lunes, septiembre 15, 2008

Renacer

Hace 48 horas tenía la sangre llena de diamantes, el corazón acelerado con el freno de mano puesto, la palabra gritando en las paredes, el silencio en los ojos, el grito en el pecho.
Hace 24 horas mi corazón era un motor que no quería parar y el oxigeno no llegaba al cerebro.
Hace 20 horas sentía que me iba que el des/madre me pasaba la factura. Sin embargo por algo y por alguien acá estoy para narrar mi historia, en la certeza de que todavía tengo mucho por hacer en este lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow, buena entrada, escribimos cosas similares en mi blog, cuando puedas date una vuelta.

Saludos!!

Unknown dijo...

EL DOLOR ES SÍNTOMA...DE QUÉ?
SUCESOS EN BOLIVIA NOS PREOCUPAN EN MÉXICO, RECIBAN NUESTRA SOLIDARIDAD.