domingo, agosto 27, 2006

Crónicas de a Pie (Al Chicho)

Al Chicho lo conocí hace tiempo, cabello corto y sonrisas traviesas alumbraban su larga nariz. Tenía unos quince, acompañaba a vender en el puesto de la esquina a Felipa, su madre, a quien le decían La Pipa. Ella tenía las iniciales del marido en oro, en un diente, recordándole su amor de mantis al borracho que le ayudó a traer al Chicho y que luego por su botella no se enteró de sus desvelos, los pañales sucios y de cómo sudando fue haciendo plata sola.
Empezó vendiendo en la puerta del boliche. Ahora que dicen que es rica, él la busca, para pedirle unos pesos, y el diente de oro lo saca tostando. Las malas lenguas dicen que La Pipa es traficante, aunque pocos saben cómo pedir para que el chocolate se vuelva “polvo blanco” o el chicle, “estaño dulzón”. Sólo ves la cola de autos, su voz metiche piropea changos y el diente de oro saluda a una chica mientras le vende agua para la dieta.
Dicen que robaba chicles y se iba al cerro a fumar con los cuates. Parece que se fue quemando, sus pulmones se tiñeron de verde y sus dientes se perforaron en esa pasta como macilla. La Pipa se farreaba los domingos, con el del radio taxi rojo, de borracha se acordaba de su hijo, le decía que lo quería harto y su diente le lloraba cerveza en el hombro mientras le daba para más chicles. Ahora él lava autos, frente a la iglesia de cemento y Cristo sin cruz. Juega pesca-pesca con el choco vende flores y en la tarde se sienta en la acera a espiar de reojo los calzones sucios de las malabaristas y contarse a sí mismo sus travesuras, mientras abrazándose se mece.
Ha conocido el cartón que le sirve para sentarse y jugar a los abrazos con la choca gitana, esa que La Pipa cuida y nadie sabe por qué. Dice que su cartón se lo ha robado ella para cambiar el pañal a su guagua, detrás del quiosco, mientras lo putea, como si fuera cigüeña voladora, si alas no tengo, sólo te he hecho cosquillas, le ha dicho y se ha reído, luego la choca lo ha sacado tostando.
Caminaba idea y vuelta buscando, con sus kitis reilones, mancha viva en carne viva. Antes que se arranque el cuerpo, lo he visto caminando por los barrios “jai”, ésos que inflan el pecho por sus escaparates y cafés. Hoy ya no están la gitana ni el choco come flores, lo han dejado y él anda escapando de La Pipa, porque si lo encuentra, a sopapos lo va a besar. Ella sigue mala, dice, aunque ahora tiene sombrero de tela fina y tres terrenos, es dueña de edificios en San Miguel cuentan. Le gusta apoyar su cabeza en el vidrio de la peluquería “Glamour” y reírse en el espejo, sacándoles la lengua a las chicas. Loco de mierda, le dicen. Y corre.
Ayer me encontré con él, cuando con mis llantos de almohada caliente caminaba tempranito. Miraba sonsas penas en el piso y me topé con sus zapatos sonrientes. El sol de invierno rebotaba en su frente, estaba arrodillado en mitad de la acera al frente de un café, y sus brazos cruzados dentro de la chompa temblaban con furia. Sereno recitaba algún mantra, algún rosario, quién sabe. Perseguía ángeles, cagando de frío y tistapi, orando en silencio se ha quedado. Nadie lo ha mirado, pocos caminan por estos cafés a las ocho, en silencio sus ojos han pedido y en persignadas compulsivas una lágrima gris le ha bajado.
Me mira y no se acuerda, estos años fumándose la calle lo han golpeado y no dice nada. De pronto el árabe del café con un baldazo de agua fría, como ha perros nos saca de la contemplación. El agua salpicó la culpa y mis zapatos lustrados, el Chicho ha corrido asustado y yo lo he reñido por manchar mi saco.

La Prensa, Domingo 27 de agosto, 2006

lunes, agosto 21, 2006

No escribo

Sin decir nada,
tiembla el pulso en ampollas de furia
Palabras vedadas, tinta seca en bilis
No hay poesía en este grito.
No escribo, seco de angustia

Sin decir nada,
papel en blanco de nausea
Reflejo pálido, burdo lienzo escupe risas
No hay poesía en esta vigilia
No escribo, mudo de cantos

Negro,
pálido,
en tufo a moho,
seco de poemas

jueves, agosto 17, 2006

A dos días...

Federico García Lorca (5/06/1898- 19/08/1936)
Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.
(Poema Doble del Lago Eden, Federico García Lorca)

miércoles, agosto 16, 2006

---Lo más bonito y...."

Niña flaca con lentes, botas en punta, piernas juguetonas en la fila 18 asiento 3, respiros ansiosos, coca cola light. Gordito de ojos de canica fila 17 asiento 4, pupilas saltarinas en el cuello de rubia. La flaca, no intuye el respirar en cada cambio de plano.

Los cambios de ritmo no se basan en un guión, están supeditados al lente, a sus desenfoques caprichosos, zooms ansiosos, temblores convulsionantes y cambios de plano más rapidos que mano de mago, luego del mareo inicial, el cerebro se asienta y entra en ritmo.

Música “mi dolor” cómplice, contagia la imagen, se nutre de ella, de su melancolía aglutinante, aplastante, flota, envuelve. Color tenue, azules, grises, sepia. Palidez como en los sueños del personaje que no habla. El puente que vuela y decides nomás cruzarlo con la maleta al hombro. El silencio contundente, la risa egoísta, los sueños de niña migrante, nietos de la dictadura, hijos de la democracia, vacios, opas, melancólicos . Camila, clara, contundente, cuerpo que construye el guión de sus palabras, caminata nocturna, violación anticipada, giro de tuerca, control, ganas de mear, seducción y miedo, miedo en la cara en las manos que quieren comerla a arañazos.

Lluvia en calamina, cerebro mareado, intensidad de imágenes, el auto, el skater, el tobillo con esclava, las narices aplastadas en un beso, mujer de negro en avenida solitaria, nubes, cuerpos tambaleantes, miradas al vacío, ¡que carajo le digo! besos, gritos, masturbación ¿de qué color son tus sueños?.

Más tarde la Ceci. Velas, miradas, dientes de choclo maduro, abrazo, sueños gastados y antiguos, cuencas de la india, cuello vestido de negro, pañoleta y palito chino en el cabello...Frida paceña. Se sienta en el suelo, bebe té, se pone una chamarra de alpinista francesa y me lleva a su proyecto, ese de comerse la cordillera con cámara al casco.

Camina, de la chimenea a la silla, del sillón a mis pies. Me cuenta de "La Fabrica", de que “Lo más bonito” se va a Cannes, de "La llamita" del Bellot que estrenan pronto. Ríe, me encuesta, seductora, hebefrénica, está gorda, se come las uñas. Bruxomana,vegetariana, me lleva al mundo del color, al ritmo de la peli ,desde su voz. “no se que le pasa al sonido del cine a 3,600 metros me dice”, sutil excusa, en sus labios, desde su magia, es tolerable. Me habla del color, del ritmo de la peli, del guión improvisado, del cadáver exquisitoa lo cochabambino en 35 mm . “Volvela a ver me dice, llevá zanahorias, córtalas en pedacitos, y cómelas de a poquito, el color y la imagen serán diferentes, sólo en el 6 de agosto se puede. Disculpá una pregunta antes de irte ¿cuántos bostezos tuviste en el cine?

http://www.mostbeautifulfilm.com/

martes, agosto 15, 2006

Kill Gil.....

Charly, nos sorprende con su compulsiva adicción a quemarse las neurones aspirando notas, con eso de no parar de hacer música y crear y crear, aunque tenga los dedos retorcidos como su cuerpo, no para de saltar del piano a la guitarra. Nos regala ahora este nuevo disco, una obra aparentemente creativa, más conceptual que el Rock and Roll y Yo, según el dice algo entre clicks modernos y la hija de la lagrima, habrá que escucharlo y beberlo enterito y sin coca cola....ya lo espero......

Les paso un extracto de una entrevista del Clarin, para la nota completa pinchen acá: http://www.clarin.com/diario/2006/08/11/espectaculos/c-01250417.htm

Aparece Charly, se sienta en el sofá, no pronuncia palabra y, sobre el cartón de la tapa de un viejo long play, escribe: "Dicen que estoy loco, haga lo que haga". Tan en silencio como llegó, se levanta y vuelve a la habitación y a sus instrumentos. La frase, que escribió con un marcador negro de trazo grueso, no es de él. Es el primer verso del "Watching the Wheels" ("Mirando las ruedas"), del disco "Doble fantasía" de John Lennon. Esta versión de "Mirando las ruedas", que será parte del nuevo disco y que repite obsesivamente, es en realidad una recreación. Empieza con un charango y la música de "El cóndor pasa", versión Simon & Garfunkel. La canta parte en inglés y parte en español, y también alterna la traducción literal con versos de su cosecha. -

Hablá vos de tu disco. -

Se llama "Kill Gil" y, entre paréntesis, "un disco que se ve". Pretende ser un disco que uno pone en DVD, pero sin ser DVD, porque no tiene 5.1. Solamente usaría el sistema DVD para que en la pantalla aparezcan las letras en varios idiomas, para que se pueda leer lo que yo canto. Algunas canciones las canto en inglés y otras en castellano. Digamos, lo que se ve en la pantalla sería un licuado de imágenes que tengo hace mil años en la cabeza, todas ellas con el menor respeto hacia el cine.

- Mientras la mayoría de los músicos sacan un disco, lo promocionan con un par de conciertos, salen de gira y luego se tiran a retozar, García toca y toca todo el tiempo. En su casa, en casa de otro, en bares minúsculos, en teatros, en estadios. No puede parar. Y ahora que tiene el teclado y la guitarra, los instrumentos funcionan como un imán que lo atrae irremediablemente. Entonces para de hablar abruptamente y toca. Y canta uno de los temas de "Kill Gil". Lo canta entero, pero aquí va una parte de la letra, porque no cabe deschavarla entera:

"Cerrando la cortina mantenemos la ilusión
Y cada vez que el canillita trae noticias del final
parece figurar que sólo por amor nadie vende diarios"

Seguimos hablando del disco.

-Empieza con la flauta de Kung Fu (en realidad, la del personaje de Davida Carradine en "Kill Bill II", de Quentin Tarantino). Es en la parte que le cuenta a la chica (Uma Thurman), que hace no sé cuantos años, en China, un monje estaba contemplando algo. Y pasó otro monje que ni lo saludó. Entonces, el que estaba contemplando terminó matando como a cincuenta monjes. La primera "Kill Bill" me causó gracia, y pensé en hacer algo mejor que Tarantino. Pero no una película, porque me di cuenta de que no me gusta filmarlas.

La música es mover cosas. Y según religiones como la católica, puede derribar muros. Y algunas notas te pueden hacer vomitar. "Kill Gil" vendría a ser un poco la forma de eliminar giles por un lenguaje que no conocen: la música, el sonido. Mirá lo que está pasando ahora con lo que se supone que es música. Los ringtones, men. Imaginate, yo prefiero un ruido a un ringtone. La música afecta como te afecta ver el holocausto. Lo que pasa es que no te das cuenta, porque no le das pelota. Pero los animales no son así. Estoy investigando para hacer música debajo del agua. Si sumergís la música que componés en el aire, suena totalmente distorsionada, es otra cosa... pero llega más lejos. Yo quiero alertar a través de las sensaciones que provoca mi música y el acompañamiento literario que tienen. Me gustaría que, al que la escucha, se le abra esa puerta que tiene diseñada, y que no usa.

-¿Qué característica tiene la música de "Kill Gil" que te hacepensar que podés lograr eso? -

Este disco está en la, que es el tono universal. Y creo que tiene que ver con que uno se siente bien cuando está en un lugar donde las cosas ronrronean a su gusto. Ahora se le da una gran importancia al olfato, al gusto, al look de un plato de comida. Pero al oído, por suerte para mí, nadie le da bola. Esa es una ventaja que yo tengo, y que quiero usar de la mejor manera, para avivar giles.

-Lo de mezclar letras en castellano y en inglés, ¿que intención persigue?

-Estuve en los premios Grammy latinos y me dio vergüenza. Me pareció que tratan al latino como si fueran la puerta de servicio. Pero como hay millones de mexicanos y de colombianos y de bla bla en Los Angeles, les dan premios. Pero el rock no tiene nada que ver con eso. Yo quiero competir con los Rolling Stones. Eso es rock. Y el rock nacional... Nació con Los Gatos, después vino Almendra, Manal y al final apareció Sui Generis, que fue el que sacó el corcho y logró que explotara todo.

De ahí en más, lo que pasó y sigue pasando es un delirio. Latin no more. Compará los grupos que te nombré con los que tocan ahora. Frena la charla, y se pone a tocar en la guitarra un nuevo rock en el que la letra, entre otras cosas, repite obsesivamente: Yo quiero, yo quiero, yo quiero tu corazón yo quiero

¿Cuáles son hoy tus enemigos? Se queda pensando y demora en contestar. Hasta que se larga: -Mi familia, mis amigos y los productores, en ese orden .

-¿Tu familia es tu principal enemigo? -

A mí me internaron dos veces. Me pegaron, me inyectaron de todo, me hicieron mierda. Eso lo hace un enemigo, y mi vieja fue la que aceptó y promovió todo. Entonces, qué querés que te diga, men. Yo elegí una vida y ellos no me dejan vivirla. Cualquiera deja la cocaína. Dice chau, y listo. Pero no es una cuestión de droga. La persecución viene de antes. En la dictadura, por ejemplo. Yo era izquierdista y para ellos estaba mal. Estuve en el Partido Comunista Revolucionario y no se lo bancaban. Todo esto es persecución y viene de lejos. Son cosas que no se olvidan, que no se perdonan, que te marcan, y te marcan mal. Los que me persiguen son enemigos. Pero, bueno, soy la prueba de que esta vida es posible.

-¿Y tu hijo? -El ya dijo que me ama.

-¿Cómo se entiende que tus amigos sean también enemigos?

-Es que ahora ya no se usan uniformes, todos andan camuflados, no sabés quién es quién. Tengo amigos, o algo que se podría llamar así. Pero... Mirá, para mí, lo mejor es el fan, no porque te idolatra, sino porque te acepta tal cual sos. Lo de los productores no necesita explicación. El ya la resumió hace mucho en una frase. "El auto de los productores está tapizado con la piel de los músicos".

Tiempo de volver a tocar un tema. Una balada bien García. Empieza:

Hey, hey no me mires desde el puente
hey, ya volverás a mí hey,
nuestro amor es diferente hey,
ya volverás a mí

Frena abruptamente, y en tono confesional, serio, dice: "Este disco está entre 'Clics modernos' y 'La hija de la lágrima'". Hay que interpretarlo como que tiene la convicción de que está por sacar algo de su mejor cosecha. Cuenta que uno de los temas lo hizo para el padre. Se llama "Mundo B", cuyo primer verso es:

"El es un hombre que hizo bien"

Ya son casi las cuatro de la madrugada. Sigue la charla y sigue la música. En broma o en serio, quién lo sabe, tira: "Me voy a morir este año".

-¿Pensás tirarte de un piso 30?

-No, eso no fue para matarme. Cuando era chiquito tenía una pileta, y ponía una escalera en el borde para tirarme desde lo más alto. También me zambullía desde un molino de viento a un tanque australiano. Tengo mucha práctica en eso. En Mendoza no me quise matar. No te confundas, sé lo que hago, no soy un boludo.

lunes, agosto 14, 2006

Al Jaime...vivir no es necesario, navegar es necesario

Visito tu noche al caminar
Camino mi muerte al visitar


Recuerdo los 10 años de tu muerte, el homenaje era pequeño y sentido, unos amigos habían puesto en escena un fragmento de una de tus piezas teatrales, publicado en la revista hipotesis. Estaban los de siempre, los pocos de siempre.

Recuerdo el año de tu muerte, había empezado a leer el Felipe el cuál estaba celosamente resguardado en la bibliotéca de un tío falangista, el mismo que te invitó a una de esas guitarreadas desafinadas a las que los viejos me obligaban a ir por que no tenían con quien dejarme. Recuerdo de reojo la imagen de tu rasputinesca barba y tus lentes, reflejandome en esos mis 13 años.

Veínte años después de tu noche, camino las calles de una La Paz más caótica que la que conociste, y me quedo a la madrugada en la recurrente charla sobre tus versos, en una de esas bodegas post modernas de hoy.

Un seco de agua de sal a tu nombre, con júbilo a tu muerte tan viva y este poema que por ahí duerme a tu nombre.

Sombra del poeta, en humedad cansina
palabras secas que al tacto brotan
líneas vivas en el beber del viento

Sombra de bodega, éter oscuro
te mantengo quieta en mis silencios
te resguardo pura en mil venenos

Línea de la pluma dura del escriba
bisturí que anuda con soltura la noche
vida en cada espacio de pared y huerto
vida en cada cuerpo de ciudad y altura

Imagen de desvelos en pupilas secas
palabras que mueren el tacto a su memoria
solemnidad acompañada,
paseante de mesas y palpitos colgados

Noche, distancia recorrida
devuelve a la ciudad su angustia
Devela sus caricias en fosa dura
ciudad de cobre, mestiza y lluvia
piel que encumbra cada rasgo crudo.

domingo, agosto 13, 2006

Crónicas de a Pie (Crónica de un Libro Libre)

“Canción de la esperanza en el camino inútil de mi vida, tus manos cruzan como dos alas cargadas de ternura.". (Poema Tus Manos, Yolanda Bedregal)

Volvió a ocurrir, esta vez fue el 6 de Agosto, cuando todo el mundo andaba pensando en la Constituyente y en el discurso del Presidente, uno que otro raro intentó llenar la ciudad de libros, regalar alguno, así lindo, así viejito. Volvió a pasar pero esta vez no me tocó, sólo recordé la vez que volé. Guardaba empolvado y tranquilo unos poemas de la Yolanda, acariciando a las arañas y piojitos del desván, jugando a las escondidas con algún cuento negro del Cerruto. No tenía idea, de donde iba, la verdad no tenía idea.

Recuerdo cuando salí de casa, hace más de diez meses, me dolió cada página, me rompí hasta la última letra, después que confiado me lancé a volar ese domingo y sólo recibí un duro porrazo en una banca de El Prado y esperé y esperé por horas hasta que él llegó y culposamente me guardo en su caja. Salí temprano aquel día, de mi estante de venesta crocante y mecedora, listo a conocer otros ojos, mirar otros cuerpos. Pasé toda la noche pintando mis letras de un negro vivo, peinando con paciencia cada estrofa, bañándome en la poesía, de otros libros, recogiendo todos los mensajes que pude para llevarlos a volar por mi ciudad.

Hoy me hace frío, los versos de la calle no son dulces, estoy rodeado de poemas secos y rojos, de esos que pinchan y empañan mis elaborados cuartetos. Mis hojas agarraron un amarillo de invierno, más duro más real. Hoy tengo la piel partida y mis letras se acostumbraron al humo de la yerba y el aroma del thiner. Tengo hambre, tengo ganas de reír, pero estoy en esta caja, lejos del tufo del Sáenz, las miradas de La Maga, del loco del Girondo, lejos e impregnado de betún.

Esto de volar no era como pensaba, él me tiente gran parte del día en un cajón, pero estoy libre. Me gusta, sobre todo el sol del mediodía, cuando sus manos en betún me cargan de ternura y calientan mis páginas. Le cuesta aún caminar por mis letras, piensa que son espinas y se avergüenza, mi poesía trata de decirle que se quite el pasamontañas, que vuele a otros vientos y sólo mira con ojos secos, es inevitable, el frío y la bronca no conocen de bálsamos endecasílabos.
Hoy comparto sus horas, buscando zapatos y cuando todos se han ido, jugamos a encontrar poesías. Mi dueño no tiene internet, no entra a los círculos literarios, no se enteró que el 6 de Agosto, volaron otra vez libros, bien por mí, sigo en mi caja. Sí algún día me encuentras tócame sin miedo, que el betún es hoy mi esencia. Mientras tanto pasa la voz a quien veas que otra vez los libros quieren inundar la ciudad, llenar cada cajón de zapatos, cada mochila y pintar en libertad la poesía de nuestras calle, sintiendo otra vez el viento en sus hojas.
La Prensa, Domingo 13 de agosto 2006

jueves, agosto 10, 2006

Labios


Es la contundencia de tu sangre la que tiembla tibia en tus labios
Una vez más reclamarás hacer puerto en mi turbio mar…¿y yo?
nuevamente te dejaré entrar

martes, agosto 08, 2006

Estas paredes.......

Los demonios de estas paredes tienen los píes fríos y escupen gritos. Me lanzan azufre verde, camuflado en pisaditas de perro azul, en elefantes y ositos verdes caminando en la ventana. Los fantasmas de este encierro son un hielo ácido que muerde omoplatos, tuerce tobillos y sin embargo los alimento, los disfruto.

Redes de seda, de esa babosa, tranparente, que puebla cornisas vigila mis púpilas mudas y turbias. Mantis de hilo rodando por el piso y una enredadera rebelde partiendo la pared, me gritan que el tiempo no ha muerto. Aromas grises juegan con mi espalda, en cloaca de vómito, esa que parece salir del inodoro cada vez que vuelvo a pensarla .

Flashes, de accidentes, arañazos, mordiscos, patadas, gritos y flemas, vuelan crepusculares por las paredes, tinta negra sin embargo muerde cada espacio. Me refugio en un estertor mustió que se tiñe de miel cuando mi memoria celebra el ansia de sus besos.

El maligno mojó sus garras en las paredes llenas de moho de este puerco puerto. Lo sé y no me angustia, sus legiones rieron en su casquibana faz que hoy por hoy sólo devuelve el eco de antiguos agravios.

Si, los demonios de las paredes tienen los pies secos y vomitan gritos y a mi que mierda me importa, es mi techo y sobre sus despojos levantaré mi historia.

martes, agosto 01, 2006

XLVIII

Pulso que se quiebra
pulso de lagrima
sangre que se pierde
rojo en pasto negro
Pulso carcomido, dolor viejo
tinta que desangra
pulso en savia viva,
pulso en rojos gritos
Pulso de infierno, llagas en rima
pulso de calles y río
roto en cada gota de verso
rojo con el tacto mal bebido
Pulso en pluma muerta