lunes, julio 31, 2006

Crónicas de a Pie (260)

Morenada mece dolores, esos de cabeza, de alma y pulso. ¡Cuate!, así le grita el del 230 al conductor que tiene chompa azul, mocasines café y un mostacho tímido y cantinflero, ése que se rebaja con moneda de veinte y lo diferencia del resto.¡Mañana, pasado, recordaremos el amor que se perdió! Parlante con matraca canta el estribillo de la canción, mientras la bocina acompasa la trompeta.
El viaje ha empezado, orejones abstenerse, sensibles no quejarse. Las curvas son necesarias, la carrera es por pasajeros, así que hay que parar nomás para levantar y ganarlo al 230.Cholita paceña, blusa naranja y saquito verde, con trenzas baila kullawa, acompaña su agudo grito que vocea la ruta a cuanta persona, árbol, perro y charco se encuentra en el camino. Es su función, no se cuestiona al Jefe, hay que vocear para recibir.
Habrá que saber de dónde viene la afición del conductor con el canario aquel de la Warner Brothers, con el Piolín que en diferentes posiciones decora el panel. Cuento quince diferentes, mientras un koala, pegado al vidrio con saliva cervecera, baila chocho una cuequita paceña.La gente mira, en silencio sabatino, las bolsas de mercado vacías me muestran su boca hambrienta y la gorra Mike del amigo de pupilas rojas no me saluda.
En silencio siguen el viaje, mirando de reojo mi mano peleando con la libreta en que escribo. La caja de cambios tiene un coqueto abrigo de piel gris con mechones colgando y su cabeza brillosa, muestra una abeja disecada dentro de la bola de vidrio, las alas bien separadas y los ojos apuntando siempre al norte. A la izquierda, debajo de la llave cuelga la cortaplumas pela-naranja que se mece ahora al ritmo de una saya.
La amiga voceadora acaba de colgar el celular y dar las instrucciones a su changa para el chairo del medio día y el jalón de orejas al chango para que haga sus tareas. Vuelve al trabajo, a la presión del Jefe que la mira de reojo por el retrovisor, ése que tiene dos dálmatas sonrientes pegados del espejo y que escoltan risueños a un Cristo con el corazón en la mano. Cada diez cuadras baja la tarifa y le gusta jugar de rato en rato con las hojas de los árboles.
Tres bombillas verdes colocadas paralelamente de manera equidistante salen de unos circulitos de goma y forman un cómodo respaldar de sillón para un letrero de cartulina negra, ése que de un lado dice UMSA y del otro CHASQUIPAMPA.
Ya por la gruta, voy pensando en la síntesis paceña de este minibús blanco que en sus esquinas lleva y trae vidas, y se ríen de su copia roja, ésa de la Corte. ¡Pasajes se van alistando, sueltito nomás!, el grito agudo me trae a la realidad y me deja una sentencia de vida y me deja pensando en la importancia de pagar a tiempo las deudas, de planificar los recursos con que se cuenta antes de iniciar un viaje, de que los avisos llegan nomás, cuando la voceadora inminente de tu vida, te anuncia el final de algún trayecto.
Le pago, me mira de reojo, entre cada bamboleo de trenza, con pupila de uva sonriente, mientras el viento de la ventana va dibujando la ruta en sus mejillas de piel joven en lija, que no piensan en Nivea y que empeñadas al viento no entienden esa frase gringa de que los cuarenta son los treinta de este siglo, ésa que escuche ahí entre risas en dos mujeres de botox en cachete antes de subirme al 260.

La Prensa, 30 de Julio 2006

lunes, julio 24, 2006

El Clan.....Chaqueo y Desiree......

Unas palabritas al Calero:

Tanto tiempo esperaste para lanzar tu peli y te mandas una obra mediocre de esas que presentan los alumnos de taller de cine. La idea interesante, el guión bien no más, la escenografía limitada, mucha venesta y paredes de cartón.
Lo mejor....la actuación de la changuita hija del milico, tiene potencial, la actuación de la gorda amante patética, peor que actriz de Thalia Producciones, sobreactuada con mocos de resfrío en vez de llanto. La Carolina Zabala, ahora Zaa, le puso feeling y chispa a su papel...
El sonido malo pero malo, con eco, distorsión, cambios de volumen, agudos saturando..malo, malo, Calero, calerito, tu que te jactas de tener un oido genial para el rock, te mandaste en tu peli, un sonido de esos de concierto roqueros de los 80 en el coliseo cerrado..malo, malo.
Tu peli me hizo recuerdo al producto boliviano de hace 20 años, que hay que lanzarlo por que es boliviano, aunque la calidad técnica sea pobre. Hubieras esperado un poco más viejo, por lo menos asegurarte que se escuche bien. Sí no me crees sentate en la fila 15 del lado derecho y trata de escuchar y disfrutar la peli, con la pantalla del 6 de agosto además transparente y que te muestra un andamio por detrás del ecrán.
PD: un aplauso a la alcaldía por comprarse el cine, ojala que cambien las butacas pronto
Unas palabritas a mi ciudad chaqueada lunes por la mañana:
Aire, ceniza, pulso plata, cuerpo en temblores negros.
mañana oscura, con sol acaramelado en chaqueos yungueños
Aire, pulmones trancados y codos secos.
Unas palabritas a la cruceñita de anoche:

Dice que Desirree (¿así se escribe? quedó entre las 10 mejores) lo que le dió el derecho a mostrarse en traje de baño, aunque no le dió parece el discurso para llegar a las cinco. En este siglo, todavía la mujer disfruta el circo de venderse como mercaencia, anoche no habia camellos por que cambiarlas, pero sí un panel de idiotas y ex misses que votaron y evaluaron el bisturí de algún cirugano y el supuesto estandard de belleza occidental.

Desiree, volverá contenta al haber quedado entre las 10 mejores piezas de carne femenína y la recibiran con pompas en Viru Viru, le haran un churrasquito con la comparsa y el cortejo actual, se comprará una camisa nueva para llevarla a pasear.

¿Cómo buscar igualdad de genero, respeto a la diversidad cultural asi?

miércoles, julio 19, 2006

A tu fuego...(¿cómo escribirte por encargo?)

¿Cómo escribirte por encargo, con latido tembloroso y pulso hecho cebolla; con los labios arañando esta pantalla? .Habrá que mirar el reflejo de tus pupilas, jugando en la memoria, encender la leña humedecida de tus risas y caminar tu imagen en rimas.

Recuerdo el primer encuentro con tu imagen, acariciada por las persianas de mi pecera. Tu silueta era frágil, aunque con una firmeza nunca vista, con una mirada de carbón encendido entibiando el pasillo. En esa evocación, vuelvo al golpeteo tibio de yemas que te dibujan con palabras y George Harrison en el parlante, me dice eso de Something in the way she moves, attract me likes no other… . Entonces de golpe nace este texto, con aires de crónica, de prosa, de pretensiones de lienzo, para volverse un juego de asociación libre, donde el personaje, ese que tanto te gusta y a la vez detestas, se desvanece y deja lugar al escriba del inconsciente.

Vuelvo a pensar en el ofrecimiento de dibujarte en una historia, ese que te hice mirando la luna mordida de invierno, arrogante incluso aventuré los tres capítulos de la historia. Vuelvo a la ruleta de palabras a tu nombre, esa que me rescata de vivir cristalizado en una realidad que rompe y no me gusta. Vos dirías tú ponés las palabra y yo el dibujo, aunque lo más probable es que no dirías nada, te quedarías en esa larga línea punteadas de tus pupilas a mis poros, celebrando eso de a tu lado no se que carajo pasa, solo me siento confortable numb, el resto…¿acaso importa el resto?.

Entonces nuevamente llega ese efecto extraño, el juego de luces que te produce el fuego y hace que tus venas latan, tibias. Me seduce, de forma salada, el hervor de tu sangre, ahí en tus brazos, allá en tu cuello firme, ese que lo rompes cada vez que quieres, o que escuchas algo que mueve las cosas que te gusta dejar bien sepultadas. Ocurre que te escucho, por la ebullición mágica de las flamas, por el bailoteo de duendes verdes de la chimenea a tus pulmones y me conecto con tu sombra, contorno inerte que te devuelve el fuego, ese que no se toca, pero que regala sonrisas adormecidas por el humo, aquel que viene en latita de te jazmín y que tanto nos gusta.

Ahí te retengo, en la flexión de bisagras tibias, esa que te otorga la posición exacta entre el arco de la espalda, las caderas y la leña; surges violenta, con ese aire de conjuro, con la firmeza que por estos días falta en mi presente. Me permites ser testigo de tu mantra, de como Eros te abraza en ese baile seco, tan tuyo, tan rojo y que surge en tus mejillas, como soles que latiendo se pierden en el ritmo de la música, dando paso al coqueteo estéril de tu cabello con las velas.

Te devuelvo, a esta realidad, de aires secos y bleu de mer en nuestro cielo ansioso de verano y creo palpar el calor de tu cuello, ese que se enterca con frecuencia, que juega a nuditos de marinero en su tensión y que habla lo que prefieres callar. Es en este instante, tan real que recuerdo tu aire de pitonisa acariciando de puntillas a la Velvet Underground, con saudade de romances de antaño, de líneas blancas en el vidrio y macoña en la playa.

Lo real, no es como lo imaginás, dijiste alguna tarde por ese portal irreal que te tiene colgada a mi pantalla y sin embargo te confieso que al verte de carne y hueso, me lanza un guiño tu silueta de musa adormilada y es inevitable no querer hacer puerto de tiempo en tiempo en tu alfombra. Dijiste también eso de que soy un libro abierto y que conocemos a las personas en el momento exacto; me cago de risa al recordar todo el tiempo que llené mis pulmones de cabalas y azares cósmicos, mientras Caetano canta..”non poso falar” en los parlantes.

De pronto me sacas con una llamada, de este jueguito de diván eléctrico y te entrego las coordenadas túristicas. Cuelgo y detengo el juego de pensarte con Burka, con un perfil de poros fríos, ahí con gotitas de jarrito arañando tu piel. Espanto tu cuerpo rebotando en esa camioneta azul y crece la evocación de tu imagen leyendo mis historias paceñas, así con ese arrastrar de erres tan cortaziano que te da los genes parisiens. Es acá que un sorbo de la maga, llena mi taza con reminiscencias a la rue du Cherche y le pongo tu nombre a esa otra flaca y te evoco en eso regalar cáscaras de plátano cual si fueran flores, en el coleccionar lánitas y piedras con la memoria perdida.

Sin embargo lo simple ha hablado, lo real muerde los sueños más que la magia las palabras, la maga está muerta y sólo quedan tus tonos líneales al otro lado. Lo práctico está dado, aunque luego en la despedida tu voz descienda en melodías tenues, lame versos, prende chispas .

Se que mirarte jugando con leña es invadir tu ritual y mandala y soy simplemente espectador de tu historia en estas tierras; para ser honesto, es tu fuego el que nace en palabras luego. Reina del fuego, te dije, en un arranque, de esos en que tu risa era más que cualquier presente, en que tu aura lo envolvía todo, cuando el algodón verde latía en tu pecho, mientras jugabas con el Jazz y Nina Simone arañaba mi inconciencia con esa versión tan Missisipi de ne me quitte pas, y tu te balanceabas serena, en la vigilia del fuego, desbordando palabras en los ojos, ronroneando gatunamente que escriba este texto.

Acá me tenés flaca, meses después de ese palpitar que produjo el Deja vu de mirarte por primera vez tomando la ensalada por asalto. Acá te retengo, clara y humana en mi fragilidad diaria, en este ficcionar el presente, con un alter ego de Croto o de Sade, al final poco importa cuando todavía me miro en tu fuego y me entrego a disolver nostalgias en el vino.

De tiempo en tiempo, un abrazo, un tacto serán importantes, para seguir calentando mis palabras en tu fuego, por hoy, la verdad no tengo ni puta idea de cómo celebrar tu reinado del fuego, aquel de la corona de versos que un sábado te dejé y que hoy late en tu sien y te da jaqueca.

Al final, talvez no quiero escribirte por encargo, tal vez prefiera la ironía pulsional, lo voyeur de verte con palabras y sentir a tu lado como tus pupilas besan el fuego, mientras tu silueta regala calor por ese salón hoy por hoy tan etno, tan pluricultural como tu sangre. Por el momento esta sal en mis ojos quiere un silencio acompasado, cierto tipo de tibieza en mi espalda, mientras juego con la leña, el fuego. Por estos días ando reclamando silencios quedos, esos que se sostienen mutuamente sin demandas, ni reproches, sin artificios ni lujos, simples, cargados de grosellas.

Al final sos la reina del fuego, esa posición fue dada por mis labios y a cambio me robaste la forma de sentir el tango, de leer poesía y sobre todo de calentar mis huesos en el frío, ¿era una por otra no? aunque nunca hubiera existido pacto previo. En todo caso, siempre podrás robarte el fuego, por último sos dueña de tu flama y podés hacer lo que querrás con la leña, ¿o no?.

lunes, julio 17, 2006

Crónicas de a Pie (Varada en La Paz)

Porteña, con la piel tornasol, un colmillo de mamut encogido en el lóbulo de la oreja izquierda. Las uñas grises, de niña que juega con tierra. Su piel no respira Channel, me sopla al oído el aroma a semáforo y humedad sin ducha. Cabello negro, sonrisa hipnótica, habla con un aire idealizado de respeto de la Bolivia del Evismo.
Conoció el yungueñito en aquel refugio para zombies y le encanta; las monedas del semáforo de la plaza Abaroa le dan para fideo, salsa de tomate y cóctel. Aquella noche, conjuraba el frío paceño mordiendo, como doberman, el puño de su chompa —sweter, diría ella—. Detrás de esas medias verdes, muy a lo guasón, y sus tenis rojos, se escondía una mirada que antes soñaba con comerse Sud América por tierra y, hoy por hoy, busca solamente unos pesos para seguir en pie. En aquel encuentro, era muy clara, muy líquida y cristalina para esta ciudad.
Un par de cejas gruesas, una sonrisa balanceando en su voz grave y mil pulseras en la muñeca son su carta de presentación. Veinte años, clase media, muy estilo Mafalda, de viejo que trabaja doce horas diarias, de sol a luna, para pagar la vacación familiar. Viajó a dedo, a conocer el país de los cambios, de los ideales de trasnoche.
Lo último que supieron era que se iba a Salta donde su prima. Llegó a Villazón en abril, con cien pesos argentinos y doscientos bolivianos para el bus, y la mochila cargada de hilos de esperanza. El cuento del tío es invento nuestro, los bolitas son un poco lentos así que no pasa nada, se dijo. Comió una milanesa en un boliche y en dos segundos le robaron pasaporte, hilos, agujas y todo.
La miro de reojo desde la esquina de la plaza, pasa el sombrero, recoge las monedas y se muerde la bronca porque unos malabaristas colombianos usan su sonrisa en diente rebelde. Necesita plata, ahorrar para volver a casa, al mar, ya que con esto del sol paceño, su piel de leche se está partiendo en mil.
Me contó esa noche su bronca con los paisas que se acaban la plata juntada en esa droga llamada Cristal, que también llegó a La Paz. Hace algo de teatro y escribe, le gusta mucho Girondo, lo leyó en el cole, dice que le cae mal La Maga de Rayuela porque le robó todas las ideas y eso de coleccionar lanitas. Quiere hacer cine, me confesó que La Paz le da frío, que la gente es malhumorada y tiene fiaca de todo, hasta de mirar con esperanza a su propio país.
Me miró y me dijo: Viste, acá me tenés, varada en La Paz, sin un mango, me gusta La Paz, pero el Cusco sigue pendiente y luego veré qué pasa, ¿pibe, no tenés unas monedas?. Me había puesto un jean sucio en aquel encuentro y traía una mirada roja y sequedad de cebada en el pecho; tomamos una jarra, intercambiamos miradas, no historias, ella volvió al semáforo, ¿yo? a lo de siempre.
Tres meses después, bajo en taxi por la Sánchez Lima, con aires de cambio en mi vida, con nostalgias y melancolías viejas volviendo a tocar la puerta. Me detiene el semáforo de la plaza, entre malabares y tragafuegos, la reconozco, sus ojos hoy perdieron algo, están inyectados de humo verde y sus mejillas partidas me sonríen. En lo que tarda en cambiar el semáforo escucho: ¿Caballero, no tendrá unas monedas?

La Prensa, 16 de Julio, 2006

viernes, julio 14, 2006

Cristalizado....(Partir c’est mourrir un peu)

El nudo ahogando los silencios,
Cristalizado.
Mirar de fuera, vigilia necesaria
Repetirse, en giros negros, en gritos mudos,
Asegurando los pies en un cuadradito de cemento

Cristalizado, en mute, con el llanto en off,
Negra nuevamente la espera, el conteo estéril de horas
Añoranzas secas, eco tieso, sin retorno

jueves, julio 13, 2006

327

....El llanto es nuestro desahogo, pensaba Delgado; pero es quizá imposible llorar por algo que jamás ha existido. Se llora por la perdida de un ser querido o su partida, pero cuando nos golpea un misterioso dolor y descubrimos que algo que no conocimos acaba de desaparecer, entonces el deseo de llorar estrangula nuestro corazón, en un momento de helado estupor. Y este es el momento en que sentimos un dolor misterioso, un dolor más bien corporal, y que sin embargo se sitúa en algún lugar desconocido y que duele en sí, como ajeno a la carne y al hueso, y que vuela en medio de nuestro vacío, en la oscuridad y el silencio en las entrañas".... (Jaime Sáenz, Felipe Delgado, pag 327)

miércoles, julio 12, 2006

Magic glue please!

I know that I have to fix my self, with some kind or magic glue. Probably
If I look well around, I will see your smile trying to paste my broken pieces.
However I know that to fix my soul today is harder than to broke my hope
When you try your best but you don't succeed
When you get what you want but not what you need
When you feel so tired but you can't sleep
Stuck in reverse.
And the tears come streaming down your face
When you lose something you can't replace
When you love someone but it goes to waste
Could it be worse?
Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you
And high up above or down below
When you're too in love to let it go
But if you never try you'll never know
Just what you're worth
Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you
Tears stream, down your face
When you lose something you cannot replace
Tears stream down your face
And I..
Tears stream, down your face
I promise you
I will learn from my mistakes
Tears stream down your face And I..
Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you.

Nuevo ciclo

El eco...claro y fuerte de tus risas en mi pecho, tu abrazo, tu vuelvo plontro, tu manito, tus juegos, tus besos repartidos con la misma pureza a todos..
Te espero y estoy a tu lado, hoy y siempre...

viernes, julio 07, 2006

Rodeado por la noche

El cambio es oportunidad o amenaza, cuantas veces usé esa trillada frase en estúpidos seminarios de Recursos Humanos y la verdad ahora me parece tan hueca, tan vacía, cuando los cambios son ajenos a mi persona, cuando los motiva el egoismo y la ignorancia.
Despues de 556 días de haber recuperado, por efecto de la ley, el derecho de mi hija y mío a vernos, hoy fuerzas negras amenazan con separarnos de nuevo.
Es este el momento que la fortaleza debe salir del amor hacía ella, el momento que no puedo permitirme arrastras los pies con llanto y fracaso. Sé, lo tengo claro tengo que luchar, debo pelear, una vez más demostrar que no es una locura que mi hija estará mejor a mi lado. Aunque la ley no lo crea, aunque el machismo de esta sociedad, sin equidad de genero, juegue en mi contra, volveré a pelear.
Se que el cambio puede ser oportunidad, pero no me digan que sea más optimista, que vea lo bueno, no me digan, por que al menos hoy en este instante, tengo derecho a la tristeza, tengo derecho a ser rodeado por la noche. Mañana tendré fuerzas lo sé, de momento estoy hecho mierda. Al final para esto es el blogg también no...

Es cierto que hoy duerme tu esperanza
que en más de una noche lloras por embrujos
mientras me anticipo al juego y la risa

Es cierto el futuro de noche oscura
lejano día, en que tu miel y lluvia,
reclaman mojados, volver a ser parque,
caballo en la almohada, caricia de ombligo

Serán esos días igual que los otros
mi palabra de espera quien reclame clara
en mil líneas de verso y espuma
Serán, ten certeza, mientras vida corra
mis manos, mi vida, tuyas niña mía.

jueves, julio 06, 2006

.............

RAMONA ESCALERA DE PRUDENCIO
Falleció el 7-VI-1931
Pues el delirio que delira
no es la muerte, sino el
cuerpo que delira
Juan de la Cruz Oblitas

lunes, julio 03, 2006

Crónicas de a Pie (Café Complot)

Una mandolina de fondo, el plan de gobierno del MAS en la mesa del lado, escucha la discusión de unos políticos de provincia. Al fondo, cerca de la puerta de vidrio, un consultor explica, en computadora, a dos de chamarra el nuevo organigrama de una repartición del estado, tiene título en ingles y escudo de Bolivia al lado izquierdo. La palabra autonomía se escucha por todos los flancos y se confunde con Los Iracundos que ahora suenan en los parlantes.

Estoy en el Café Complot, el fantasma de Don Juan, respira con una brisa seca detrás mi hombro ¿Qué pensaría hoy de las teles colgadas transmitiendo TNT, mientras las fotos de La Paz, tratan de rescatar algo de antaño?. Había que venir a este lugar, así de noche, con libro al brazo, a escuchar que tienen que decir los espectros del 52, las palabras de aquella muerte que no muere, ahora que el nacionalismo del siglo XXI, se pinta de matices retro y el estado quiere engordar.
Exploro las miradas y me acogen paceños de bufanda y sombrero sobrevivientes en este lugar. Espero la taza de café y mi mirada se detiene en un caballero de lentes y brazo derecho ortopédico., tiene guante, para calentar la madera y su mano izquierda llena un crucigrama, es de frente amplia y el azar le dejo la mano que sujeta la pluma libre.

El techo sostiene una nube liviana y el aroma a tabaco negro todavía se abre campo entre perfumes Yanbal. El café ya no se destila en esa maquina roja con pinta de tractor, pero su sabor fuerte todavía acompaña las voces rumiantes de La Paz. Siento los latidos de la ciudad en pleno Obelisco y me pregunto si esta nube sostiene el aura de emblemáticos personajes del pasado, de esos que acalorados complotaron y fueron trazando la política del país.

Había que venir antes del domingo, a escuchar el eco de los que en sus puños delinearon la semilla de los cambios. Había que venir, a sentir el aroma trasnochado de nacionalismo en estas mesas y escribir, como presagio y conjuro, para entender el presente desde la memoria de la historia.

Los muertos pueblan estas mesas y convoco su palabra, tratando de escucharlos entre celulares y aromas light. El olor a complot del 45 ha mutado, la palabra revolución hoy tiene tintes desgastados. El piso con machimbre nuevo no esconde los arañazos de mocasines derechistas que se refugiaron al fondo, ni la lucha por democracia de los que hablaban bajito entre faroles con pinta de micrófono, cuando nuestro Obelisco usaba bigotes y gorra igual que él de Buenos Aires.

Este café es un hueco en la arteria paceña, una nube de tabaco que tranca su sangre y su pulso se siente en aquellos que velan siete sillas, respetando el silencio de quienes no están para el pucho y complot. Escucho las voces de la ciudad, esas del pasado, del aire desolado de otros inviernos y me mira Don Pepe, hombre de imagen de notario que se ha quedado solo. Su labio inferior se ha cristalizado en una mueca de mascara de moreno, me e ignora, luego se levanta y ceremoniosamente se va. La mesa queda vacía, sin la sombra de los espectros del pasado. Una entrevista al líder de antaño, sería necesaria, para ver que dice hoy que los constituyentes se venden como candidatos a alcalde pinta plazas.

Este lugar seguirá complotando, aunque no se si por cuanto tiempo sus fantasmas calentarán estas sillas. De momento saldré a esperar tiempos mejores para los que vengan e intuyendo la silueta del Illimani al final de la Camacho que todavía sigue con nieve.

La Prensa 2, Julio 2006