Grupo de niños y niñas de la Cárcel de Mujeres en el Festival Venezolano
Yoani Sanchez, foto robada de su perfil
Luego de terminar la entrevista me pregunté sobre como hacer universal la consigna de Yoani “Internet Para Todos”, ahora que la “paranoia del imperio” (léase con tono chavista) quiere aprobar proyectos de censura a la libertad en la web.
Sin duda un blog puede ser la forma de hacer pública tu vida para que el otro se apropie de tu intimidad o una plataforma de libertad donde lo público, cernido en la intimidad, sea devuelto al mundo, como denuncia y crítica. Yoani pertenece a este segundo grupo al cual deberíamos ir migrando los blogueros histriónicos, contando menos nuestras devaneos existenciales e interpelando a nuestros gobiernos un poco más.
Su nota del 31 de enero habla sobre la visita de la Presidenta del Brasil de Dilma Rousseff a la Habana. Brasil es el segundo socio comercial actual de “El Raulismo” como ella dice. Yoani habla de cómo esa visita fue empañada por la muert, luedo de una prolongada huelga de hambre, de Wilmar Villar Mendoza, joven disidente cubano y a quien el gobierno de Cuba tildó de delincuente común. Después de leerla me acuerdo del acto pro Chavista organizado ayer por la Embajada de Venezuela (Primer socio comercial y político del Gobierno de Evo) en la Plaza de Obrajes. En ese acto escuche analogías entre la toma del Cuartel Moncada y el Golpe del 4 de febrero, parangones patrióteros y trasnochados entre la Revolución Castrista y la Chavista y recordé a la Generación Y de Yoani.
Pese a todo rescato de aquel día el espacio que la Embajada de Venezuela dio a la Fundación Pintando Sonrisas (de la cual formo parte), para promocionar la campaña por un vaso de leche para los más de mil niños y niñas que viven con sus padres en las cárceles del país y que por los cuales no hace nada la Revolución Evista. Entre el sonido ensordecedor de los hurras al Comandante Chávez, a la memoria del Che y al paraiso que hoy es Venezuela gracias a Chavez, las voluntarias de la campaña hicieron lo que pudieron para que veintiséis niños y niñas del Centro de Orientación Femenina de Obrajes jugaran por algunso minutos en libertad, olvidando que su hogar es una celda.
¿Algo así sentirá Yoani los diez minutos diarios que accede a internet? Me pregunté antes de irme.
La cubana, auto repatriada Yoani Sánchez, escribe en su blog Generación Y lo que siente la generación del Centenario de la Muerte de José Martí, de la cual es parte. Busca como la Generación del Centenario de su Nacimiento, que en 1953 tomó el Cuartel Moncada, una nueva revolución en Cuba. Ella no vive en los tiempos en que Reinaldo Arenas tenía que esconder sus escritos mecanografiados en el techo de la casa de una tía arpía, pero poco ha cambiado la libertad de expresión en Cuba desde entonces. Hoy hay sólo tres computadoras por cada cien habitantes. A Yoani la idolatrán o la odian en La Isla y ella sigue escribiendo, defendiendo la consigna que pegó en la puerta de su casa “Internet para todos”.
Yoani se expresa en un blog y desde su cuenta en twitter que a la fecha tiene 210,780 seguidores . La blogosfera y las redes sociales le dan la libertad que el gobierno restringe y con la ayuda de turistas puede acceder a comprar tarjetas de internet. “El otro día di un paseo a dos norteamericanos que al final me compraron una tarjeta de cinco horas. Eso puede durarme todo un mes si lo administro bien, porque yo trabajo todo offline primero” (extracto de entrevisa a Yoani Sánchez, realizada por Leo Felipe Campos, periodista venezolano y publicada en El Malpensante #124).Luego de terminar la entrevista me pregunté sobre como hacer universal la consigna de Yoani “Internet Para Todos”, ahora que la “paranoia del imperio” (léase con tono chavista) quiere aprobar proyectos de censura a la libertad en la web.
Sin duda un blog puede ser la forma de hacer pública tu vida para que el otro se apropie de tu intimidad o una plataforma de libertad donde lo público, cernido en la intimidad, sea devuelto al mundo, como denuncia y crítica. Yoani pertenece a este segundo grupo al cual deberíamos ir migrando los blogueros histriónicos, contando menos nuestras devaneos existenciales e interpelando a nuestros gobiernos un poco más.
Su nota del 31 de enero habla sobre la visita de la Presidenta del Brasil de Dilma Rousseff a la Habana. Brasil es el segundo socio comercial actual de “El Raulismo” como ella dice. Yoani habla de cómo esa visita fue empañada por la muert, luedo de una prolongada huelga de hambre, de Wilmar Villar Mendoza, joven disidente cubano y a quien el gobierno de Cuba tildó de delincuente común. Después de leerla me acuerdo del acto pro Chavista organizado ayer por la Embajada de Venezuela (Primer socio comercial y político del Gobierno de Evo) en la Plaza de Obrajes. En ese acto escuche analogías entre la toma del Cuartel Moncada y el Golpe del 4 de febrero, parangones patrióteros y trasnochados entre la Revolución Castrista y la Chavista y recordé a la Generación Y de Yoani.
Pese a todo rescato de aquel día el espacio que la Embajada de Venezuela dio a la Fundación Pintando Sonrisas (de la cual formo parte), para promocionar la campaña por un vaso de leche para los más de mil niños y niñas que viven con sus padres en las cárceles del país y que por los cuales no hace nada la Revolución Evista. Entre el sonido ensordecedor de los hurras al Comandante Chávez, a la memoria del Che y al paraiso que hoy es Venezuela gracias a Chavez, las voluntarias de la campaña hicieron lo que pudieron para que veintiséis niños y niñas del Centro de Orientación Femenina de Obrajes jugaran por algunso minutos en libertad, olvidando que su hogar es una celda.
¿Algo así sentirá Yoani los diez minutos diarios que accede a internet? Me pregunté antes de irme.
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