miércoles, agosto 10, 2005

AL PASAR UN COMETA

A ti pequeña mía el poema de Sáenz, a tí que en tu inocencia no tienes idea aún el dolor y furia de mi lucha, a tí que tienes que saber más temprano que tarde que el egoísmo te tiene presa. De momento no decir nada y cultivar con paciencia el lazo de sangre que nos une es la estrategia
AL PASAR UN COMETA
En lo alto de la ciudad oscura
(Jaime Sáenz)
Una noche en una calle bajo la lluvia en lo alto de la ciudad oscura
con el ruido a lo lejos
es seguro que suspirará
yo suspiraré
tomados de las manos por un gran tiempo en el interior de la arboleda
sus ojos claros al pasar un cometa
—su cara llegada del mar sus ojos en el cielo mi voz dentro de su voz
su boca en forma de manzana su cabello en forma de sueño
una mirada nunca vista en cada pupila
sus pestañas en forma de luz un torrente de fuego
todo será mío dando volteretas de alegría
me cortaré una mano por cada suspiro suyo me sacaré un ojo por cada sonrisa suya
me moriré una vez dos veces tres veces cuatro veces mil veces
hasta morir en sus labios
con un serrucho me cortaré las costillas para entregarle mi corazón
con una aguja sacaré a relucir mi mejor alma para darle una sorpresa
los viernes por la tarde
con el aire de la noche cantando una canción me propongo vivir trescientos años
en su hermosa compañía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El dolor del Jaime,la perdida de la hija, la muerte sin su manos valió la pena acaso, llevarse a la tumba su mirada como solo un recuerdo
Cuantos secos le habrá metido pensando en su hija che

Anónimo dijo...

Niña hermosa que le inspiró tan dulce y sentido poema. Los recuerdos son todo lo que nos queda de las personas que hemos amado y que partieron a morar en luminosas estrellas.