Cuidado con las miradas a trasluz
Con los brazos colgantes, babas de muerto
Cuidado con las piernas de arlequín
Con la seda rosa acariciando tu piel
Cuidado con volver y escarbar memorias
Cuidado por que estás muerta
Con esa risa tan firme no me tocas
Con ese eco penetrante no te bebo
Pero te invoco, te reconstruyo inerte
Con esa lengua de caracol, tragando mi garganta
Con tu bamboleo de matraca en pubis
Con tu complejo de pitón en la alfombra
Pero te veo, inevitable en la nicotina
Con las manos temblorosas en mi espalda
Te veo, con el vino bañando tus costillas
Con tu abrazo de calaca en mi piel de madrugada
Cuidado pese a todo, con tocar mi puerta
Con ahorcarme con tu tanga negra
Cuidad por que estas muerta
que tu lejanía fue un alivio y conjuro,
estas seca y es mejor.
9 comentarios:
Pasé por aquí, y creo que me tendrás de visita frecuentemente. Bonito tu espacio y lo que escribes. Saludos desde Santa Pué.
Y las Anas siempre atacando de nuevo. Jaja.
se que conociste una Ana, me acuerdo de ella y era flaca y adicta al vino y al cigarro...será acaso la misma, si es ella vive ahora en España hace 3 años....
Dulce tupizeña de ojos de vibora..me acuerdo..
cuidado con los fantasmas que rondan y aveces quieren regresar.
Mirá, Ana está. Y a tu lado. Y va a regresar o a impregnar cada poro de la epidermis de tu alma en la medida en la que vos lo permitas.
Pero si la comparás con una boa, jodido estás.
y si........será por eso que esa mujer esta hace tiempo muerta y su presencia solo puede traer una asfixiante muerte...Saludos
No te pasa que a veces luego de años sueñas con alguien y vuelve intensa a tu presente? sin saber por que la memoria decide evocarla?pues algo asì me paso antes de este poema
Siempre te leo, te he leído hace tanto que ya no me acuerdo, y no me atrevo a mostrarte aún mis escritos porque no me siento a tu altura, ni mi blog, ni mi identidad, ni mis sonetos ni mi pobre poesía.
Solo quería saludarte, contarte que vivo en Chile, que de tus letras me siento atrapada, que a ellas me condiciono, me ato, me armo y me desarmo, me coso y me descoso, vivo y muero.
Algún día te abriré mis puertas Paul, algún día.
Lady
Sí, me sucede a menudo...Y sentís que la melancolía se te pega a la piel como un sticker, y te colgás de una nube de la que te cuesta bajar...Sí, hace poco me pasó algo similar. Saludos para vos.
Lady...gracias por tus palabras que hacen que las mías tiemblen, será un gusto entrar en tu espacio, cuando decidas abrir la puerta.
Un beso...
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