Los trajines cesaron , hoy es hora de otros andares, más internos, más introspectivos, más de náusea, más kafkianos.
Hoy la pausa se llama purga, morder la tinta que late y exprimirla de a poco. Hoy callan los haceres y agradezco con infinita lucidez a quienes me dieron el impulso para este vuelo que se convirtió en libro.
Hoy inicio el proceso de cura, no sé si llega con constancia, con receta, con limpieza, si traerá vientos puros o negros. Inicio la cura y marcho, más allá de la palabra, a encontrar en otros andares la respuesta.
Sólo una cosa está clara hay cinco estaciones en el trayecto: Nacimiento, síntomas, proceso, despojos y silencio blanco.
Esta noche la palabra no dicha habrá nuevamente hablado...
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