lunes, agosto 22, 2005

19 de Agosto, 1936

Hace 59 años, el poeta Federico García Lorca, moría bajo la mano de la intolerancia y el facismo. Lorca había muerto, el surrealista, hombre de tablas, romancero, músico de pluma en letras, el amigo de Buñuel y Dali, había sido callado a tiros.

Lorca no era de ningún partido político, pero en la guerra civil, un artista moderno era, por definición (se piensa al concepto del 'arte degenerado'), un enemigo para el régimen autoritario, el mismo que interrumpió el discurso del rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, por gritos "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!".

García Lorca intuyendo su destino huyó de Madrid a Granada, por que era tranquila, por que era su casa pero fue ahí donde encontró la muerte. Después de una denuncia anónima fue arrestado por milicias nacionalistas, el 19 de agosto fue asesinado y echado en algún barranco de la Sierra Nevada.
Les comparto uno de mis poemas favoritos de Lorca, del libro Poeta en Nueva York, escrito entre 1929-1930 cuando el poeta era estudiante en ColumbiaUniversity.

POEMA DOBLE DEL LAGO EDEM
Nuestro ganado pace, el viento espira
Garcilaso


Era mi voz antigua
ignorante de los densos jugos amargos.
La adivino lamiendo mis pies
bajo los frágiles helechos mojados.

¡Ay voz antigua de mi amor,
ay voz de mi verdad,
ay voz de mi abierto costado,
cuando todas las rosas manaban de mi lengua
y el césped no conocía la impasible dentadura del caballo!

Estás aquí bebiendo mi sangre,
bebiendo mi humor de niño pesado,
mientras mis ojos se quiebran en el viento
con el aluminio y las voces de los borrachos.

Déjame pasar la puerta
donde Eva come hormigas
y Adán fecunda peces deslumbrados.
Déjame pasar, hombrecillo de los cuernos,
al bosque de los desperezos
y los alegrísimos saltos.

Yo sé el uso más secreto
que tiene un viejo alfiler oxidado
y sé del horror de unos ojos despiertos
sobre la superficie concreta del plato.

Pero no quiero mundo ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!

Esos perros marinos se persiguen
y el viento acecha troncos descuidados.
¡Oh voz antigua, quema con tu lengua
esta voz de hojalata y de talco!

Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.

Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.

No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.

Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscandoallí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios

Federico García Lorca (1898 - 1936)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Verde que te quiero verde...
Lorca, gran lorca, aunque me quedo con la época de Romanceros

Anónimo dijo...

El Lorca ese, ere un maraco camoté del Dalí, que además nunca pudo salir del closet y murio atravesado por las balas de Franco como debia ser

Anónimo dijo...

Lorca, lorquiana, lorca...simplemente lo que fue...

Vero Mendizabal dijo...

carloncho... me preocupas....

nergis dijo...


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