Anoche me he acordado, así suavito, en silencio de luna mordida, de tu risa así de changuita, de tus sacadas de lengua en las peleas y el ají que ponias a tus gritos, esos con los que pinchabas mis silencios. Te he visto, guiñando el ojo, detrás de la cruz del sur, con tus pies fríos, tus labios de ventosa en mi oreja y tus manos de raspadillo urgando mis piernas.
En ese cerro grande y con barranco negro te he pensado, con humo en los pulmones y el corazón ahumado, así suavito en el pasto, acariciando la humedad en mi espalda, una lagrimita ha salido y te he mirado, ahí en esa cama a cuadros, abandonada y me he acordado que tu lunar está en el lado izquierdo.
7 comentarios:
¿qué puedo hacer para arrancarte ese fantasma, què más?....
recuerdos, dulces recuerdos que de alguna forma nos hacen ser. Un abrazo enorme.
ay con los lunares che.
detalles que vuelven
cuando creíamos haberlos
perdido...
ay de mis lunares.
¡Ay qué dolor¡, que te pinchen el silencio que es lo más majestuoso, porque lo demás es tan sólo debilidad.
Recuerdos... como poder olvidar un lunar, un olor... un beso.
Un abrazo de brisa.
asi suavito.... que rico es acordarse asi... en silencio.
un abrazo.
vero
reciba mis saludos.
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