La sabiduría llega cuando no nos sirve para nada….son las reglas del destino, son las reglas del amar (Fito Paez)
Te estas cagando de frío loca, eso de salir del boliche todos los días a las 7 de la mañana se queda en los huesos. ¿No ves? ,la acera no está hecha de espejos que reflejan tus estrellas, está llena de charcos y esas burbujas que revientan se llaman cerveza, flotando en el pis de tus clientes. Camina cruza la calle de un salto, que mi espalda hueca no sabe jugar al principe. No tengo ganas de tapar la mierda del piso con mis huesos, soportando tus tacos aguja en mis vertebras.
Me duelen los pies flaca, a veces queman los recuerdos dice Fito golpeando el piano, en su último disco. Lo pirateé para vos, me acordé que te gustaba reverbar en sus melodías, con los ojos rojos como esa bossa trucha del flaco, aunque no sabías que putas era un bondi, pero te identificabas con lo de un poco de coca y promesas de amor.
Vení, esta lluvia es sólo un espejismo que anuncia la primavera, como el aura esa que ilumina tus ojeras a las 6 de la mañana. Te traje mentisán loca, te arderá un poco, pero siempre es útil para curar las lamidas en los muslos, las del tubo de aluminio y las de lenguas de lata empapadas de ron barato.
Loca hoy me acordé del puente, de la historia de la niña que lo cruzaba arrodillada hasta el lado de Miraflores, grafiteando fragmentos de la Biblia. Me acordé de la noche en que te conté la historia del papel higiénico enredado en los tobillos y la caída explotando cráneos, siempre lo quisiste probar, me decías que seguramente tu sangre se evaporaría con el olor de las cloacas.
Tanta ficción añeja durmiendo en el cajón, tanta prosa barata hace que me acuerde de las caminatas aquellas y las ganas que te daban de tomar un café escuchando "ponme la mano aquí Macorina "en la voz de la Chavela, en ese viejo antro con piso de madera crujiente y paredes llenas de fetiches. Macorina, te sonaba a una mujer con celulitis decías, por la mandarina que evocaba en tu memoria.
Te gustaba ¿te acuerdas? que te mirará, así todo pirado, jugando a encontrar tu inocencia en esos ojos de muchachita punk. Te reías, mientras lanzabas la seria advertencia de que no contará los minutos, ni las veces que tocaba tus pechos, que preferías un presente congelado, un disco rayado repitiéndose, en el que saltaran tus piernas en el que temblaran mis labios. Un instante eterno sin proyecciones de ningún tipo, sin jaulas muerde alas.
Acá estoy, te traje el paraguas doblado, fetiche espanta cuervos. Dejé de abrirlo en mitad de la sala para conjurar la resaca como me recomendaste, ya no funciona para ahuyentar la luna, pero todavía es útil para espantar el viento. Ven, te agarro la mochila y las monedas que guardaste en la falda, necesitamos darnos dos sopapos y escupir esa espuma roja, que últimamente tragamos al soportar la extraña sobrevivencia. Necesitamos aquellas cosas que el tiempo fue borrando en tus pupilas, fue durmiendo en mis ojos, para volver a empezar, lejos de alguna rutina gris. Volver a empezar, temblando de frío y de lluvia en las pieles, lejos de esta mierda.
Te traje también el sobrecito que me pediste, don Enrique está cada vez más jodido con esto de llamarlo en la madrugada, ten cuidado que la ultima vez me vendió vidrió molido y no pude "venticuatrear" esperando tu retorno. Te lo traje igual, aunque luego tu tabique se llene de caspa y tu corazón reviente ácido sin mis besos.
Flaca, te lo dije tantas veces, pero te entercaste en permanecer colgada en eso de ser bailarina, en mearte los calzones cada vez que te invitaba a bailar un tango debajo el marco de la puerta. Mecanismos de protección e independencia le llamabas, ya vez preferiste tu libertad en este trucho club que jugartelas.
Te meabas cada vez que te decía que la caída del puente sería fácil. Te lo dije y preferiste el destino simplón de inflar la panza con el hule Pantera y contar billetes en la madrugada. No te juzgo, al final yo te lancé a esto, yo fui el que abrió la cuenta en el banco para que se llene de los bamboleos de tu cadera. Al final en esta tu libertad, seguimos clavados hueso con hueso.
Si ya sé que tengo la cara seca y toso como perro, tus cremas, esas que usas de noche, no sirven para maquillar mi sangre. Déjame así, penetrando algún viejo agujero mientras te espero, tengo la cara filuda por que la comida ya no me hace bien, el virus es jodido y me está comiendo y lo sé, pero si no era el puente el que nos mataba, iba ser esta joda más lenta.
Necesito tu vitamina, por eso vine temprano, luego de recordar tus lunares en el insomnio, pensando en las manos callosas que los tocan en mi ausencia. Vine para darte mi abrazo y desearte suerte. Te compré también dos anticuchos, no te preocupes la gorda es buena onda y me presta los platos y no tenemos que caminar hasta la esquina a devolverlos. Podemos comer despacio mientras subimos el puente.
Ven no seas terca, comé algo y contamé, cuantas historias de políticos te aguantaste anoche, cuantas pulseritas besaron tu muñeca. Veni, estas cagando de frío, no te voy a tocar si no quieres, aunque la verdad merecerías que te arranque los pétalos de tela tan Kitsch con los que te disfrazas para calentar al gordo del ministerio. Te haría bien que te muela a palos como te gusta, aunque en el fondo sabes que mi machismo muere en el olor de tus piernas.
Mereces eso y más, lo sabes, por haber caído en la recurrencia de ser independiente, con el billete fácil, pero tranquis que sólo nos fumaremos algo hasta que te ronques y yo vuelva a las mil pajas mentales de pensar que hago acá velando tus pesadillas.
Tu la niñita de papá, la chiquita bien, hoy sales del Boliche de neones y perfume dulzon, con el Jean que te regalé y los tacos aguja tan falsos. Te miro, cansada mientras disfruto como me muerdes los labios con tu sabor cargado de bocas de derechista y me bañas de tu aroma de dólares húmedos de vientre.
Veni mi changuita, igual estoy acá, aunque dicen que un par de patadas te vendrían bien, los cuates me dijeron ayer que por que sigo contigo, que debería ir a España, para aprender a patearte sólo en el tatuaje. Dicen que ahí no se nota y luego no me acusarás con eso de la violencia familiar.
Tranquis loca, sabes que sólo divago por que roncas y no me dejas leer tu libro ese de mujeres creando. “Ninguna mujer nació para puta”, ya lo sabía y yo tampoco nací para jugar a tu alcahuete, pero loca estamos así, al menos la casa tiene living nuevo y podemos pensar en el viajecito ese a tu pueblo que tanto esperas. Le contaremos a tu viejita, la mamada esa de tu pega de secretaria, de que estas terminando tus cursos de computación y de que su nieto ya dice mama.
Compré un estante para tus libros loca y esta 22 larga en la feria de El Alto, ese fin de semana que te fuiste al lago ¿te acuerdas?. Pensaba que hoy podríamos tirarnos en la alfombra y besar las sombras, leyendo esa poesía cursi que te encanta, antes de apagar la luz y volver a morder la ausencia.
Si lo sé, me lo dijiste tantas veces, que eran sólo unos meses de mirar el techo y de pinchar la espalda en el colchón del privado, pero es que me da impaciencia ver que el laburo no da y que te estas gastando y yo muriendo. Con esto de la inflación y las pastillas ya no da.
Entiendo lo que dijiste, la poesía no llena la panza, pero al menos me paga el trago mientras espero tu salida. Entraría a mirarte bailar en la barra, pero el gordo de la puerta me tiene bronca y lo sabes, prefiero mirarte con luz de día y caminar luego cagando de frío a tu lado, es meno cursi, más real.
Loca veni, estás temblando, te apareció otra mancha en el cuello y si, también yo tengo los pies helados. ¿Quierés subir el puente?, traje un rollo de papel higiénico para lanzarnos si quieres. ¿Mejor no?, OK, esta bien.
Apoyate en mi hombro flaca, más tarde pensaremos en como recuperar la guagua, ya verás que la monja se aburrirá pronto y si no, un mejor destino que con nosotros seguro que tendrá. Veni, pásame las llaves y cerrá los ojos, una punta de coca nos va a hacer bien. Sentime y no mires el charco, ya te dije que es pis y no el espejo de tus estrellas.
Dale flaca, despertá, esta no tiene vidrio aspira hondo y no tiembles que yo agarro bien la pistola. Confía en mí flaca, si el tiro falla igual seguiremos juntos.
Nota: Violencia familiar, nequidad de género, prostitución, drogas, VIH, La Paz de noche, no tapes el sol con un dedo.
6 comentarios:
Durísimo el relato, pero muy ágil. Tienes un pedo jodido con "la flaca", ¿no? Jejeje Un abrazo, polino.
Coincido con Willy... durísimo el relato.
Me pregunto si "la flaca" es la misma que mencionas en tus poemas, si es así... vuelvo a coincidir con él... muy jodidos pedos con la flaca!!! =P
Abrazos Paul...
La flaca es un personaje de ficción que se nutre de mujeres de carne y hueso, algunas a las cuales miro, otras de las cuales me hablan y "otra" que muerde mi carne y mis huesos. En todo caso, las mujeres intensas, con todas sus letras son las que más adora este entrañable personaje que construí hace 12 años.
Saludos y abrazos a ambos
Paul
uhhh, hasta te vi con la flaca subiendo el puente! jodido!
hola Paul, mi queridísimo camaleón, recien ahora vuelvo a tus letras y recién hoy vuelvo a leerte con calma.
Siempre es un gusto explorar tus escritos.
muchos besos y muchos abrazos para ti
vero
Hola:
Tal vez no te acuerdas de mi pero tus palabras todavía arañan mi espalda después de tantos años.
Es curioso, vivo en España como en la historia y lloró sola viendo como a mi amiga la patea un marroqui.
Vivo por estos lados y me acuerdo, del vino en la Plaza Avaroa, de esa madrugada en la lluvia corriendo a tu lado...me acuerdo y aun te pienso..
Yo
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