La maleta a medio armar, el frío que me pincha los brazos descubiertos y sus manos tibias en un tacto fugaz. Esta mañana con un tango gritando en los parlantes, me preparo para cruzar la cordillera y pasar unos días en la tierra de Huidobro. Siempre dije que los viajes son necesarios, para hacer un inventario, reciclar emociones y sentires. Este es un momento en que es necesario mirarme desde fuera, cantarme las verdades y en algún cafecito escondido por ahí, llenar la libreta de historias de otras tierras.
De momento, tengo una maleta roja encima la mesa, mis ojos esperando sus ojos y 30 canciones que dan vueltas celebrando memorias compartidas. Ya iré compartiendo la crónica de estos días.
Salud.. ya les cuento que ondas..
2 comentarios:
Paul! Vienes a Chile!
Pues no te perdono si no me contactas hombre...aunque a juzgar por tus letras estarás bastante ocupado, pero al menos lo intentas para compartir un cafecito...bueno?
Ya te ingeniarás el cómo.
Traiga abrigo porque acá está gélido.
Lady
Estyo en Santiago, te escribo
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