miércoles, marzo 12, 2008

¿Dónde están?


Necesito verlos, reir con las bromas del Enrique, preocuparme por su patito de goma, contar compulsivamente con el conde contar, comer galletas con la boca abierta y salpicando migas como Lucas, esconderme en un basurero si la vida se pone dura. Enojarme, darme la vuelta, ponerme una gorrita en la cabeza y escuchar un ¿"Enrique estás dormido"? y volver a empezar.

Tengo ganas de que sean las cinco de la tarde de dejar de lado las tareas horribles de frances, de ponerle mermelada de naranja de la abuela a una marraqueta crocante, de tomar leche con chocolate en mi taza azul, de sentarme en la caliente cama de mis padres, de prender la tele, de mirar por la ventana el jardín de margaritas silvestres, de ver Plaza Sésamo, de reir e imaginarme con más de treinta como un gran tipo que se come al mundo y que es feliz muy feliz a los 37 años con Brooke Shields dándole besos de coco.

Si hace 30 años no habían:

Deudas, dolores, deudas, patadas, deudas, tristeza, deudas, acidez, flatulencia, dolor de espalda, intermitencias del sexo, llanto y soledad a granel.

Si no había lo de arriba pero tampoco estaban:

Mis palabras para reventarme el corazón, mi hija para darme nuevas risas, tu con tus pies frios y besos carnosos,

1 comentario:

Anónimo dijo...

paga tus deudas cabron!!!