Neuróticamente hablando, llenar el formulario RC-IVA es un deleite lleno de placer para el obsesivo. Entre sus rituales más eróticos se incluyen: planchar facturas, el orden por rubros, por meses, por horas y por montos, el registro cuidadoso ejercitando la alegre verificación de NIT y nombre, el uso de puntabola roja en los errores y azul para validar las facturas bien llenadas, el sonido de una factura arrugada dentro el puño cuando está mal hecha y el disfrute basketbolero de lanzarla al basurero. En el clímax del acto se encuentra verificar en el formulario DA VINCI y deleitarse al leer el mensaje de la computadora que dice NO EXISTEN ERRORES EN EL FORMULARIO, premio que para el buen neurótico tiene la misma intensidad del beso de la amada. La paz es inexplicable cuando luego, con la sensación del deber cumplido se agrupan las facturas en grupos de diez o veinte y se las engrampa con cuidado en la esquina superior izquierda y se las entrega al responsable de revisarlas dentro el plazo fijado por la oficina (usualmente el 15 de cada mes) El operario diligente que tiene el rol de revisarlas, si tiene la suerte de haber elegido ese trabajo por vocación obsesiva (lamentablemente pocas veces ocurre) recibirá con ansiedad las facturas de varios empleadas e iniciará la orgiástica tarea de revisarlas nuevamente una por una y deleitarse al encontrar errores. En caso que el declarante haya realizado la tarea con descuido y desidia el placer para el revisor se intensificará y podrá ejercer el poder del lápiz rojo que cual falo erecto empezará los embates del rechazo de facturas y la anulación de formularios con una X de extremo a extremo de la hoja. El buen neurótico hará su tarea sin que se le mueva un pelo y no se dejará intimidar por las quejas, los llantos, los intentos de seducción y chantaje de declarantes desordenados clamando que les permitan rehacer el formulario para que no les descuenten impuestos en el mes. El buen neurótico que además de revisar formularios ajenos predica con el ejemplo porque horas antes concluyó el suyo sin errores, con deleite mirará a los ojos de aquellos mediocres y desordenados colegas y les dirá "NO el formulario RC-IVA es una declaración jurada y es su responsabilidad hacerlo bien" En ese momento el obsesivo confirmara que es capaz de tener orgasmos múltiples.
Ejercicios literarios, crónicas, miradas a la ciudad, relatos, poesía (de vez en cuando) y todo lo que este aprendiz de escritor produce en el camino a encontrar su propia voz (Al final Borges la encontró a los 70 años)
sábado, abril 13, 2013
Pajas de Oficina II
Neuróticamente hablando, llenar el formulario RC-IVA es un deleite lleno de placer para el obsesivo. Entre sus rituales más eróticos se incluyen: planchar facturas, el orden por rubros, por meses, por horas y por montos, el registro cuidadoso ejercitando la alegre verificación de NIT y nombre, el uso de puntabola roja en los errores y azul para validar las facturas bien llenadas, el sonido de una factura arrugada dentro el puño cuando está mal hecha y el disfrute basketbolero de lanzarla al basurero. En el clímax del acto se encuentra verificar en el formulario DA VINCI y deleitarse al leer el mensaje de la computadora que dice NO EXISTEN ERRORES EN EL FORMULARIO, premio que para el buen neurótico tiene la misma intensidad del beso de la amada. La paz es inexplicable cuando luego, con la sensación del deber cumplido se agrupan las facturas en grupos de diez o veinte y se las engrampa con cuidado en la esquina superior izquierda y se las entrega al responsable de revisarlas dentro el plazo fijado por la oficina (usualmente el 15 de cada mes) El operario diligente que tiene el rol de revisarlas, si tiene la suerte de haber elegido ese trabajo por vocación obsesiva (lamentablemente pocas veces ocurre) recibirá con ansiedad las facturas de varios empleadas e iniciará la orgiástica tarea de revisarlas nuevamente una por una y deleitarse al encontrar errores. En caso que el declarante haya realizado la tarea con descuido y desidia el placer para el revisor se intensificará y podrá ejercer el poder del lápiz rojo que cual falo erecto empezará los embates del rechazo de facturas y la anulación de formularios con una X de extremo a extremo de la hoja. El buen neurótico hará su tarea sin que se le mueva un pelo y no se dejará intimidar por las quejas, los llantos, los intentos de seducción y chantaje de declarantes desordenados clamando que les permitan rehacer el formulario para que no les descuenten impuestos en el mes. El buen neurótico que además de revisar formularios ajenos predica con el ejemplo porque horas antes concluyó el suyo sin errores, con deleite mirará a los ojos de aquellos mediocres y desordenados colegas y les dirá "NO el formulario RC-IVA es una declaración jurada y es su responsabilidad hacerlo bien" En ese momento el obsesivo confirmara que es capaz de tener orgasmos múltiples.
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