martes, abril 29, 2008

De retornos...

"La historía del amor ha muerto en cuanto a vivido la historia del amor que me cáusas tu" (Jaime Saenz) .

Saludos, vuelvo a estos lares, me alejé de la bodega, del Etno, de los amigos "guitarreros", de las musas mal pagadoras, de las magdalenas rompe catres, me alejé de las fábulas de Familia Ingalls a su lado, del Spinning y de cascárle con ella en el living (con el permiso del Chazita robo esta frase).

Me alejé de las lagrimas derrotistas, de la cofradía del santo reproche como dice el Sabinita, de la floreria cómplice, de la canción escupe ruegos, de las miradas de gato con botas que piden no te vayas carajita que me partes.

Me alejé de aquello que muerde el corazón de anticucho, me recluí en la burocracia, en los papeles en el canastillo, en este matrimonio de 6 años con la chota internacional que es mi oficina.
Me alejé de los cuates que se alejaron de mis cicatrices, de las minas que me lanzan besos de aurora con sabor a histeria mal sasonada.

Me alejé para recluirme y curarme: en el silencio, en el divan de mi analista, en las charlas con el psiquiatra, en las pastillas plancha nervios. Me alejé para sanar las pinche viejas almaqueloides con antiguos antídodotos de esos que siempre son útiles (Calamaro, Fito, Charly, Sabina, los poemas de La Pálidez del Bedregal, los no le digas de Recorrer esta distancia de Saenz, las Cartas de Pablo en la Biblia, Silvio, pañuelos cura fracasos con olor a perfume dulzón, el zapping, los DVD de Les Luthiers, las tardes de café, a las noches de cinemateca, tu en mi pecho....)

Me alejé y no me arrepiento de aparecer de tiempo en tiempo a joder tus días a mover tu piso firme con mensajes ambivalentes y recurrentes.

Me alejé y volví a la ficción de la noche a esa que no sabe de puertas abiertas a los demonios, a la otra , de fabulas que apagan la azotea y llenan de "mostruos" la mollera.

Me alejé en el retorno del juego absurdo, aquel de negarse la luna en auto exilios, de viajar quimicamente por el silencio habitado de visiones, de recurrentes evocaciones sin ajenjo.

Volví a la noche a esa que dejé en el desván por su mirada de ausencia y en el retorno boté la cajita con sus miradas y aromas y con el vino destinado a mojar sus pechos, escribí la primera pagina del libro que espero publicar en las fiestas julianas.

Volví a a la noche, que no conoce de silencios y grita perversos sabotajes que la palabra habla..."heridas de la palabra en la herida" como diría el Ortiz. Volví a lo que brota en algún lugar entre el abandono y la presencia de la angustia, a la novia de tinta que reclama su lugar, su presencia certera, peregrina.

Celebro entonces el retorno a estos lares e inicio el recuento de días para gritar nuevamente mi voz callada a las paredes del Etno, en un nuevo librito. Por ahora besos a todos y un poemita versión 1.1. del libro


En esta nube gris decido nombrarte,
caminarte en largos espacios de olvido
reteniendo el pálido recuerdo en tus visiones
tú lo sabes, mi voz no es tan fuerte en tus pupilas
se está perdiendo el sentido y lo intuyes.

Por eso mi evocación no te toca,
Y mis versos se esfuman en tu mueca.
En este camino, decido convocarte
volver a tu abrazo, mantis de uñas largas
y beber tu memoria oscura (reiterada).

En la distancia muerta has hablado,
gritando que no hay nada,
que pariste otros tactos
que otros vientos enredaron tu aroma.

Volveré, cuando nada sea cierto,
el día que el ámbar se pierda,
cuando te enteres no tendrá sentido,
habré dormido (gris), la humedad adormecida

En la memoria te tendré presente (con aires de culebra)
retorciendo cada paso de olvido,
una vez más traerás tu silente mirada lluviosa,
yo, me detendré, nuevamente gris
en la evocación absurda de nombrarte

1 comentario:

utópico dijo...

que gusto leerte, y que gran gusto el qeu hayas vuelto, siempre es bueno abandonarse a uno mismo consigo mismo por un tiempo, luego vuelve a llover y uno sale a mojarse en las palabras.

saludos!