martes, agosto 28, 2007

Ficcionales I

La verdad es que debo decirte que tengo las venas reventadas. Lo supe ayer cuando me patearon la cara en el partido de futbol y, mas que sangre, senti un agudo sonido de rebote en los cristales incrustados en mi tabique derecho. Debe ser cierto aquello que dicen que los cartilagos se necrosan con el uso.

Hoy me enteré que ya no me importan los consejos del cirujano plástico ni las recomendaciones del cuatecito de la Cruz Roja. Que no te saques los tapones, que no inclines la cabeza para atrás, dejá que la hemorragia salga de a poco que en diez minutos igual se pasa por último metete un algodon quemado a cada lado y listo. Todas esas pajas son irrelevantes cuando tu oreja gotea despacito sobre la almohada.

Para ser sincero es comodo estar así, vaciando mi sangre. Al final de cuentas solamente es un liquido viciado de hierro falso y, en mi caso, vale lo mismo dentro que fuera. La verdad debo confesar que me produce un gran alivio saber que no usaré más esta nariz para encender el corazon, para vaciar el humo en sus labios o bucear aspirando su entrepierna.

Mi tabique no tendrá mayor uso que el de ser polvo para ratas y eso me reconforta, así nomás debe ser. No me afecta saber que mi nariz de junkie será gris ceniza pronto. Polvo aspiras y en polvo te convertiras, final biblico para mi instrumento olfativo.

Lo que si no soporto es este estupido papelito con una liguita alrededor de mi dedo gordo, que mi nombre lo hayan escrito con R y no con P y que el flaco tose mierda que trabaja aqui, a cada rato me moje con esa manguera.

4 comentarios:

Gamez dijo...

Yo conoci una junkie, estaba linda, aún lo está. Conoci otra, era re interesante, ya no lo esta. Son 2 junkies, no se quien se quebró primero, aunque lo adivino.
Estas tus palabras se arrastran pegajosamente, seguro q adivinas por donde.

Ambarviolenta dijo...

Frío. Eso sentí yo. Junkies he conocido unos cuantos, siguen por ahí, chorreando sangre. A veces me asusto cuando se me acercan a pedir plata. Son los mismos que hace años eran "chicos bien". Hoy, irreconocibles. Irreconocible yo para ellos. Su memoria se ha borrado, sólo saben que necesitan un poquito para seguir caminado.
Seguramente en breve van a leer sus nombres en la etiqueta en el dedo gordo del pie, van a protestar porque está mal escrito. Y seguramente van a sentir el frío cortante de una camilla en la morgue.

Oscuro, fuerte... Me gustó este texto.

Un beso grande.

Exeni dijo...

Estimado Paul:
Tu texto es filoso-contundente, con impactante final (in)feliz. Buenísimo. Ah, la sangre. Ningún vino, en color/sabor, se le asemeja. Ah, la vida. Ninguna muerte, en intensidad/pasión, se le parece.
Va un abrazo.

Unknown dijo...

Dicen que la ficción nace de una buena dósis de realidad y luego cada quien recoge algo de esa ficción para mezclarla con su vivencia:
Gamez: Recuerdo muy bien a ambas musas, perdidas en la caspa de don Sata como diría el Velasquez. Por cierto ambas se llaman igual y aunque quemadas siguen intensas.
Adivino bien querido amigo, adivino las puertas que se abren.
Lingam:
Más que espectros puedo decir que son amigos...Un beso grande
Exeni:
Estimado así es la sangre es inconfundible cuando no te queda más que tragartela esperando que se seque. Se agradece la poetica visión de la sangre...
Abrazos