lunes, abril 10, 2006

Kañuma (Cadaver Exquisito)



Tarde, con sol paceño en el cuerpo, con el corazón en papel, pintado de carbón, con las manos jugando a seducir pulseritas afganas. Los cuatro alrededor de un mesón de mármol, con aquel ventanal mostrando la postal paceña a nuestros ojos, con ese Illimani desplomándose en sus pupilas, con esa inmensidad que acoge e invita a mirar la ciudad.
sie, en su permanencia en esta tierra de ropa cara y kitsch, de marraqueta perfecta en desayuno. Fiel en el calor de la leña, la de Kañuma, la de Just Like Heaven. Ahi en sus nostalgias germanas cada vez más tibias, en el eco pálido del ayer, cediendo espacio a su presente paceño. En la certeza del amor dado, de su sangre bebiendo el mestizaje de poros, de sus sueños con aquel del norte de la altura.
Elle acariciando a Bela, en el refugio del carbón en la libreta, con su risa que vuela entre el café y el viento. Inevitable hoy en mi pluma, con la espalda acariciando la silla, con el corazón en grietas miel, por otras pieles, otros tactos; ya lejanos, ya cercanos.
Habla sin hablar con la palabra que flota, con el fondo vedado, en esa conexión intermitente y cierta. Sus pupilas miran desde la Burka de su alma, al lugar, a nosotros, a mi inconsciente forma de pintarla en poesía y de pronto vuela, como el poema aquel de C´est Amour, con exacta certeza, con cansancio de aquello no dado, no deseado, no sangrado.
El, en sus silencios, en su forma de oruga en los labios de su musa, en su exacta contundencia ante su presencia clara. Poniendo el punto sobre las letras, el pulso en las notas, la serena paciencia en la cerveza. En la forma de precipitarse en el vacío de montañas, en la invitación constante al baño de pueblo, para luego volver y ser mundo, letras filosas de sierpe ácida.
Yo, recurrente en la palabra no dicha, en las imagenes tatuando mis poros, en ese ensayo de fotografiar instantes con pulso roto, con la izquierda temblorosa, con la piel en deliberada evidencia, con el pecho abierto rondando su ángel con versos.

Ahí, con el aire dado, surge entonces la idea de un cadáver exquisito, la invitación a pintar un papel con el corazón en guardia baja, con los dolores que no se dicen, con las imágenes que se extrañan, con la vanalidad de las resistencias.
Empezar entonces, en papel corriente, luego de respiros, sorbos de cerveza, llamadas de teléfono inaudibles que te vuelven a la realidad. La leña lista, el alcohol tibio, la noche en manto roto y la pluma colectiva pinta con prisa estas palabras:

Sal de viento en tus ojos, sabor a pupilas de fuego,
bebiendo la espuma de mi línea muda en trazos.
La esfera tenue nos baña, se precipita por nuestra piel
Quella sua faccia di bambina,
che non gli e lo detto mai,
ma io diventaro mato
Y bajo del piso hay una voz que me escucha….siempre
Es el instante, este congelado, en tu tibieza de sangre
el intacto corte, el filo de mis palabras en tu risa
es la memoria negra que hoy te nombra
Pero en silencio, ese silencio tan nuestro,
ese silencio que aturde y duele…..
…Y algunas veces dices nada
y siento que me asustas por tu belleza secreta

Lou Reed, como epílogo, cerrando el acto, reptando por su cuerpo, la Velvet Underground, en posesivo fuego en sus sandalias vino, el ventanal en destellos de noche, en estrellitas de papel en los cerros, en fueguitos temblorosos de vida y otros tiempos. El viento, los baches, conejos toreando el auto verde, sus ganas de ser viento, mis ganas de gritar, sus ganas de llorar, mis ganas de ser consuelo...

5 comentarios:

[i] Isabel La Fuente Taborga dijo...

"sus ganas de llorar, mis ganas de ser consuelo"
aqui estoy mi querido Paul... ya volvi desde la ciudad del amor... Paris es hermoso! traje un poco de luz de torre y agua de río. aroma a crepe y chocolate.

Anya dijo...

Bellas palabras como siempre.
:)
Un beso de eternidad

Soñadora Insomne dijo...

No es bueno ser el consuelo de alguien cuando arriesgamos el corazón. Tenemos de derecho a ser lo primero en la vida de alguien.
Espero que ahora sí no te olvides.

flacazul dijo...

aaaay los cadaveres!..
me gustó mucho, un placer,
como siempre.
a.

Vero Mendizabal dijo...

de acuerdo... tenemos derecho absoluto a ser los primeros en alguna vida y a hacer primero a alguien en nuestra vida...

Un abrazo inmenso amigo del alma.

vero

arquleba (mmm)