martes, abril 10, 2007

Al Roberto

Ven Padre
Ábreme la puerta
De tu desamparo
( soy yo quien te llama
ahora )
cúbreme con tus lanas
viejas
revísame parte por parte
padre por hijo
en esta cuesta
interminable
que es la muerte
(Roberto Echazú)


Pasar a la noche sin rituales, volverse uno con el otro lado, de sopetón, dando un escupitajo al destino, es así como el elegido debe dejar su estela de palabras en el barro y fundir su carne con el primer verso. El poeta se ha ido, pronto empezarán a caer las flores en su nicho y los homenajes fariseos inundarán las radios, las paredes, las páginas literarias.

Pronto también empezará a correr el vino en abundancia, en el patio trasero de la casa vieja donde sus restos duermen el último sueño. El se hará el sordo como siempre y escupirá palabras rígidas al vidrio bonito que pusieron para reflejar sus fosas infladas de algodón. Personalmente me tocó, hace once años asistir al entierro de un loco, a un estepario que mordía la noche y hoy por hoy es polvo en una cajita de metal y uno que otro familiar adormilado repite sus palabras con la resaca de su nombre en las venas.

Por tanto no creo en los homenajes póstumos, prefiero pensar que la carne añejada en cajón de manzana, devolverá tarde o temprano sus palabras al mundo. El poeta se ha marchado, como el día que piso esta tierra, hoy es sólo cuerpo sin palabras. El primer llanto que al nacer dieron sus pulmones vírgenes de humo, hoy ha sido reemplazado por el de viejas beatas reza rosarios. El poeta en su viaje de murciélago no entiende, no soporta los chistes mal contados de velorio, los pedos contenidos en la silla incomoda por el café obligado en la vigilia. Los mocos chorreando en pañuelos grises, por que desde la noche, en su presente, hoy baila con la dama negra y toma vino y muerde orejas de algún santo.

El poeta ha callado y a pocos le importa, en los titulares de la prensa no aparece en grandes letras, aunque todos sabemos que más temprano que tarde las alimañas roba versos prepararán discursos, grandes ponencias y uno que otro ofrecerá su imprenta para sus obras completas.

La noche, como diría el poeta relojero, hoy ha penetrado en su nombre, por tanto no tiene espejo, por que la nada es hoy el papel en el que escribe, dando brincos y furiosas estocadas de niebla a sus antiguas musas. Ya no interesan las de carne blanca, nalgas rojizas, pechos cocholate, labios fresa, no interesan las warmis valientes, las ñustas cobardes que se dejan amar y mastican tus versos como chicle viejo, ya no interesan en su noche, por que ahora está más allá de sus mentiras por que estorban en la cuesta interminable de la muerte.

El poeta ha muerto y que carajo, mañana leerán sus versos en tertulias y se rasgarán las vestiduras entre vinos y comparsas los escribas baratos y eso ya no importa. Ha muerto y en mis manos tiemblan las letras, mientras el veneno de Los Yungas, ese tan rico con juguito de naranja, en silenciosa ceremonia moja sus versos anotados en mi vieja libreta. Salud compañero, aunque sin vino, guarda campo en la mesa para más tarde.

3 comentarios:

Juan Perez dijo...

Ufff...!!!

LA muerte tan natural como nada...!!!

es la fiesta de la vida, donde todo lo que uno hace en esta se queda en este aire...!!

Por eso la escencia de un poeta nunca morirá...

Pero Paz eterna para Roberto...

Anónimo dijo...

Pucha murio un grande!!! pero vivirá en su poesía con nosotros.
Y aunque ya vi que eres un cholis jajajajajaja igual visitame. Y QUE VIVA MI TIGRE EN SU MES ANIVERSARIO.
besitos atigrados

Sakura dijo...

Pues si... varios se llenarán la boca con sus versos y con supuestas memorias de haberlo conocido... pero por lo menos perdido en la memoria no estará, así que agradezcamos no más a aquellos que les brindan vida en la memoria de otros!

Salud