi silencio una mujer de 23 años que trabaja de pasante en mi oficina. Ella ordena files de personal sobre el escritorio, a 20 centímetros de mi oreja. Me irrita la burocracia y los papeleos de oficina, ultimamente me irrita.Es difícil escuchar el Jazz con el crujir, crujir, de papelitos en la mesa y mantener la calma para plantear algo coherente.

Debería tener, de una vez, una maquina propia y dejar esta insistencia de creer en que hay lucidez al escribir a las 14:30 con apenas 15 minutos para pulir lo escrito. Debería aceptar el destino de sangrar de madrugada en silencio, algo coherente, valido, profesional con aroma a aplausos para la crítica. En fin, el blog te da ciertas concesiones, ciertas libertades, lo ha venido haciendo los últimos años, por eso lanzo esta diarrea de palabras sin asco. Esto bajo ningún punto de vista me otorga permiso a mostrar cierto afan de arrogancia y furia ante aquellos que no entienden la necesidad de develar lo íntimo con cierto aire de caos “juntuchado” y nada más.

La verdad yo tampoco entiendo mis encuentros abruptos con este lienzo negro. Es como sí las palabras crecieran como notas musicales en mi cerebro. Como si mudos ritmos golpearan con dolor punzante de saxo y salieran palabras a tropezones, en desorden y nada más. Cortazar tal vez afirmaría que yo también calzo en esa frase de … un pobre diablo de inteligencia apenas mediocre, dotado como tanto músico, tanto ajedrecista y tanto poeta del don de crear cosas estupendas sin tener la menor conciencia¨¨... Si, algo de eso debe haber en lanzar y lanzar palabras como si fueran piedras, de ahí a que las pedradas literarias sean estupendas es otra cosa.

Un poco de suerte debe existir en desparramar palabras como ajos, como cebollas al sartén y obligar luego, a quien este listo a comerlas, a tragarse el revuelto de letras. Algo de eso debe haber en creer que los pensamientos, tan caóticos, quedan perfectamente entendidos por el lector. Es que la palabra debe ser nomás el vehículo del mal entendido como decía Lacan, pero esa es harina de otro costal.

Sin duda algo de eso tan naif, tercamente mediocre, nos surge a algunos perseguidores paceños, que con la “la persecuta” a cuestas, entiendase resaca, entiéndase chaqui, empezamos a creer que es posible construir un camino lanzando palabras como si fueran serpentinas al aire. Si, los perseguidores criollos, esos pobres diablos andan, parafraseando a Cortazar, corriendo como liebres tras un tigre que duerme y se entercan en hacerlo caóticamente sin sentido aparente hasta que de un tropezón en la carrera dejan el juego. Aún no entiendo, debo afirmar, aún no entiendo ¿porqué perseguir embriagado de sustancias, obnubilado de ansiedades, en vez de evocar en la paz del escritorio, con calma y bisturí preciso en la palabra?. No entiendo pero habemos algunos que estamos esclavizados en esto de lanzar y lanzar palabras al aíre como si eso fuera hacer obra, asfaltar el camino de sentidos.

Si tuviera la posibilidad de charlar con Bruno, el personaje del Perseguidor, tal vez le diría algo así como a mí también me gusta el ron con Nescafé y juego a sentirme perseguido. ¿Es más fácil, no lo crees que dar la vuelta la tortilla y aceptar que perseguimos algo que no sabemos bien qué es?

Sin duda en esta carrera lineal, en la persecución, paradójica búsqueda del objeto deseado, me encuentro hoy de golpe frente a una pagina en blanco en la que escribo, como en una carrera ezquizoide, sin mirar atrás, con temor al lobo, sin parar a recoger acentos guarda instantes, imágenes de esta mi persecución sin nombre.La construcción desordenada, disgregada, “melange” de palabras, como diría la flaca de mirada de uva, toma sentido en la terquedad de juntar todo en unas paginas. La recuerdo a ella sentada en la alfombra naranja, celebrando con caritas felices el poco orden que mis textos parecian devolverle en poesías y figuras y yo ansioso por que pare, por que tenía que correr a perseguir a seguir buscando sin importar las correcciones.

Podría ampliar las catarsis o discusiones , jugar a que esto es un ensayo literario. Obviamente eso sería una ofensa, que sólo los faltos de academia pueden producir, para aquellos que son ingleses en extrema pulcritud y limpieza gramatical. Tal vez es más simple, tal vez es que a esta hora sólo quiero vomitar palabras antes de irme por que me molesta el sol pinchando en la oreja y me viene algo así como un aire de viernes con sabor a parque, preámbulo de las ganas de Huari fría que me llegarán al atardecer, presagio de las ganas de cantar, jugando a la ronquera de Tom Waits, que llegarán inevitables al amanecer del sábado.

Si ya sé, ya sé me perdí en esta persecución circular de algo que ni yo mismo entiendo que es. Me suele pasar con bastante frecuencia cuando tiendo a vomitar palabras sin orden aparente y entonces salen, de la mano de una idea, salen. También se empiezan a dibujar luego de un recuerdo, de una imagen retenida en la memoria, de un texto que da la vuelta la cabeza.

En fin ya me olvidé el sentido de estas líneas. Me acuerdo sin embargo que hace tres días vi a Forrest Whitaker interpretando a Charlie Parker en una película que se llama El Saxofonista. Que leí nuevamente El Perseguidor de Cortazar. Que tomé un Fernet en la ventana persiguiendo fantasmas. Que entre llantos dibujé manos y besos en una espalda de bruma. Que me acordé en la mitad del divague que mi hijita me preguntó el otro día ¿papi porqué la luna nos persigue?

jueves, julio 24, 2008

¿abriendo el paraguas?

Hoy me siento así, yo el juntuchador de palabras, el chanfainero de versos. ¿la juntucha de mis textos irreverente y terca, insiste en mezclar prosa, poesía, crónica, relato en un libro poco minimalista. Se que de acá a un tiempo los críticos le darán palo y más aún me dirán ya, ya te dejamos entrar en el jardín de palacio de palabras ahora aprende primero a ser jardinero y miranos como tomamos té hablando de poesía y literatura.

La crítica tan necesaria y tan vana con ella convivo estos días. Hoy por si queda dudas sobre mi falta de autocrítica tomo partido por la crítica y me convierto en mi primer detractor en el mayor crítico de "la juntucha" como estílo literario y a su vez la defiendo a capa y espada como mi forma de hablar mi palabra.

Hice una obra que pronto será pública, como quien hace un revuelto de huevo, luego de despertar con chaqui a la mañana y le pone todo lo que encuentra en la cocina. En ningún caso vacie mis palabras de una botella de añejado Cabernet para que el lector se quede con el sabor del vino. Mi chanfaina de palabras será una mezcla de olores y sabores para el que la lea. A algunos les dará acidez y no les calmará el chaqui a otros les dejará ese rico saborcito a sarsa para continuar el día y preparar la panza para más cerveza.

A los críticos tal vez les suelte el estomago, en todo caso me tienen sin cuidado sus flatulencias.
A los que leen esto los invito a comer de esa juntucha de palabras. Todavía no tengo lugar y eso me anda estresando, pero la presentación del libro está confirmada para el 5 de agosto a las 19:30.


Oda a la Crítica
(Pablo Neruda)
Yo escribí cinco versos:
uno verde,
otro era un pan redondo,
el tercero una casa levantándose,
el cuarto era un anillo,
el quinto verso erac orto como un relámpago y al escribirlo me dejó en la razón su quemadura.

Y bien, los hombres, las mujeres,vinieron y tomaron
la sencilla materia,brizna, viento, fulgor, barro, madera
y con tan poca cosa construyeron paredes, pisos, sueños.
En una línea de mi poesía secaron ropa al viento.
Comieron mis palabras,las guardaron junto a la cabecera,vivieron con un verso,con la luz que salió de mi costado.

Entonces, llegó un crítico mudo y otro lleno de lenguas,
y otros, otros llegaron ciegos o llenos de ojos, elegantes
algunos como claveles con zapatos rojos,
otros estrictamente vestidos de cadáveres,
algunos partidarios del rey y su elevada monarquía,
otros se habían enredado en la frentede Marx y pataleaban en su barba,
otros eran ingleses,
y entre todos se lanzaron con dientes y cuchillos,con diccionarios y otras armas negras,
con citas respetables,se lanzarona distupar mi pobre poesía
a las sencillas gentes que la amaban:
y la hicieron embudos,la enrollaron,la sujetaron con cien alfileres,
la cubrieron con polvo de esqueleto,
la llenaron de tinta,
la escupieron con suave benignidad de gatos,l
a destinaron a envolver relojes,
la protegieron y la condenaron,le arrimaron petróleo,
le dedicaron húmedos tratados,
la cocieron con leche,
le agregaron pequeñas piedrecitas,
fueron borrándole vocales,
fueron matándole sílabas y suspiros,
la arrugaron e hicieronun pequeño paquete
que destinaron cuidadosamente a sus desvanes,
a sus cementerios, luego se retiraron uno a uno enfurecidos hasta la locura.

Porque no fui bastante popular para ellos
o impregnados de dulce menosprecio por mi ordinaria falta de tinieblas,
se retiraron todos y entonces,otra vez, junto a mi poesía
volvieron a vivir mujeres y hombres,
hicieron fuego,
construyeron casas,
comieron pan,
se repartieron la luz
y en el amor unieron relámpago y anillo.

Y ahora, perdonadme, señores,que interrumpa este cuento
que les estoy contandoy me vaya a vivir
para siempre con la gente sencilla.

lunes, julio 21, 2008

A Crispin Portugal

Mi nombre es Crispín Portugal Chávez nací el 17 de noviembre de 1975 y mi chapa es ‘el torcido’. Vine al mundo un día lleno de niebla y frío, aparecí totalmente vestido a lo caballerito; crecí un poco y empecé a doblarme como un arco, comí mucho y nunca engordé y de ahí que comprendo que mi chapa sea “el torcido”. (Crispin Portugal).

Dice que soñaba con morir y que su primer poema, escrito a los 8 años, se titulaba “siempre quise morir menos hoy”. No conocí en persona a Crispín Portugal, leí su obra eso sí y me pareció ver su sombra en el Etno. El Willy me había invitado a una lectura de poesía y narrativa entre paceños y alteños- somos lo mismo, para que la diferencia le había dicho- va a ser “mascara contra cabellera” entre poetas ven nomás- me respondió. Ya en mitad de la lectura lo vi, escuchando ceremonial y reflexivo a sus cuates de “Los Nadies”. En la mesa del fondo, atenta con sus manos entrelazadas, estaba su sombra. Escuchando desde su muerte larga el aparente debate sin nombre entre los de La Hoyada y los de La Ceja.

Conocí poco a Crispín, compré todos los libros de Yerba Mala Cartonera y supe de él farreando alguna vez con el gaucho aquel que alucinaba con la movida cartonera alteña. Entre trago y trago y defensa de la piratería, como un derecho y un deber en Bolivia, salia tu nombre.

Ayer te leí Crispín en Fondo Negro y me quedé reverberando en las recurrencias de la muerte, en el egoismo y la independencia de volar sin miedo, solo. Yo también leí Frankensteín y me estremecí con el último capítulo igual que tú, pero así de manera imaginaria nomás, no por ácidos fosforados. Verás tú, todavía me jalan la pata fuerte muchas cosas para quedarme de este lado y “la calaca” sólo me coquetea, no me quiere besar todavía.

Crispín, recordé tu memoria un año después en el arrepentimiento de haber sido tan gil y no compartir más con ustedes, de jugármelas más en la calle con los cartoneros.Esta noche van a leer poesía en el Etno, anda, seguro que uno que otro cuate borracho te va a nombrar y tu cagarás de risa por que no entienden, por que sólo saben de homenajes, por que no fueron cartoneros, por que no chuparon en la Wayna Tambo y menos, mucho menos conocen el tistapi de un nicho.

Tu “temida e inspiradora muerte” te ha llevado como querías. En tu ataúd, un año después tus huesos siguen torcidos y tu palabra por todo lado se está haciendo escuchar como “jalón de trenzas” de “Almha la vengadora”. Esta noche le meteremos un "chuchuasi" a tu nombre, me voy no sin antes pedirte permiso para robarle al Fondo Negro este texto tuyo como homenaje desde un lector del hoyo a la contundencia de tu Ceja.


Tú y tú como dos

Crispín Portugal
Tembló tu carne al escuchar la voz negra en la tarde, mientras ella con su viento lo nublaba todo con polvareda, dejándonos en la penumbra sin ser noche. Mi cuerpo empezó a absorber la humedad, la tristeza de estas paredes tiesas olor a trago, mareándonos más de lo que habíamos bebido. Me acerqué a ti que te dejabas escapar por la ventana, te veías flotando impulsada por el fuerte ventarrón sin que las venteras, que tiritaban de frío y recogían en sus aguayos sus mercancías, se percatasen de tus cabellos que se enredaban en las rejillas de algunas pasarelas.

Quisiste recorrer la planicie de esta ciudad pero la montaña canosa con el nombre del joven carcomió tu tiempo calculado.

Cerraste los ojos y buscaste en mí un poco de calor, te abracé con fuerza, froté tu espalda y te retorciste. Quise cortar tus cabellos, cuando empezaste a llorar, toque tu mejilla de barro y un gemido eficaz como tu llanto escapó de tus labios: te hacía daño, pues todo tu ser estaba malogrado y al borde del derrumbe; entonces comprendí que nuestro calor se esfumó.

El ámbar de este silencio se ahumó, se vio terriblemente estrujado, mis ojos vidriosos reflejaban el catre, el bacín que sirvió de cenicero, el perchero con cariz de arlequín, el velador donde se desvanecían unas monedas, donde yacen tiesas unas llaves, donde brillan unos sobres nerviosos. Ahí estás tú quitándote la ropa aprisa, segura, decidida, secándote las lágrimas para después meterte en la cama y cubrirte con las frazadas sucias, dejándome un espacio que sin lugar a dudas lo ocuparía.

http://yerbamalacartonera.googlepages.com/lamuertedecrispinportugal.pdf

miércoles, julio 16, 2008

Ejercicio Absurdo II

"Por favor no hagas promesas sobre el bidet, por favor no me habras más los sobres" (Charly García)

"...Caminábamos, con los pies para arriba y las manos cogidas, en el cuello de la botella. Ella se vestía casí exclusivamente de negro, salvo algunos toques de púrpura de vez en cuando..."(Henry Miller)

Este texto empieza con dos epígrafes disgregados, antagónicos o complementarios cuando se ponen frente a la mirada amarilla de la de furia lila. Recuerdo su tanga negra en la caida. Pétalo podrido, de sus caderas a sus rodillas. Lindas piernas, mejor aún cuando forman una X con sus dos rodillas, al verla sentada en el inodoro. Te mira con la chompa negra, te reverbera dos sandeces y eso de "tu no me tiras bola, sólo me tiras".

Era importante hacer caso a la rima barata que disfrazaba esa advertencia, antes de tirar la cadena del baño con ella sentada en él. En fín el des-madre tiene su precio. "Il ne couche pas avec ton paroles", hermano convencete, quiere diamantes no poemas.

No importa, por ahora basta de incoherencia y de recuerdos a sus orificios de lija. Si es cierto hacía promesas sobre el bidet (muy cursí fashión, muy gaucho) mejor te prometia pajas sobre la taza. Se vestía de negro, si es cierto y en pelotas era canela y en sus gritos tenía cara de pitón.

Ya fue y queda en la memoria la de cabello rojo que se niega a que le veas el culo, que le toques las caderas calibre 22. Ya fueron ambas y queda este dolor de cuello que me comprime. Flashes de la película "shutter" sólo que quien está sentado en mi cabeza es el gordo de la oficina del lado más que una flaca de ojos calavéricos.

Vuelvo de visitar el hueco negro de la mariposa, "de bolas la mina" buneas fotos, buen proyecto. Me quedo pensando en el lugar del puente ese donde se tomó las fotos. Paralelismo de imágenes en palabras y en fotografía, pechos con tibio cafe en aureola y lunar que apunta a mi púpila izquierda cuando hago zoom a la pantalla y esas cosquillitas en el jean que dan ganas de llamar a "Cruela de Ville" ja!

Si, Cruela de Ville ayer recibió las flores y movió su boca hinchada, sonrió con victoria y bronca , luego lanzó unas líneas al celular como agradecimiento Ella se rasura hasta el último pensamiento que muere en su vagina. La otra, la de las fotos, se muestra con selva despeinada. No importa a las tres de la mañana ambas se llaman lo mismo.

El dolor de cuello comprime las palabras el absurdo no es absurdo y el "Dadaismo" respira su muerte a 3,600 msnm.

¡Viva La Paz carajo!, mañana hay trabajo y que mierda me iré a tomar una cerveza solo al cerro con mis demonios y fantasmas...

martes, julio 08, 2008

Ejercicio Absurdo I

El hombre de abrigo gris llega temprano como siempre al departamento 202, toca el intercomunicador y espera. La mujer de pies largos y venas hirvientes no abre inmediatamente la puerta, camina serpenteando por el departamento once minutos antes de apretar el botón que abra la puerta. Escucha la respiración del hombre de abrigo gris que espera paciente la entrega matinal del amuleto guarda sentidos.

El hombre de abrigo gris espera, respira. Mira por la ventana al viejo con pantuflas negras y perro chapi que va a comprar marraquetas como todos los días. Tiene hambre, se cansa, estornuda, piensa en mandar a la mierda a la mujer de pies largos. Toca la puerta, no dice nada. La mujer de pies largos lo saluda, sonrie forzadamente y le entrega lo esperado. El hombre se va, camina y toma el Trufi. Tiene frío piensa, la mujer de pies largos tiene lindos huesos recuerda.
En la puerta de un edificio el Trufi se detiene. Una mujer de pies pequeños y rulos, vendedora de periódicos, sube con un paquete de periódicos La Razón no vendidos. Empuja al hombre del abrigo gris -¡su abrigo parece pollera, levante pues! le grita. El acata en silencio, recoge el abrigo y reflexiona a la mujer sobre la educación. Ella, con metralleta de palabras, se defiende y lo manda a la mierda.

El hombre de abrigo gris tiene hambre, recuerda las venas calientes y el pubis rasurado de la mujer de pies largos. Tiene que bajar en la Plaza del Centro, mira de reojo a la mujer de pies chicos y elabora que decirle para pedir paso, la montaña de periódicos no se moverá si no habla. Pide permiso, la mujer de pies chicos se hace la sorda, tiene el control y se hace esperar. La puerta izquierda no tiene seguro- no queda otra piensa. Pide y ruega, luego sale, mira su bolsillo- el amuleto valioso quedó a buen recaudo piensa.

El hombre de abrigo gris camina por El Prado, para en un kiosko y abre el periódico en la pagina del centro. La mujer de pies largos aparece en la pagina 12, lado inferior izquierdo. Con traje de baño y las venas mojadas anuncia "abre todas las puertas con tu tarjeta Visa" . El hombre de abrigo gris no tiene cuenta en el banco, cierra el periódico y se va.

El hombre llega a su oficina, se quita el abrigo, cierra la puerta. Mira el amuleto guarda sentidos en el bolsillo, respira, se sopla los mocos llorones. Recuerda el pubis rasurado de la mujer de pies largos y se lanza por la ventana.

martes, julio 01, 2008

POLITK

Esta cancioncita para reflejar cansancios....con cariño a los de la media luna,, los de la empanada y todos los que andan fabricando pasteles amasando a la gente....

¡ F.....OFF POLITK!

Look at the earth from outer space
Everyone must find a place
Give me time and give me space
Give me real don't give me fake

Give me strength, reserve control
Give me heart and give me soul
Give me time, give us a kiss
Tell me your own politik

And open up your eyes,
open up your eyes,
open up your eyes,
open up your eyes

Give me one 'cause one is best
In confusion, confidence
Give me peace of mind and trust
Don't forget the rest us

Give me strength, reserve control
Give me heart and give me soul
Wounds that heal and cracks that fix
Tell me your own politik

And open up your eyes,
open up your eyes,
open up your eyes,
open up your eyes

Just open up your eyes
But give me love over,
love over, love over this