martes, noviembre 17, 2009

Confesiones de un Burocrata 1



Este espacio me recuerda a la lápida de mi tía abuela, tiene una bonita virgen postmoderna hecha en base a triangulos al lado izquierdo de un florero de metal al que le crecieron raices por que no bastó con jalar su cadena y ponerle flores una vez al año, ahora por más que quieras no sale, por más que trates se quedó trancado, se aferró al vacío y la crecio la yerba.

Dicen que los blogs están agonizando, dijeron lo mismo de la radio cuando apareció la tele, del cine cuando apareció el DVD, de los carteros cuando apareció el correo electrónico. La verdad existen dos posibilidades que la blogosfera sea una constelación de ciber basura o un lugar que sobreviva y de tiempo en tiempo, de guerra en guerra hable con más serenidad y palabra pausada que Twitter o el Facebook.

De momento por si quedan dudas, escribo este post que es muy probable que nadie lea en las próximas semanas, al final ¿a quién le interesan los divagues de un proyecto de escritor, las pajas de un burocrata estancado en su escritorio?...

Hoy empezaré una serie que veremos cuanto dura, retomando aquel estílo que gustaba a mis amigas.

14.09

Almorzé un asado seco con yuca y ensalada, decidí hacer dieta ya que paso en promedio 9 horas al día sentado sin moverme frente de esta pantalla y estoy con sobrepeso por que al salir de acá sólo tengo ganas de echarme en mi cama a ver Two and a Half Men y si tengo suerte escrbir una pagina de mi libro.

En 6 meses cumplo 40 años los cuales ya pesan en mi espalda y paso la mayor parte del tiempo soportando a Dona Summer en la maquina de mi colega y el bombardeo de correos electrónicos que diariamente sobrepasan los 300, de los cuales leo con detenimiento 10 y tomo acción inmediata sobre máximo 3.

Bienvenidos al cubículo de un burocrata al que le duele hace semanas el dedo gordo del pie derecho (puede ser gota o articulaciones desgastadas)quien sabe, al lugar dónde un típico oficinista pasa 45 horas a la semana, esta con su hija 15 horas a la semana y se emborracha 10 horas a la semana. El resto del tiempo se la pasa entre comer, dormir, leer y escribir, de esas actividades la que más tiempo le consume es sin duda dormir.

Escribo este texto mientras me pirateo el último disco de Sabina (ya bajó el 45%). D Disfruto esta media hora de silencio antes de que la Oficina se llene de gente.
Tengo dos dilemas para este día.

El primero: ¿Cómo hago para tapar con la mayor cantidad de tierra un error que cometí hace 12 meses por no manejar la presión y que está a punto de costarle dinero a la oficina? Me acuerdo una escena de alguna película que ví en algún sábado de resaca. Cinco empleados trituran papel de noche en una oficina día antes de que llegue una auditoria ¿es posible triturar las evidencias de un crimen? al final siempre hay un cabo suelto que queda por ahí y como díria Raskolnifof ¿tanto lío por dar un hachazo a una vieja?.

El Segundo: ¿Cómo hago para terminar de relacionar los personajes de un cuento que tengo a medias? Espero poder sentarme en la maquina de la casa al menos una hora esta noche y poner en el papel todo el enredo que tengo en la cabeza, enredo que va surgiendo mientras muevo papeles de canasta a canasta, leo mensajes de correo, firmo carta, sello sobres.

En 15 minutos se abrirá la puerta, en 15 minutos empezará el ruido de este lugar en el que estoy estancado hace 7 años 9 meses. No puedo saltar sin red, ya no soy trapecista, tengo una hija que es más que el público que mira la obra es la razón de ser de este circo quien al menos los próximos 15 años me necesita vivo. Ahí radica la perversa broma de trabajar en un lugar que te paga un buen sueldo pero que detestas, si es una mamada, la plata no compra y nunca comprará la felicidad. No me gusta este trabajo, es más lo detesto al igual que a tod@s los que comparten conmigo este espacio. Tengo un Jefe que más parece refrigerador que persona y del cual nunca sabes que humor trae a la oficina, tengo unas ganas de mandar todo a la mierda y dedicarme sólo a escribir, la pregunta es ¿me pagaría tanto la literatura como la burocracia? Mi consuelo es que Cortazar fue también uno de estos.

¿Cuántos habrá allá afuera como yo que quieren dejar un trabajo luego de 12 años y 9 meses de ser burocratas, cuantos que no se animan?

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