jueves, octubre 05, 2006

Luna llena en las rocas


Después de Diablo guardían, Xavier Velasco nos entrega este viaje por tugurios de focos rojos, esos que tanto nos inquietan y embrujan. A esperar que los amigos de Santillana se dignen a traerlo en un precio accesible o conformarse con la edición pirata de El Prado, que en un país con impuestos estupidamente caros a los libros, sin duda democratiza la lectura. Mientras tanto un comentario y un extracto del prologo del libro.
Salir de noche y no mirar la luna es como dar el cuerpo sin el alma. Pero exponerse a ella, y a sabiendas retarla, como se desafía el purgatorio por causa de Amor, es firmar la liberación de nuestros lobos y aceptar la metamorfosis consecuente: nos crecerán colmillos, garras, pelos, y a fuerza de codearnos con las fieras aullaremos más lejos, gruñiremos más hondo, jadearemos más quedo. Y después, cuando el terco reptar por los pantanos consiga consagrar nuestro plumaje, cruzada la frontera donde el mismo Luzbel nos será diferente, descubriremos sin asombro casí, que en la taquilla no hay boleto de regreso (Xavier Velasco, extracto de la novela Luna llena en las rocas).

«No pretendo mirar lo nunca visto, sino quizás, con suerte, lo siempre imaginado.»Este libro tiene que ver con la buena vida. Por eso, con frecuencia, el narrador nos lleva a sitios de mala muerte. ¿Quién no encuentra la plenitud allí donde se hornean los antojos, se mima la inconsciencia colectiva y el placer hace trizas al deber?

En ésta, su versión recargada y final del safari nocturno Luna llena en las rocas, Xavier Velasco encarna a un narrador festivo y caradura, decidido a llevar la juerga hasta sus últimas palabras por bares, puticlubes e infiernillos afines. No quiere ser testigo, sino cómplice.

Este libro es la huella literaria de un morbo con licencia, prisa y causa. Es la persecución romántica del peligro, la congestión de elíxires, la conjura de lunas. La lujuriante oferta de saltar al vacío y entender cada oficio, vicio y maleficio con azoro infantil y premura adolescente: los ingredientes básicos de la aventura.¿Mala muerte? A otra zorra con ese mink. Salud por la buena vida.

4 comentarios:

Ambarviolenta dijo...

Me das una excelente noticia, que a partir de ahora se ha convertido en ansiedad.
Cuando leí Diablo Guardián, me costón dejar la lectura, llegar al final. Me encariñé con los personajes. Con ambos. Ya no sé si más con Violetta o con Pig. Fue toda una aventura.
Espero que el libro llegue pronto... No me gusta recurrir a la piratería, aunque a veces no hay más remedio que pecar.

Unknown dijo...

así es...obviamente la línea es diferente a la de diablo guardian, pero sin duda espero encontrar otra Violetta...

Anónimo dijo...

Con Diablo Guardian, mis ansias de leer son muy intensas; no soy como Violetta pero me identifikè mucho con algunas caracterìsticas de su comportamiento. Imaginè el rostro de Violetta y se convirtiò en mi amiga, ahora no dejo de hablar de ella. Gracias diablo Guardiàn...

Anónimo dijo...

Diablo Guardian, sin duda fue y es un verdadero placer saborear...cada letra de este EXTRAORDINARIO libro, no sabes como me apasiono el personaje de nuestra bién conocida Violeta. Sé que luna llena en las rocas nos traera momentos intensos de placer. Grácias mil
Atte. Angélica Galindo Alcántara