martes, octubre 24, 2006

Crónicas de a Pie (Cementerio III del encuentro con la noche)

“Cabeza flor del cuerpo, misteriosa flor que apagó la muerte, su aroma fué el pensar, ahora cabeza fría, ahí está inmóvil, el último pensamiento convertido en niebla” (Poema en la tumba de Enrique Finot). Me introduce al mausoleo de los notables, que dan su nombre a las calles que hoy transito, alineados: Belisario Salinas, Rosendo Gutiérrez, Villalobos, Riosiño y otros, esos que pocos saben lo que hicieron, esos que todos caminan a diario por su espalda de asfalto.

Más allá el Compadre Palenque a la vuelta, debajo un árbol, mármol blanco sobre mármol negro, lleno de flores y mensajes. El Caminante, Pepe, lo espera para seguir cantando. Hay un afíche en el árbol, así con su perfil RTP y micrófono. Alguien ha roto su vidrio de un piedrazo vengador, será que no se compra más pomadas. El Padre Espinal, está en las alturas, como queriendo elevarse a la cordillera, con silla lees de cerca lo de mártir de la democracia y si no hablas escucharas como a quemarropa te taladran sus oraciones mata conformismos.

Tres de la tarde, se nubla la escenografía del lugar y un nuevo encuentro con la muerte me conmueve. El féretro sale de la capilla, en hombros de primos y sobrinos. El tío Enrique, solterón y músico de banda ha muerto el viernes, con hueso de pollo clavado en la garganta, pesa más que la tuba que apretaba su espalda. El sol sale con fuerza, los vivos, bien en traje negro, hacen planes para el platito de las cuatro, para la cerveza fría, listos para bailar en vida el recuerdo de su muerte. Cuentas chistes de esos de Pepito, se juntan detrás de la sobrina de falda campana y de reojo le charlan a sus piernas. Las deudas lloran, fieles a su guión con una mano en la boca y la otra sonriente por que no lavará más calzones.

Jaime, nadie te conoce che, los niños, que se hacen llamar guías se ríen al oír tu nombre. Por radio te trata de ubicar el guardia. Le digo al gringo que moras al lado del Gilberto Rojas y que clarito verá el árbol grande, no entiende. Me voy caminando a tu encuentro a teñir mi tinta en tu tiniebla. Los más viejitos se quedan de noche, me cuenta el sereno, son dos porteros antiguos, conocen bien a sus muertitos. No hay caso de pestañear, grave te jalan la pata y sordo te vuelves con sus ruido, me dice.

Jaime piedra en piedra rota del Choqueyapu, gravado tu nombre en tinta negra. Descanso al caminar y buscarte, camino al descansar y encontrarte, la roca cubre tu noche, tu distancia recorrida. Hoy crecen hojas de Eva desde la pared de adobe que da sombra a tus jarrones llenos de lilas. Una pluma reposa en la greda de tu tumba, varias piedritas de esas con cuarcitos negros, forman el contorno de tu cuerpo en la tierra. Los niños no conocen tu nombre, las señoras que hablan de sus maridos muertos, me miran sentadas desde la fuente seca, no entienden mi silueta apoyada en tu árbol. Me piden una punta bola, rompen el silencio de mis palabras a tu noche, anotan una dirección. El tío Alberto, está por allá, en el cuartel nuevo dicen.
El Felipe con viento ha empujado el vaso con claveles y el agua ha mojado unas plumas de pollo que quien sabe que hacen ahí. Flores secas abundan, hay un jarrón negro, otro de greda con motivos mexicanos. Caigo en la osadía de robarte la pluma y tu tierrita, para tenerte en casa y luego reposo de este andar en tu morada. Las palabras no vienen, se niegan a decirte algo, tu tumba se está, ahí de espaldas al Illimani. Tus restos contemplan laderas serpenteadas y acogen mi silencio, cosa vana elevarte una plegaria, cosa extraña mirarme en tu nada.

Nota: Esta vez sólo para el blog, parece que La Prensa con su revista Domingo, decidió cambiar el estílo y parecerse más a otro medio. En ese nuevo esquema está columna, al menos de momento, ya no encaja en la nueva línea editorial, por lo que aparentemente le dieron un descanso

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta hoy no encontré a Jaime, me imagino que será un día especial cuando lo haga.

Estido dijo...

Qué bien, por fin lo escribes. Así se entenderá por qué "hubiera tenido que soportar que ultrajes mi sepulcro en busca de recuerdos". Buena crónica, viejo; me han dado ganas de leer de nuevo el Felipe.

Unknown dijo...

pues si te interesa te sirvo de guía y es cierto para mí fue un día especial cuando lo hice
Saludos
Paul

Anónimo dijo...

Yo no entendí porque estido me exortó a dejar a saenz en paz,bueno...es cierto con ganjartek jaime ya tuvo bastante.
En cuanto a La Prensa,bueno,los cambas del deber están copando todos los medios e imponiendo su línea,están en PAT,tienen el control de opinión y análisis y el entretenimiento barato se lo dejaron a los collas...lástima.

Unknown dijo...

es una obligación paceña re leer el Felipe cada cierto tiempo, con cada cambio en la vida, cada 5 o 10 años sus páginas tienen un sabor distinto...

Estido dijo...

Era joda, Hollbruck; hacía referencia, precisamente, a esta crónica del Ganja, donde le roba su plumita a don Jaime. O sea, hay que dejarlo en paz porque ya tiene suficiente con que este cleptómano le ande metiendo mano a su tumba.

Sakura dijo...

qué buenísima crónica, realmente me entra más curiosidad sobre Senz, Viscarra, Felipe... tendré que ponerme al día con ciertas lecturas postergadas!!!

Saludos

Anónimo dijo...

"Tu tumba se esta" parafraseando a Jaime.

Hace dos dias tambien me ha entrado las ganas de visitar el cementerio, lo he hecho tomando penosas fotografias de sus rincones. Lo vi a Don Franz, al Compadre como no, a Finot. Busque presidentes en laberintos cuyos muros no sobrepasan mis rodillas, he encontrado a un par... lo he visitado de extremo a extremo en esa burbuja que te hace olvidar que estas rodeado de una ciudad bulliciosa que se mueve y se transforma... el cementerio parece no hacerlo.

Algunos pasillos huelen a cal que se resiste a secar, guitarreada de un caballero de zapatos bien lustrados. Misa a un muerto pudiente donde los familiares parecen estar en otro lugar, el ring tong de un celular rompe el medio silencio de la ceremonia. Al fondo del mausoleo de los notables, en un rincon placido un aparapita descansa despues de haberse entregado al higiene en la fuente.

Ese dia... he perdido la esperanza de encontralo a don Jaime y a Viscarra, dejare la botellita de alcohol a un muertito olvidado, sin ceremonia, oraciones y agradecimientos. Buscare la sombra de un frondoso arbol para sentarme y leer los avisos necrologicos.

______________
Por cierto, me anoto a la visita guiada y si me prestan a Felipe, de seguro las gracias seran infinitas.

Unknown dijo...

Estimado Rocko:
Gracias por el comment, muy bueno, digno de un paseante de la noche...
por cierto ¿conociste el Maúsoleo del Acre? ese silencio con olor a olvido es único..
Por cierto la tumba del Jaime esta al lado de la de Gilberto ROjas Cuartel 32. De la entrada principal vas a mano derecha unos 3 o 4 cuarteles y doblas a la izquierda hasta el fondo te puedes guiar por la chimenea del crematorio.
O más fácil si conoces la tumba del Franz a la vuelta al lado izquierdo...

Estido dijo...

Jajajaja, Ganja, dominas el Cementerio, ¿no? A cuántos finados ya habrás despojado...

Unknown dijo...

respeta a los muertitos che.......
aunque podras ver mi foto junto a la galeria de los más buscados junto a avezados delicuentes roba floreros y peligrosos monreros roba pilas de tarjetitas navideñas de los nichos..

Anónimo dijo...

Hay quienes mueren de pie, hay quienes lo hacen escribiendo...

Anónimo dijo...

¡Respetemos el legado de Saenz! Su preocupacion por retomar el nombre de Jaime Saenz para la posteridad es innegable. ¿Pero, diganme una cosa? No es acaso un mejor homenaje al gran poeta Saenz (regular narrador), el construir nuestras propias imagenes paceñas desde el lugar propio donde moramos y coexistimos. (¿acaso los sentidos de la vida de Saenz no fueron la tension y la busqueda?). Mirá que visitar el cementerio y el Norte paceño con sus contrastes me suena a cliché simplon que no te cuento. Es cierto que aquellos lugares conforman gran parte de la identidad paceña. ¿Pero no es acaso un mejor homenaje al gran poeta hallar una propia imagen paceña, que seguir en mimica simiesca lo ya navegado? Dejemonos de postales paceñas, por favor.