The Cure en los parlantes, el te frío, los huesos retorcidos y las visagras duras. Me acuerdo de un viaje a una casa que ya no existe, hoy es parte del jardín de la embajada gringa. Metiamos mucha cerveza en un antiguo lavarropas de mi abuela, jugabamos con el perro boxer viejo y escuchabamos mano negra.
Hoy el presente es otro, inflo la burbuja con el aire negro y espero, por el juego, "le petit mort" a su lado, hace tiempo que no viene, pero se que volverá a limpiar la azotea, a beber cada gota de ajenjo en mi cráneo seco, volverá y seremos uno.
Cantaré entonces al mirar su piel partida y el ambar en aquella polaroid barata, cantaré con el grito seco y la voz verde y cuando menos lo espere me inclinare sobre ella, derrumbaré su imagen en la alfombra. Las cenizas y migas le pincharán la espalda, el vino despintará su bronceado y mis labios, mis labios, beberán la muerte en sus ojos.
5 comentarios:
Me encanta esa canción.
Hoy estamos muy inspirados por las canciones que quién sabe en qué momentos se les ocurrieron a estas personas.
Y lo único que dejan es un tenue rastro de melancolía en el aire.
y ganas de ser comidas a besos en el suelo, entre cenizas y vinos!
Waoooo me encanto ese post,m etrajo recuerdos, un abrazo desde republica dominicana
ganas...ganas de hacer el amor en la alfombra, así con el techo lleno de dudas y la luna bañando espaldas y con Jazz, Nina Simone...
Besos
Hummm... este post es sublime, tiene lo que más enerva los sentidos: pieles, recuerdos, pasiones, alcohol y música... la garganta de Robert Smith invocando el sabor de la Muerte...
Me sumergiré en mis propias añoranzas patrocinadas por:
"I've been living so long with my pictures of you
That I almost believe that the pictures are
All I can feel..."
Delirantes saludos.
Publicar un comentario