Parto, en la ironía de no verte, con ojos de montaña, con dedos de llaga
Parto y tu voz de ecos rojos me hace zancadilla, me devuelve a la humedad del pasto seco
Me estoy gastando en esta huida, en la angustia del encuentro que no llega.
Parto y tu voz de ecos rojos me hace zancadilla, me devuelve a la humedad del pasto seco
Me estoy gastando en esta huida, en la angustia del encuentro que no llega.
Parto, en el silencio vigilia de mil dagas, en tu temblor frágil, en mi sangrar duro
Parto, púpilas de sal, mirada de roble, algodón esteril a tus gritos
Me estoy gastando en despedidas, en horas alineadas.
Parto y el conteo mudo, 720 líneas y el retorno
5 comentarios:
Lo único que evita la partida es jamás haber llegado. Lo único que evita el retorno es jamás haber partido. ¿Qué será mejor?
quedarse como pendulo entre uno y otro lado...por que al final como decia la cuenca tantas idas y venidas igual arruinaran tus zapatos..
oye ,tellería,sin ánimo de ser impertinente,te decidiste a pensar sobre la sugerencia de Paz Soldán sobre publicar tus relatos?
piénsalo viejo,si lo dice un escritor de su categoría ,algo debe haber no?
Estimado...:
Gracias por el comentario, pues las crónicas de a pie, quiero que maduren un poquito más, para poder seleccionar un buen material digno de ser publicado..
Primero estoy trabajando mi segundo libro de Poesía y luego me concentro en este tema
Saludos
"tantas idas y venidas,
tanto pasar por aquí,
se han de acabar tus zapatos
y no has de gozar de mí"
un abrazo paul!
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