martes, enero 10, 2006

El Regreso del Sebas I

Varios pensamientos negros, mucha carne derramada por el piso, Sebastián vuelve de su encierro, agarra la mochila, 11 años pasaron, le dieron 15, homicidio por emoción violenta dijo el Juez, pagó fianza volviéndose de alguna secta, haciendo barquitos de madera y lamiendo los zapatos a cuanto Jilakata conoció. Ahora vuelve al ruedo, a reconstruir la ciudad que debio dejar aquella tarde de domingo, a recoger uno a uno los pedazos de su historia, a desenredar la madeja de sus dias.
No le interesa la mirada dura del pasado y menos los ojos tercos que acompañaron su encierro, desea caminar por la ciudad de antes, sin buscar motivos aparentes, sin ganas de jugar a nada. Solo necesita tiempo para rearmar en el cerebro la lluvia de experiencias vividas.
Tiene la espalda algo encorvada, está flaco más que antes, dos ulceras en la panza y no sabe si su sangre está limpia. La tos seca le sacude las costillas y ese verde manto juega protegiendo sus amigdalas. Viste su antiguo abrigo gris, pantalon de tela café, mocasines guindos y camisa negra, su chalina de siempre y las manos en los bolsillos. Sus ojos han delineado algunas arrugas y sus pupilas guardan congelada la imágen de Camila en el último beso, llevan la marca del valor y sacrificio. El Sebas se deja mojar por la lluvia, camina como una burda imitación de personaje gótico con aires criollos, cruce barato de Robert Smith con Santiago de Machaca. Dejó en las paredes de una celda el rostro de quien fue su norte, su acto más sublime y más perverso y ahora en Enero del 2006 baja a pie la Loayza, se detiene en El Prado y mira la ciudad de siempre.
Entra en un viejo café pide un té con limón, enciende un cigarro y empieza a escribir sus recuerdos. Panóptico paceño 10:30 am, Lunes de Agosto de 1995, una frazada vieja, pared de estuco, rayada con clavo, un recorte de Mis Marzo, una vela gastada en el suelo, un basin de lata y manchas de pis secas en el piso de cemento rajado, puerta de madera con candado externo, catre no existe……

3 comentarios:

Soñadora Insomne dijo...

¿Abrió los ojos en ese tiempo? ¿Abrió los ojos al retornar a la ciudad?

Unknown dijo...

no se sí abrió los ojos miro todo de forma distinta, sobre todo al fantasma de la mujer que quizo

rondeldia dijo...

pobre infeliz tan rico que se llevaba con camila, la típica calientahuevos que no sabe lo que quiere, una mina asi puede esquizofrenizarte nomas... ojo al charque