martes, marzo 11, 2014

Alex después de Nikki


Alex se ha ido, al menos eso dicen todos los que la buscan y creen recoger entre los escombros de su apartamento algún mechón de su cabello. Está lejos o cerca, al fin solo ella lo sabe. Mientras miro el viejo afiche, de los tiempos que tocaba el bajo en la banda, aquel  que sobrevive en la pared de una casa de Sopocachi recuerdo su palpitar sangrante y la silente forma de preparar aquello que ambos sabíamos nos dañaba en el fondo del daño.

Mucho hablar, mucho decir nada matizando nuestras madrugadas de Fernet con Coca. Pasábamos de la Chavela a la Frida, de la Pizarnik a la Paty Smith, de la Nancy Spungen a Courtney Love, de Joan Jett a Pat Benatar. siempre Benatar antes y después de los alaridos y risas,  antes de apagar su motor cocaetilénico y caer estampillada encima el colchón o debajo mio, que al caso era lo mismo.

"En lo que ha muerto esto ha nacido, para ser entonces la vida que aún no ha muerto", escribí el día que dejó el escenario y corrió tras los huesos del idiota de Nikki. Ambos sabíamos, estaba claro lo que tenía que hacer, así tenía que acabar la vida de ese pinche "cuetillo posero", mal remedo de Arturo Belano. Así es como había que cortar sin último tango en Paris, sin Punk en Brixton, en un ácido juego de cera y nada más. Alex obró bien, amó bien, mató bien.

Se que ayer volvió, me lo dijeron las chicas del Night Club " La Diosa". Volvió pero ya no es la misma. Nunca se vuelve siendo lo que se pudo haber sido. Hoy está, sin estar estando, con los ojos amarillos, con el  mentón dormido, muerta en la vieja vida, naciendo en la vieja muerte y aún creo que me espera...


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