viernes, septiembre 02, 2005

Cuestión de Atomos


Una historia de Trufi...FELIZ FIN DE SEMANA

Uno de esos días con el sol de medio día en la nuca y el sueño que adormece el cuerpo luego del chairito, caminaba con la mente en voz alta y sin audífono en el celular que disimule mi monólogo. Entre cavilaciones de lunes, con sueño y pestañas pesadas, subí a un trufi, de esos Arce, que al final te fuman y doblan por el Poeta. Como era 1 entre 5, no me quedó otra que bajar a pie no más desde la UMSA a mi destino.

Al subir el azar un juego de astucia criolla, hizo que acabara siendo el del medio en el asiento de atrás. Con disfrazada cortesía, el amigo de terno me dijo “pase yo bajo antes”, como si supiera algo de mi con solo verme. Al final acabé al medio con una cartera “Luis Boton” perforando mi pierna izquierda y el codo de un caballero de barba, como bola de billar, entre mi tercera y cuarta costilla.

Cuando menos pensaba el destino hizo un trueque, entre el codo del cajero y un muslo de seda de veinte cinco. Como esto de la cortesía en transporte público, es mera conveniencia, esta vez no me moví ni un dedo y ella se sentó a mi lado, con blusa a rayas y medias nylon, como muzzarela en el pan de sus piernas.

En su silueta clara y fresca, mi costilla ya no se enojó de ser hoyo, es más buscó, en sutiles acomodos, el ángulo de su cadera en mi bolsillo delantero. Ella, color papel, tibio y amarillo en las manos, leía atentamente en una fotocopia “el amor es cuestión de átomos”, mientras yo me iba preguntando, entre curvas, coctail de perfumes y cumbia villera, por los detalles de un viaje en trufi y pensaba en como en un instante, pasas de ser carne fría entre marraquetas a sardina acariciada por la más suave seda de la China.

Ya por la Piedra, esa grande, que puso el Juan para los muertos de la Harrington, fui leyendo de reojo algunos párrafos del artículo, mientras de rebote contaba sus pestañas y delineaba el perfil de su nariz. “Últimamente se ha comprobado que la química entre dos, es cierta- científicos coreanos tratan de aislar las hormonas del amor” y pensé: ¿Será que debo de usar no más AXE?, haber si esto de los átomos y la química es cierto y en una de esas en algún rompe muelles el bolsillo de su blusa besa mi corbata.

3 comentarios:

[i] Isabel La Fuente Taborga dijo...

jajaja que buen post!... hormonas del amor y efecto axe... no sé si es tu generación (parece que si! ya tengo mi teoría al respecto) o si todos los de tu especie son iguales... pero creo que eso del "efecto axe" y la seducción ato-quimica hormonal atrae mas a varones que a mujeres... no te olvides que a nostras... por lo menos a la mayoria y me incluyo en esa mayoria... nos seduce la palabra dicha... ojalá al oido... pero también sirven las cartas, mails y chats.
y lo de “pase yo bajo antes” es una de las cosas mas cómicas que me ha pasado en mis esporádicos viajes a tu ciudad... "me bajo antes" como si el otro supiera donde me bajo yo!.

feliz fin de semana para ti también... y que tengas mas historias de trufis llenas de curvas, coctel de perfumes y cumbia villera.

Anónimo dijo...

Es increible la cantidad de historias que se pueden generar en los motorizados, hace un buen tiempo relataba en mi blog mis tortuosos trayectos en los minibuses de la ciudad.

Pero tambien hay esas confabulaciones del destino que pueden cambiar tu peor partida por "5 Ases" y esa son las cosas diarias a las que les podemos sacar el jugo de la mejor manera.

Un puntazo tu articulo, creo que Ergoth me quito algunas palabras del teclado y creo que con eso basta.

Saludos

http://blogia.com/rocko/index.php?idarticulo=200407231 (Hablando del transporte motorizado popular)

rondeldia dijo...

ES CIERTO AXE FUNCIONA Y EL QUE MEJOR LO SABE ES EL JUANITO SIN MIEDO (A ROBAR)

EL SI SABE DONDE ECHAR EL AXE PARA NO QUEDARSE SOLO Y BAILANDO CON LA MAS FEA...

ESTO DE LAS HORMONAS TIENE MUCHO QUE VER CON LA POLITICA