miércoles, diciembre 29, 2010

Pajas de diván

Te transfiero lo que se arrastra a tientas por la alfombra, te entrego el resto que no hace ruido cuando cae y que flota en tu palabra cuando miras,
Te ofrendo la palabra que se ahoga en tu boca cuando besas.

Te transfiero ese amor que ya no tengo, un ser incompleto en la angustia de su falta
Los veinticinco sentidos que flotan en el techo cuando nombro el amor y como eco van formando la espuma del deseo.

Te entrego aquel saber supuesto, cuando recibes lo que no entrego y lees lo que no digo.

Tu a cambio, con soltura devuelves gentilezas, escupiendo con cuidado lo que tu lengua de tajo grita:

Un certero no, que afirma
Un claro no, preocupado
Un firme vete al diablo
Un languido no me dejes

jueves, diciembre 09, 2010

Soliloquios en Pijama (Paredes o Palabras)

No se trata de escribir para los demás sino para uno mismo,
pero uno mismo tiene que ser también los demás (Julio Cortazar; Lucas sus comunicaciones)



Hace tres horas- en la biblioteca- cenamos con Lucas. Ambos en pijamas comimos un plato de fideo recalentado con un trozo de carne descongelada que empezaba a tener los bordes como uñas de cadáver. Un fenómeno normal o una simple forma de saber que la carne está muerta y por más que la congeles, con el tiempo te irá mostrando en lo que inevitablemente se convierte parte de un cadáver por más que sea de vaca.

Luego de comer tuvimos una de esas discusiones sobre el valor de las metaforas en el verso libre, cosa que probablemente a ti no te hubiera interesado mucho, ya que por más que afirmabas que sólo eras un aprendiz de escritor, te encantaba presumir de tu prosa y de tus versos desparramados por los instantes de tu vida. Ve el texto completo en URBANDINA