Ejercicios literarios, crónicas, miradas a la ciudad, relatos, poesía (de vez en cuando) y todo lo que este aprendiz de escritor produce en el camino a encontrar su propia voz (Al final Borges la encontró a los 70 años)
jueves, junio 29, 2006
Al final de cuentas...
Al final de cuentas, en este lugar uno puedo hacer lo que quiera y de manera deliberada ponerse en evidencia, dar mensajes entre líneas, entre versos a musas de otros aires o tambíen develar los fantasmas y los muertos propios, mostrando hasta la última carta del mazo.
Al final de cuentas, este es un lugar en el que puedo hablar o simplemente no decir nada o por último recurrir como no lo hago muy seguido a la palabra de otros, a sus imágenes, a su poesía para decir lo que pasa con esto de estar vivo.
Al final de cuentas, habra que dejar de escribir para empezar a vivir, o seguir viviendo para poder escribir, cruel paradoja esta del poeta, que no puede dejar de ser palabra y prefiere el mundo que construye con ladrillos de verso al que pisa y, lo más duro, por más que lo trata no puede dejar de beber la vida.
Los dejo con Octavio Paz que dice en sus palabras lo que hoy mi pluma calla
Octavio Paz
Decir- Hacer
A Roman Jakobson
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.
martes, junio 27, 2006
Match Point (La moral relativa)

Anoche ví la última peli de Woody Allen y la verdad me encanto, es una de esas pelis en las que el guión te mantiene clavado al asiento y juega con los personajes con intensidad. Una de esas pelis que te muestra que no es necesario ver tetas o sangre a montones para mover emociones.
“Match Point” (http://www.matchpoint.dreamworks.com/main.html) es un drama sobre ambición y obsesión, de seducción de la riqueza y la disonante relación entre el amor y la pasión. La historia revela la gran parte que la suerte juega en los eventos de nuestra vida, menos de lo que pensamos está en realidad bajo nuestro control" .
De tiempo vi un Woody Allen fresco y Scarlet Johanson simplemente ¡magnifique!
lunes, junio 26, 2006
Duendes San Juaninos
Cristina y los subterraneos, cantando eso de los mil pedazos cayendo por la habitación, de no querer volver del lado salvaje, evocando a Lou Reed. Ella con los ojos rojos de humo y con los pulmones temerosos y cancerígenos, me mira desde su absurdo y seductor silencio y me dice que la poesia desde hoy tendrá sólo mi nombre.
Morenada en los parlantes y concurso de tangas, la flaca mostrando que se rasuró y tiene un osito en su tanga celeste, ella, indicando que no se puso ninguna.
El gringo todo adormecido por el dulce de Tiquipaya, ahi, eclipsado por el fuego, mientras ella lo marea mostrándole como su ego, se ahoga en una copa de vodka con Red Bull
Yo, solamente floto en esta nube adormecida y voy sintiendo el sabor a huesos de su piel perdiendose en un abrazo mio. Sus manos que se mueren por trenzarse a las mías y sus neuronas tibias que se niegan a este baile horizontal, por eso de ¿cómo carajo hacemos para seguir siendo amigos, después?.
Luego, con el cielo amarillo, el teclado de aquel de mandibulas adormiladas y pupilas gritonas, juega con el blues paceño y el tango y nos congrega al ritual Say no More en las teclas.
Escucho los acordes del teclado evocando a Fito y me incorporo de golpe, para llegar al calor de la leña, a su piel enrojecida por el fuego. De pronto el viejo duende chapucero me pone zancadilla y me voy con todo sobre la mesa, mi rostro se sumerge en el vidrio y dos vasos detienen mis orbitas dejandome sendas marcas rojas que hoy laten violáceas.
El amanecer gris y ahumado me saluda, camino al cuarto lejano y caigo de bruces en el colchon de lata, vestido, abrazando el amuleto de Té Jazmín.
Despierto y la realidad golpea fría en mi espalda, el resto es lo de siempre angustia, articulaciones rígidas y bajón químico.
Después de todo, ya te lo dije, me sigue importando un pito que tengas los senos de pasas de higo y las nalgas de limón partido, el tema es que tu no quisiste darte cuenta, así que pena, penita pena, mejor sigo durmiendo que sigo adormecido
jueves, junio 22, 2006
Nobody Home
martes, junio 20, 2006
Circunscripción 66 Candidato 99
lunes, junio 19, 2006
Crónicas de a Pie (Nota a Encargo)
La Paz, es lo más parecido a Buenos Aires, si llegas después de vivir un año en una Kabul bombardeada, me dijo una amiga porteña, nunca supe si fue halago o ironía. En todo caso, es una versión en miniatura de alguna gran ciudad y entraría enterita en un barrio del D. F. en México.
Con sus aires de metrópoli en maqueta deliberadamente mal armada, respira por su carnaval de colores, por su geografía a mano alzada. Parafraseando a Galeano, tiene mil de fueguitos que laten con vida propia en sus cerros, cuando la ves de noche, es como tener una constelación de vidas en tus manos. Vidas que hoy discuten, esto del “ser boliviano” en un país en tiempos del “Evismo”.
Sin embargo, no basta la postal de luciérnagas en sus cerros, es necesario mirarla de a pie, beber sus calles de a poquito. Empezando por esas de postal turística, por sus caóticos y mal olientes recovecos del centro que tanto gustan a los “gringos”. Esta ciudad jode, por lo seca, por lo alta, por lo rara y de a poco te va agarrando con ese su Ajayu, de sus contrastes, rostros y costumbres. Te irá atrapando, por sus callejuelas, sus malabaristas de semáforo, sus mimos de esquina, sus voceadores y poetas de ladera.
La Paz hoy sigue igual a la de antes, con la diferencia que las casitas que columpian temerosas en sus laderas, se pintaron de esperanza y los barrios ricos, ponen más ladrillos a sus trancas con temor y bronca.
La contradicción de estas calles toma carne en mis ojos y me sumerjo en la lógica del conflicto, en eso de parar el tráfico al medio día con carteles por que hay que protestar a favor o en contra. Si estaba claro, eso no iba a cambiar por una piel más oscura en La Silla, por un racismo hoy a la inversa.
Luego de seis meses de cambio de gobierno, las calles lucen igual, con el maquillaje más aymara pero igual. Los de abajo siguen abajo, sólo que con más esperanza que antes, los que engordaron sin asco todos estos años, ahí en silencio, se van dando modos para guardar su plata fuera. Los del medio, vivimos alimentando contradicciones, tratando de asimilar que hoy corbata a rayas no combina, con el estilo oficial de chompa y cuello liberando de nuditos al pensamiento.
Me río, de lo que infla el pecho el burguesito de izquierda, en esa reunión donde baladas de Silvio, matizan el Chivas en las rocas, al decir que voto por Evo y luego, al día siguiente, con su resaca de falsos ideales, insulta al taxista gritándole ¡indio de mierda!.
Metros abajo, al sur, la ciudad, no se escucha bien, molesta la copia barata de suburbio gringo, la música MTV en descapotables, no deja sentir el viento, solo el eco vacío de “chicos bien” en el auto del año del papá ayer ministro, hoy consultor.
Habrá que caminar ésta ciudad para entenderla, para ver sus grafittis en ingles en los barrios “jai”, para leer la poesía de Jóvenes del Alto que con orgullo se llaman “Los Nadies”, para escuchar a sus raperos con poesía descarnada, con hambre e incredulidad. Sea como sea, las calles de ésta ciudad irán cambiando, ya se nota en la bandera de de hartos cuadraditos de colores que hoy está en El Palacio, en la tele, en el atrio de de San Francisco que hoy anda más de moda. Aunque mueran más turistas atracados, aunque luego de Evo sea más fácil ubicar este país en el Google, la ciudad sigue rasgándose por sus esquinas frágiles y esto de ser pluricultural y originario, todavía nadie sabe bien como se come.
Revista Caras Chile, Mayo 2006
La Prensa, 18 de Junio 2006
sábado, junio 17, 2006
Cordobesa 6 AM
martes, junio 13, 2006
Ana
Con los brazos colgantes, babas de muerto
Cuidado con las piernas de arlequín
Con la seda rosa acariciando tu piel
Cuidado con volver y escarbar memorias
Cuidado por que estás muerta
Con esa risa tan firme no me tocas
Con ese eco penetrante no te bebo
Pero te invoco, te reconstruyo inerte
Con esa lengua de caracol, tragando mi garganta
Con tu bamboleo de matraca en pubis
Con tu complejo de pitón en la alfombra
Pero te veo, inevitable en la nicotina
Con las manos temblorosas en mi espalda
Te veo, con el vino bañando tus costillas
Con tu abrazo de calaca en mi piel de madrugada
Cuidado pese a todo, con tocar mi puerta
Con ahorcarme con tu tanga negra
Cuidad por que estas muerta
que tu lejanía fue un alivio y conjuro,
estas seca y es mejor.
lunes, junio 12, 2006
Dientes de gato

Las cuerdas de dientes de gato, rasgando tímpanos en una tarde seca, en un auto exilio imaginario. El aluvión de melodías revienta con dura estridencia en mi pulso, escribo mientras siento la angustia " in crecendo" por mis yemas, mi incoherencia en el ritmo agónico de acordes.
El escape se deja guiar por los acordes sincopados, el viaje es blanco y lineal hacia el encuentro con la certeza, esa que se asoma y acongoja. El viaje es corto y rápido no hay tiempo para pensar cambios de ritmo, sólo para esquivar el estruendo tembloroso en el pecho.
De pronto un golpe seco me detiene para decirme que la angustia no se marcha, que el fantasma corre más rápido que mis pasos tibios y el encuentro llegarán tarde o temprano al final del pentagrama.
La sien reventando en chorro rojo, perforada por la última gota de espera, la primigenita certeza. La fe luchó con sangre para ahuyentar espectros y todo fue dado, ahora calla el cuerpo. La sed y el ansia cesan, al final la carrera era una sola, tarde o temprano un golpe iba a terminar con todo.
Este texto es parte del proyecto "Sinestesias". Ilustración de Ada Esquirol Ríos(http://aguitafresca.blogspot.com) para el texto inspirado en la partitura N°1, interpretada por Ricardo Luna.
lunes, junio 05, 2006
Crónicas de a Pie (Todavía Fresquito)
Al respecto, la otra noche el azar me invitó a bajar de El Prado en el asiento trasero de un trufi escuchando una conversación de negocios fúnebres entre una dama de negro y una señora gordita. La emisaria de negro persuadió a la mujer entrada en kilos y en angustia, durante el trayecto, sobre las ventajas post mortem de un nicho exclusivo. Ella, tímida, evaluó y, como buena esposa, convocó a la charla al marido muerto. La mujer de negro no escatimó en argumentos para hablarle de planes de pago, de los jardines del cementerio, de la agradable vista a la zona Sur y del privilegio de estar a minutos de El Alto por la nueva carretera.
Luego de un rato de plática, la cliente miró el reloj y bajó la vista, tal vez como una forma de evadir esta cita anticipada con la muerte, y sostuvo que debía hacer números primero. En cuanto al marido, dijo que le gustaría que disfrute de los jardines y que la espere con más calorcito que en el Cementerio General, empero, cree que esto será difícil porque le dijeron que todavía esta fresquito y hay que esperar un tiempo para cremarlo. La mujer de negro salió al paso de la objeción al indicar que sólo se trata de un trámite judicial, pero la cliente respondió, como mensaje indirecto al finado: “Estoy cansada de abogados en su nombre, no gracias, esperaré nomás que se seque un poco más”.
Al otro lado de la ciudad, otro viaje tiene lugar, la dama de negro nunca conoció el hígado seco que se vela en la Casa de la Cultura, no era potencial cliente. Descansa lejos de su noche en un salón, donde su gente no quiere o no se anima a entrar. El antropólogo duerme con almohada blanca, lejos del Bocaisapo y, esta vez, le tocó a él encontrarse con su hermana, como diría, aunque paradójicamente lejos de sus calles y con techo culto.La mujer de negro intercambia celulares con la gordita afligida, antes de que se pierda pensando en cuánto necesita para financiarse un pasto caliente y exclusivo.
En La Casa de la Cultura, los nardos y violetas camuflan el tufo de algunos, mientras que en la calle ladran los quiltros y secan los artigas a la salud del escritor, de ése que no ha mentido sobre su noche y sus gritos, porque al final ha sido uno con la noche.Me voy pensando en el egoísmo de dejar el ritual mortuorio a los que se queden y en que el Víctor Hugo tiene por fin un lugar acolchado y dudo que sea un mejor muerto que borracho. Al final de cuentas los huesos “fresquitos” del marido no entienden de un Penthouse cerca de Llojeta y huelen igual que los del Viscarra, quien sí tuvo suerte: “estará calientito” y sin olor a pis en el infierno, como siempre quiso.
La Prensa, 4 de Junio 2006